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Gabriella Campbell |
Hoy tengo de invitada a la escritora de fantasía y ciencia ficción Gabriella Campbell. Aparte de novelista, Campbell ha sido traductora, correctora, editora y lectora profesional. Desde 2014 escribe a cuatro manos con José Antonio Cotrina, y ahora mismo están acabando la saga Crónicas del fin, una serie de aventuras apocalípticas que comenzaron publicando en Amazon en varias entregas digitales, y que en mayo la editorial Alethé publicará en papel en un único volumen.
Basándose en su experiencia como correctora, en 2016 Campbell publicó un libro estupendo para escritores,
70 trucos para sacarle brillo a tu novela, que yo no hago más que recomendar a mis alumnos de escritura creativa (chicos, si no me hacéis caso a mí, hacédselo a Gabriella).
Para estar al día de sus publicaciones, y recibir un montón de buenos consejos, podéis seguir su blog,
Gabriella Literaria.
1- ¿Cómo empezó tu colaboración con José Antonio Cotrina? ¿Quién se lo propuso a quién?
Por si alguien no se ha enterado ya, aparte de escribir juntos, José Antonio y yo somos pareja. Y somos tan raros, rarísimos, que creemos que escribir juntos es una suerte de afición extrema. Otras parejas van al cine, a cenar o a hacer puenting. Nosotros escribimos.
Antes siquiera de estar juntos de manera amorosa y sentimental ya admirábamos el trabajo del otro. Colaborar como escritores era una forma inevitable de intimidad.
2- ¿Cómo es vuestro método de trabajo?

Es bastante largo de explicar (y ha evolucionado bastante desde que empezamos con nuestra primera obra en colaboración,
El fin de los sueños). Lo explico todo con pelos y señales
en este artículo. Ahora trabajamos por capas o «vueltas». Vamos turnándonos y pasándonos entregas por turnos, para ir puliéndolas poco a poco. La idea es unificar el estilo lo más posible, que todo parezca venir de la misma voz.
3- Para tus proyectos individuales, ¿qué rutina de escritura tienes?
La misma que para los proyectos conjuntos. No tengo una rutina fija (escribo en cualquier sitio, de cualquier manera), pero sí intento que el trabajo de escritura sea a primera hora de la mañana, preferiblemente con un té por medio y un gato rondando. Si puedo escribir a mano, mejor, pero por desgracia eso es poco práctico.
4- Cuando escribes una novela, ¿sacas la escaleta o vas improvisando sobre la marcha, a ver dónde te lleva la historia?
Yo era muy de intuición y brújula y aquello solo me llevaba al desastre. Ahora soy muy de planificación y escaleta, algo que además es inevitable cuando trabajas con otra persona. Planificar evita desastres a largo plazo y suple una telepatía más que necesaria para colaborar con otro autor.
5- Eres autora híbrida, mezclas la edición tradicional con la autoedición, ¿por qué? ¿Es algo que recomiendas que hagan otros escritores?
Cuanto más conozco la industria editorial más convencida estoy de que sus términos tienden a ser injustos para los escritores. Y no es porque las editoriales sean malas malísimas (de hecho, tengo la suerte tremenda de trabajar con editoriales realmente geniales y no lo digo por cubrirme las espaldas), es simplemente que el sistema tradicional está muy mal repartido, ¡para todo el mundo!
No obstante, una editorial mediana o grande sigue contando con la baza de la distribución en librerías y grandes superficies a nivel nacional. Por eso, creo que hay proyectos que necesitan una editorial y otros que pueden valerse por sí mismos a través de la autopublicación.
Lo de ser híbrido se lo recomiendo a todo el mundo. ¿Por qué aceptar malas condiciones si vas a vender lo mismo por tu cuenta? ¿Y por qué matarte a promocionar y editar un libro si te hacen una buena oferta desde una editorial en la que confías? ¿Por qué no mezclar las dos cosas? La gente las ve como excluyentes y no creo que lo sean, para nada. Cada proyecto te exige algo distinto.
6- ¿Cuáles son tus siguientes proyectos como escritora?

Ahora mismo José Antonio y yo estamos trabajando en la segunda parte del
Día del dragón, la novela que sacamos de fantasía cómica para niños de 10-12 años con Naufragio de Letras. También estoy preparando una versión en papel de
70 trucos para sacarle brillo a tu novela (es posible que para cuando salga esta entrevista ya esté disponible) y otra recopilación de cuentos, al estilo de
Lectores aéreos.
7- ¿Ya sabéis cuántas partes tendrán las Crónicas del fin? ¿Aparecerán recopiladas en papel?
En principio son cinco partes, para hacer una «temporada», aunque tenemos muchas historias planificadas en este mundo y es muy probable que salgan más después.
Sobre su recopilación en papel… de nuevo, es muy posible que para cuando salga esta entrevista ya se haya anunciado algo al respecto.
8- Yendo a tu faceta de correctora, ¿cuáles son los errores más comunes que cometen los principiantes?
70 trucos va precisamente de eso: reuní los setenta errores más comunes que encontraba en manuscritos para corregir y en obras para informes de lectura. Diría que, en general, aparte de los errores clásicos y básicos de estilo: gerundios mal puestos, adverbios excesivos en –mente y adjetivos antepuestos, abundan los problemas de estructura y ritmo, que vienen, sobre todo, de una mala planificación. He perdido la cuenta de las personas que me han escrito para decirme que están atascados a media novela y no saben cómo salir del embrollo en que se han metido. Ser escritor de brújula suena muy bien (y probablemente sea más divertido), pero no lo recomiendo en absoluto para gente que empieza.
9- Aparte de leerse 70 trucos para sacarle brillo a tu novela, ¿cómo se pueden aprender cuestiones de estilo?
La respuesta evidente sería: «leyendo», pero eso no es del todo cierto. Hay escritores que leen muchísimo y que siguen cometiendo los mismos fallos de estilo. No se trata solo de leer; hay que leer de manera activa, fijándonos en cómo componen las oraciones los grandes, cómo utilizan el sonido y la sintaxis.
Y al final se reduce a eso: hay que tener conocimientos rudimentarios de ortografía y gramática, sí, pero muchos escritores no entienden la importancia de la fonética y de la sintaxis. ¿Por qué va esta palabra aquí en vez de allá? ¿Qué función desempeña en la frase? ¿Y a qué suena? Cuando entendemos de dónde viene la musicalidad de una palabra, una oración, un párrafo, podemos reflejar también nosotros esa musicalidad.
También hay que entender que lo barroco y abigarrado no implica escribir mejor. La verdadera simplicidad y economía del lenguaje vienen de una comprensión profunda de lo que escribimos y leemos.
10- ¿Qué consejos le darías a alguien que quiere ser novelista y está empezando? No vale, «Recupera la cordura y dedícate a otra cosa».
¡Uf! Tengo más de cien artículos en el blog dedicados precisamente a esto. Pero para alguien que empieza, creo que daría los consejos que me daría a mí misma si pudiera volver atrás en el tiempo: tu borrador es perfecto (ya te preocuparás de arreglarlo después; no dejes que el perfeccionismo te impida escribir) y termina lo que empiezas. Esto último es de una importancia suprema: no puedes mejorar si no acabas tus proyectos, si no los ves desde la perspectiva de una acción cerrada.
También me encuentro con muchos novelistas que se embarcan demasiado pronto en la aventura de la novela. Escribe relato primero, mucho relato, y pásate luego a la novela corta. La novela tradicional exige un dominio avanzado del ritmo, de la estructura y la forma, y creo que eso se aprende mejor en trayectos más cortos, precisamente porque es más rápido terminarlos y te desesperas menos.
Así que tal vez, para empezar, todo se resuma en esto: escribir sin juzgarte (por lo menos a la primera vuelta); termina lo que estás escribiendo y empieza escribiendo algo corto.
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