Le capital
(Francia, 2012, 114 min)
Dirección:
Costa-Gavras
Guión:
Costa-Gavras
Karim Boukercha
Jean-Claude Grumberg
Intérpretes:
Gad Elmaleh
Gabriel Byrne
Natacha Régnier
Céline Sallette
Liya Kebede
Costa-Gavras ganó fama internacional en 1969 con el thriller “Z”, y desde entonces se ha forjado una sólida carrera como uno de los directores políticos más importantes y longevos del mundo. Ahora, con casi 80 años, Costa-Gavras arremete contra los grandes banqueros en “El capital”, una película que de sutil no tiene nada, pero que funciona precisamente por lo mal que nos caen los banqueros a la mayoría.
De forma inesperada, Marc Tourneuil (Gad Elmaleh) logra hacerse con la dirección del Banco Phenix. Al poco de llegar al cargo, descubrirá que le rodean tiburones en su mismo bando que lo quieren despellejar, y tiburones en Estados Unidos que quieres hacerse, mediante triquiñuelas, con el poder del banco. Y mientras Marc lidia con unos y otros, cada vez se hace más cínico y más apegado al dinero.
Con “El capital” parece que Costa-Gavras estaba más interesado en endilgarle el mensaje al espectador que en crear una narración completamente coherente. La película va muy deprisa, y por consiguiente, también la evolución del protagonista, lo que a veces provoca situaciones muy básicas y difíciles de creer. En este sentido, destaca la relación de Marc con su mujer, que en la película parece que está completamente ciega y solo sirve para demostrar lo despreciable que se está volviendo él; y la relación con la modelo, que ésa sí que es inverosímil, añade muy poco al conjunto y es lo peor de toda la película.
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Gad Elmaleh |
En cuanto a los tejemanejes de los banqueros, hay algunos que son brillantes y hay otros muy confusos. El principio narrativamente es excelente por lo bien que te muestra a muchos personajes; el golpe de efecto que da Marc para despedir al 10% de la plantilla es genial (parece que se ha vuelto bueno, pero demuestra ser un banquero de tomo y lomo); y las triquiñuelas de los americanos para hacerse con Phenix están muy bien explicadas (parece demencial, pero en el documental “Inside Job” demostraban que los banqueros hacían cosas parecidas simplemente para ganar más dinero). Pero el clímax es bastante confuso, sobre todo saber quién se ha llevado el dinero de las cuentas de los paraísos fiscales (creo que sé quién es, pero sólo lo nombran y no estoy seguro de que sea el personaje que yo pienso).
Pero Costa-Gavras, y su protagonista, te conquista por el cinismo que recorre todo el film. Curiosamente, Marc es odioso (y salvo su mujer, todos los personajes), pero la película siempre es interesante. Además del citado golpe para despedir a personal, aquí brillan con luz propia el discurso que le suelta Marc a su tío, que se cabrea porque su banco teniendo beneficios despidió al 10% (y eso que el pobre tío no sabía que su sobrino se enriqueció con los despidos), la relación de Marc con la joven idealista que quiere desenmascarar el funcionamiento de la banca, o el final en el que Marc, sin ningún rubor, dice la pura verdad: roba a los pobres para dárselo a los ricos.
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