De la ceniza volverás [8]
Si alguien me preguntara, yo diría que Ray Bradbury, con 91 años, murió muy joven, porque seguía siendo un chaval en espíritu (aunque sabía reflexionar como un adulto). Y es que me cuesta encontrar un escritor tan apasionado por su trabajo, tan juguetón y tan honrado como Ray Bradbury, quien siempre escribió en los géneros que a él le gustaban, sin importarle lo menospreciados que estuvieran, con su único e inimitable estilo. (Para los que quieran conocer al Bradbury escritor les recomiendo “Zen en el arte de escribir”. No aprenderéis nada de técnica, pero Bradbury te transmite toda su pasión por la escritura y hace que tengas unas ganas tremendas de ponerte a escribir tus cuentos y novelas.)
El origen de “De la ceniza volverás” se remonta a 1945, cuando Bradbury escribió un cuento sobre una familia de monstruos llamada los Elliott (“La vuelta a casa”) que nadie quería publicar. Bradbury, desesperado, lo envió a la revista femenina “Mademoiselle”, y les gustó tanto que cambiaron la revista para poder publicarlo: decidieron editar un número especial en octubre de 1946 para celebrar Halloween. Y en ese número, el dibujante Charles Addams, que más tarde crearía la Familia Addams, hizo la ilustración que acompañaba al cuento de Bradbury. Bradbury y Addams decidieron que colaborarían en libro de cuentos, pero el proyecto nunca se llevó a cabo.
En 2000, cuando Addams ya había muerto, Bradbury rescató la idea del libro. Recopiló ocho cuentos sobre esa familia que había escrito y publicado a lo largo de los años y escribió nuevo material para encajarlos en un conjunto y ampliar el número de páginas para crear una novela; una vez dada forma, la ilustración original de Charles Addams de 1946 se convirtió en la portada. La novela llegó a las librerías en 2001, y en ella se ve perfectamente el espíritu joven y juguetón del gran Bradbury.
De los cuentos, me parecen obras maestras “La bruja errante” (es tierno y divertido lo que hace un espíritu, Cecy, para sentir el amor), “Al oeste de Octubre” (es divertidísimo por lo que tiene que pasar el abuelo-momia; todo el cuento es muy imaginativo; y Bradbury transmite muy bien lo que es ser un chaval y ser un abuelo), “En el Expreso de Oriente” (me encanta que un fantasma esté a punto de desaparecer porque la gente ya no cree en ellos; y cómo critica Bradbury a los intelectuales; y el homenaje que hace a los cuentos de fantasmas; y el final tan bonito que tiene), “El tío Einar” (éste es de mis favoritos: divertidísimo y con un final tan ingenuo que es genial. Trata de un vampiro que se ha casado y lleva una vida normal, y ya no puede volar por miedo a que lo descubran, y se siente muy frustrado).
Y me gustan mucho “La vuelta a casa” (Bradbury presenta una reunión familiar, y Timothy, que es un niño humano, se siente fuera de lugar y quiere ser como ellos, aunque no puede. Cuando Timothy se pone a volar con el tío Einar es genial), “Apresúrate a vivir” (me encanta cómo Bradbury le da vuelta a la muerte: la familia espera la resurrección de una chica muerta siglos atrás), y “El viajero” (Cecy demuestra lo mucho que vale deshaciéndose de un familiar no deseado).
Del conjunto me gusta lo bien que transmite Bradbury la emoción infantil de Timothy, y lo raro que se siente; y lo bien que plasma la alegría; y el tema de que estos tiempos son muy escépticos y la gente es demasiado racional y la familia corre el riesgo de desaparecer; o lo idiota que se ha vuelto la gente con la televisión. Y que la familia seguirá existiendo y que Timothy ha encontrado lo que realmente quiere ser.
Y luego está su estilo, que me sorprende que me guste (y me gusta mucho) porque no me gusta la poesía: Bradbury es muy poético, y logra pasajes y pasajes que son un torbellino de imágenes y emociones, sin que sepas muy bien visualizar qué está pasando, pero que tienen tanta fuerza que te meten por completo en el mundo de los Elliott.
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