Fiebre al amanecer [8]

Portada española de Fiebre al amanecer, de Péter GárdosNOVELA
Hajnali láz
(Hungría, 2010, 247 páginas)
Péter Gárdos“Fiebre al amanecer” es, de momento, la única novela de Péter Gárdos, un director de cine húngaro. Publicada por primera vez en 2010, fue un éxito en Hungría, sus derechos se han vendido a más de una treintena de editoriales extranjeras, entre ellos la española Alfaguara, y en 2015 el propio Gárdos la adaptó al cine. La novela es la versión ficcionada de cómo se enamoraron sus padres tras la Segunda Guerra Mundial, y el resultado es tierno, optimista y muy bonito.

            Acaba de terminar la guerra y el joven húngaro Miklós, convaleciente en un hospital sueco, a pesar de que le han dicho que le quedan muy pocos meses de vida, está dispuesto a encontrar esposa. Para ello manda 117 cartas a otros hospitales, donde se encuentran mujeres húngaras. Unas cuantas le contestan, pero Miklós siente que una tal Lili es especial. A través de cartas los jóvenes se van enamorando, y un día deciden encontrarse en persona, aunque el médico de Miklós se oponga por su delicado estado de salud.
            Cuenta Gárdos en el epílogo que tras morir su padre, su madre le entregó un fajo de cartas: era la correspondencia que mantuvieron cuanto estuvieron hospitalizados en Suecia, era la historia de su enamoramiento. Con eso como base, Gárdos va intercalando pasajes reales de las cartas dentro de la ficción, caracteriza a un puñado de personajes para que te importen, imaginando cómo eran y se sentían, y estructura la historia para que resulte interesante (se nota que es director de cine y guionista).
            La novela comienza presentándote a Miklós, y cómo decide encontrar esposa. Gárdos muestra los hospitales y compañeros de Miklós y Lili, y cómo se van enamorando, a través de una correspondencia no muy romántica. Luego viene el primer escollo: se quieren ver, pero el médico de él se lo prohíbe. Tras el encuentro, quieren volver a verse, pero la enfermedad de Miklós empeora, y a las mujeres las trasladan a un hospital aún más lejano.
            Los personajes se están recuperando tras los horrores de los campos de concentración, sin saber si sus seres queridos están vivos o muertos, pero tienen muchas ganas de vivir. Miklós, con una tuberculosis que lo tiene a las puertas de la muerte, y Lili, que estaba más muerta que viva cuando la rescataron.
Para mí, puntos álgidos son la visita de la gigantona Klára, porque te partes de risa; el muy poco romántico primer encuentro, que muestra muy bien lo nerviosos que estaban; la escena en la que los chicos celebran que la mujer de uno de ellos está viva, por la alegría que transmite; la original escena en la que Lili recibe una carta de su madre (Gárdos intercala lo que le está leyendo una amiga con lo que se imagina Lili); la muerte de uno de los compañeros de Miklós, por emotiva; y sobre todo, cuando Miklós es consciente de su propia mortalidad y decide vencer a la muerte por amor.
Lo que más me gusta es lo optimista, simpática y vitalista que es la novela, con algún momento divertidísimo, en un contexto terrible, que Gárdos muestra en más de una ocasión sin cargar las tintas. Muy recomendable.
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.