Lluvia de albóndigas [7]
(EE.UU., 2009, 90 min)
Dirección y guión:
Phil Lord
Chris Miller
Intérpretes (v.o.):
Bill Hader
Anna Faris
James Caan
Bruce Campbell
Mr. T
John Lasseter revolucionó el mundo de los dibujos animados en 1995 con “Toy Story”. Desde entonces su productora Pixar, aparte de darnos un montón de películas maravillosas, junto con el declive de la Disney hace un decenio, ha provocado que cine de animación por ordenador desplace a la animación tradicional (mañana se estrena en Estados Unidos “Tiana y el sapo”, de Disney: la primera película de animación tradicional, dibujada a mano, realizada por una gran productora en cinco años. De su éxito depende que Hollywood vuelva a abrir las puertas a este tipo de animación o se las cierre por completo). Este desplazamiento se debe a que las productoras han visto lo rentables que son estos films, y varias de ellas tienen filiales de animación especializadas en ellos: DreamWorks Animation; Warner Bros. Animation; Walt Disney Feature Animation y Pixar, de Disney; Blue Sky Studios, de la 20th Century Fox; o Sony Pictures Animation.
“Lluvia de albóndigas” es el tercer largometraje de esta última, tras “Colegas en el bosque” (2006) y “Locos por el surf” (2007), y cuenta las desventuras de un joven inventor que crea una máquina que hace que llueva comida. Lo que empieza como la solución para el hambre en el mundo, acabará de forma catastrófica.
La película trata sobre la importancia de ser uno mismo, por mucho que los otros no te comprendan, de mantenerte siempre honrado contigo y de luchar por tus sueños. Esta historia ya se ha contado muchas veces (sin ir más lejos, “Kung Fu Panda” o “Monstruos contra alienígenas” eran parecidas), y ni su estructura ni la evolución de los personajes son muy originales, pero sus creadores han logrado que el film sea divertidísimo.

Los guionistas se han molestado porque todos los elementos encajen, por poca importancia que puedan tener al principio: el spray para hacer zapatos sirve para algo más al acabar la película, sucede lo mismo con el traductor del mono; las ávidas ratas aladas cumplen su función al final del metraje y todos los personajes principales tienen un cometido cuando se enfrentan a la albóndiga gigante (y aquí también explotan algo que ya habían introducido anteriormente: la alergia de la chica al cacahuete).
El humor es otra de las bazas del film. De vez en cuando llenan los planos con detalles muy simpáticos (la rata voladora que se lleva al niño, o la tele con patas); el laboratorio está montado con cachivaches (¡incluso hay un Simon!); y tiene gags muy buenos, mi favorito es el envío de un e-mail. También destacan los comentarios del presentador de televisión (sobretodo el que parodia las películas de catástrofes), y el alcalde corrupto (salido directamente de “Tiburón”).
Lo peor que tiene el film es un título demasiado simple, y que le está restando espectadores, y un doblaje terrible del protagonista por un tal Flipy.
Con “Lluvia de albóndigas” sus creadores (empieza con un curioso crédito donde dice que es una película de… muchas personas) se han centrado en contar una historia de la forma más efectiva posible, a pesar de que el contenido ya sea conocido. Y vaya si lo han conseguido: es emocionante y emotiva cuando lo tiene que ser, divertida la mayoría de las veces y muy espectacular. Puede que no suponga ninguna revolución en el mundo de la animación, pero sí garantiza un buen rato en el cine.
¿Por qué en España se empeñan en doblar las pelis de animación con pseudo-famosos, o actores que no tienen ni idea de doblaje?
Los resultados siempre son nefastos, y distraen muchísimo por irritantes…
Por otro lado, ¿realmente ya está contrastado que estas "colaboraciones" atraigan a más público..?