¡Oh, cuán lejos llegarás! [10]

Portada original de ¡Oh, cuán lejos llegarás!CUENTO
Oh, the Places You’ll Go!
(EE.UU., 1990, 44 páginas)
Dr. Seuss
El Dr. Seuss es un autor infantil popularísimo en Estados Unidos y Canadá. Tal vez sus libros más conocidos, gracias a las adaptaciones cinematográficas, sean “¡Cómo el Grinch robó la Navidad!”, “El gato en el sombrero” y “¡Horton escucha a quién!”. El Dr. Seuss murió en 1991, y su último trabajo publicado en vida fue “¡Oh, cuán lejos llegarás!” (1990), un librito que se vende como cuento infantil, pero que a mí me parece bastante más que eso.
   “¡Oh, cuán lejos llegarás!” se ha convertido en un regalo habitual en Norteamérica para jóvenes que acaban de terminar el instituto o la universidad, y he de reconocer que es un momento perfecto para leérselo. De hecho, el libro es tan bueno que es perfecto leérselo en cualquiera de las etapas de la vida: “¡Oh, cuán lejos llegarás!” es un manual de instrucciones para alcanzar tus sueños y vivir la vida que tú quieres.
   En el cuento el narrador, con rimas, le indica a un chico que va a comenzar la gran aventura de la vida todos los altibajos que le esperan y cómo tiene que hacer frente a las adversidades; y cómo gracias a su astucia, perseverancia y a saberse mover por la vida, ese chico acabará moviendo montañas.
   Este libro, en lo que se refiere a la vida, me parece bastante más sensato que toda la educación que recibí y todos los consejos que me dieron los adultos durante mis primeros 22 años, cuando me licencié y por fin dejé atrás la educación reglada. Me encanta la idea de que con tu cabeza y tus pies puedes elegir la dirección que quieras; que serás capaz de decir “no” a cosas que tienes claro que no quieres; y que si lo que lo que quieres no está en el lugar donde vives, pues te cambias de lugar.
   El ampliar horizontes (abandonar tu zona de seguridad) hace que logres cosas maravillosas, pero tienes que ser consciente de que puedes sufrir reveses sin previo aviso, y la única forma de superarlos es seguir adelante y seguir arriesgándote, contando con tu sabiduría para abrirte camino.
   Hay una parte, que me llega especialmente, que es el Sitio de Espera (“The Waiting Place” en inglés). El narrador le advierte al chico que tiene que evitar ese lugar a toda costa. Allí la gente simplemente espera a que pasen las cosas, y no hacen nada para que sucedan. Muchísima gente llama al Sitio de Espera la vida normal. A mí me parece que si te tomas la vida así, lo único que lograrás es que te alcance el cementerio sin que te haya dado tiempo a cumplir tus sueños.
   ¡Qué gran cuento! Lo voy a tener siempre a mano, para esos días en los que parece que todo se pone cuesta arriba.
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