Bright Star
(Reino Unido, Australia, Francia, 2009, 119 min)
Dirección y guión:
Jane Campion
Intérpretes:
Abbie Cornish
Ben Whishaw
Paul Schneider
Kerry Fox
Thomas Sangster
Jane Campion saltó al panorama internacional en 1993 gracias a “El piano”. La película ganó la Palma de Oro en Cannes, tuvo unas críticas excelentes, fue un éxito de taquilla y logró los Oscars a Mejor Guión Original, Mejor Actriz y Mejor Actriz Secundaria; y Jane Campion se convirtió en la segunda mujer en la historia nominada al Oscar a Mejor Director. Su carrera desde entonces no ha sido tan brillante: críticas tibias, recaudaciones pobres y muy pocos premios. Con “Bright Star”, ha recuperado el favor de la crítica, aunque el film ha pinchado el taquilla y apenas ha recibido galardones.
“Bright Star” cuenta los últimos años del poeta John Keats (Ben Whishaw), en los que se enamoró de Fanny Brawne (Abbie Cornish). La madre de Brawne (Kerry Fox) se oponía al romance porque Keats no podía mantener a su hija; al igual que Charles Brown, el mejor amigo del poeta (Paul Schneider), por miedo a que Keats perdiese la inspiración.
“Bright Star” me recordó a “
La cinta blanca”: una película meticulosamente dirigida, controlada hasta el más mínimo detalle; logrando la directora el producto final que buscaba. Pero tener el dominio creativo absoluto, y alcanzar el resultado deseado, no quiere decir que el film sea bueno.
Supongo que para el espectador medio, “Bright Star” sea menos frustrante que el film de Haneke, que hacía todo lo posible por sacarte de la película, pero sea igual de aburrido. Como en aquella, el estilo visual es impresionante y el reparto muy bueno. El público ideal de estos films son cinéfilos capaces de ver la forma de las películas (habrá snobs que digan que saben verla para poder justificar que les ha gustado, aunque no hayan hecho más que bostezar), y comprueben lo bien construidos que están los planos y dirigidas las escenas.
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Abbie Cornish |
“Bright Star” tiene planos bellísimos (algunos recuerdan a “El piano”), y la puesta en escena y la planificación son sobresalientes. Destacan las escenas con las mariposas, los paseos por el prado de lilas, Keats y Brawne disimulando a espaldas de la hermana pequeña, las escenas en el bosque, y Keats y Brawne separados por una pared. El film muestra muy bien que Brawne era una adelantada a su época, y tiene detalles muy buenos sobre la creación artística (Brown explicando que cuando los poetas miran a las paredes, en verdad están pensando; o el momento en el que se fija en el color de los ojos de Brawne).
Pero si a la de Haneke le faltaba sentido (porque “
La cinta blanca” no va del origen del nazismo) y tenía una evolución de los acontecimientos muy caprichosa, a “Bright Star” le falta claridad y pasión.
La cronología en “Bright Star” está muy mal contada, las idas y venidas de Keats y Brown son muy confusas, así como el enamoramiento de Brown o dónde viven los personajes. Pero lo peor que tiene la película es que Campion ha querido ser tan sutil con la historia de amor, que le ha quitado todo el fuego. No digo que tirara por el melodrama, pero es que ahora es imposible emocionarse con lo que pasa en la pantalla. Incluso al final, con situaciones muy dramáticas que deberían ponerte un nudo en la garganta, no sientes nada.
“Bright Star” es una naturaleza muerta: un cuadro precioso, pero sin vida.
Me preguntaba si el único que había bostezado profusamente viendo esta película había sido yo. Bueh, veo que no.