Cómo hablar con las chicas en las fiestas [6]
CUENTO
How to Talk to Girls at Parties
(Reino Unido, Estados Unidos, 2013, 28 páginas)
Neil Gaiman
Para promocionar la última novela de Neil Gaiman, «The Ocean at the End of the Lane«, que sale a la venta el 18 de junio (y que yo ya me he comprado), las editoriales británica y estadounidense del autor han decidido regalar un e-book con un cuento de Gaiman y un anticipo de la novela. El cuento está sacado de su colección «Objetos frágiles» («Fragile Things», 2006) y se trata de «Cómo hablar con las chicas en las fiestas» («How to Talk to Girls at Parties»), un relato entretenido e imaginativo que podía dar mucho más de sí.
Enn es un chico de quince años que no sabe cómo entablar conversaciones con las chicas en la fiestas (sólo ha besado a tres chicas en su vida, y encima todas eran amigas de su hermana), a pesar de que su amigo Vic, que es un ligón nato, le diga para quitarle importancia que las chicas son sólo chicas, que no vienen de otro planeta. Un día que Enn se está quedando en casa de Vic, los amigos van a una fiesta. Vic se liga a una en cuanto llega, y Enn decide forzarse a hablar con chicas. Lo que no saben los amigos es que se han equivocado de fiesta, y esas chicas no son normales.
El cuento está bien, pero no deja de ser una situación muy buena con muy poco desarrollo. Lo que más me gusta es cómo Gaiman caracteriza a su protagonista (está lleno de detalles geniales: lo incómodo que se siente junto a chicas, mientras su amigo se mueve como pez en el agua; la música que escucha —son finales de los 70—; cómo decide beber una bebida alcohólica), y cómo el pobre chico está tan preocupado en mantener conversaciones que no es capaz de darse cuenta de qué está pasando realmente.
Pero una vez que Enn habla con la primera chica, y tú ya sabes qué sucede, el cuento simplemente repite esa situación, con variaciones, claro está, con otras dos chicas. Las conversaciones son muy imaginativas, pero no hay más. Y es muy decepcionante cómo resuelve la situación Gaiman: parece que no se le ocurría nada más que contar, y con tres chicas ya tenía bastante; y en vez de crearse una trama partiendo de esa situación, simplemente acaba el cuento.
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