El niño 44 [3]
NOVELA
Child 44
(Reino Unido, 2008, 400 páginas)
Tom Rob Smith
Child 44
(Reino Unido, 2008, 400 páginas)
Tom Rob Smith
Tom Rob Smith debutó en 2008 con «El niño 44», un thriller sobre la caza de un psicópata en los años 50 en la URSS. La novela estuvo entre las 14 pre-seleccionadas para el Man Booker Prize (algo así como el Premio Planeta británico), tuvo buenas críticas y fue un éxito, y dio lugar una trilogía con el mismo protagonista, y a una película de Hollywood que se estrena esta primavera.
No está nada mal para una primera novela; pero estaría mejor si además de todo eso, fuera buena.
Leo Demidov es un agente de la MGB (la agencia de inteligencia soviética) que tiene un amor ciego por su país y su líder. Pero Leo comienza a dudar de su trabajo cuando descubre que un hombre inocente es torturado y condenado, y que a lo largo del país están apareciendo cadáveres de niños, y que nadie hace nada por detener al culpable. Leo se obsesiona con el caso, hasta poner en peligro la vida de su mujer Raisa y la suya propia.
«El niño 44» es una pena, porque tiene cosas estupendas, pero una trama terrible. Smith transmite muy bien la angustia y paranoia general del país, donde cualquiera te podía denunciar simplemente para quedarse con tu piso, y casi con toda seguridad acababas condenado; y tiene una forma muy original de hacer avanzar la historia: te presenta a un personaje, que no sabes muy bien quién es, y después de unas páginas, le pasa algo que encaja en el conjunto. Pero la historia de Leo Demidov está desarrollada con muy poco cuidado, buscando constantemente el golpe de efecto y subiendo la tensión como sea, y olvidándose por completo del sentido común.
El cambio inicial de Leo es demasiado precipitado. Tras mostrarte que cree ciegamente en la URSS, el hombre cambia después de ver una confesión amañada. Eso es como que alguien más papista que el Papa, se hace ateo de la noche a la mañana porque le han dicho que Dios no existe. Me parece que la novela debería empezar con Leo dudando del sistema.
En ese inicio, es muy torpe cómo Leo se cuela en el interrogatorio que le hace cambiar de parecer. Smith te muestra que la URSS era una máquina tremendamente organizada de represión, miedo y muerte, y que en los interrogadores de la Lubyanka eran expertos en lograr confesiones. Justo después de eso, resulta que el jefe de Leo le pide a él, que nunca ha interrogado a nadie, que interrogue al sospechoso que acaba de detener. Y no solo eso, el archienemigo de Leo también estará en el interrogatorio. Pero bueno, si eso era así, que cualquiera sin experiencia podía interrogar, lo que eran en la Lubyankan eran unos chapuzas.
Leo cae enfermo, y en un determinado momento su mujer Raisa lo defiende de un médico con ganas de sacar tajada. Mucho más tarde, te enteras de que la mujer odia a Leo, y que si está con él, es por miedo. ¿Pero cómo es posible que no aprovechara a denunciarlo cuando Leo estaba en la cama medio muerto?
En un giro demencial, cuando Leo se recupera, su jefe de la MGB le pide que investigue a su mujer, que es sospechosa de ser espía. ¿Pero cómo es posible que le pidiera eso? Smith lo quiere justificar diciendo que Leo también estaba vigilado, y así lo ponían a prueba. Lo suyo sería que mandaran a un agente a vigilar al matrimonio.
Más tarde Smith es muy poco honrado cuando Leo se debate entre denunciar a Raisa, y salvarse él y sus padres, o declararla inocente, y meterse en un buen lío. Es poco honrado porque justo antes de que conteste, Smith te pone los pensamientos de Leo (están en tercera persona, pero son sus pensamientos), y éste está justificando denunciar a su mujer, pero acto seguido, cuando abre la boca, la declara inocente.
Luego Smith juega con que van a mandar al matrimonio a un Gulag, pero no, simplemente trasladan a Leo a otro sitio de la URSS. Allí se lleva a matar con su nuevo jefe, Nesterov, y tras descubrir a otro niño asesinado (es muy torpe que Leo, con lo inteligente que es, no se haya dado cuenta de sus propias huellas), y tras una pelea a puñetazos, Nesterov le lleva a su casa, y allí Leo le pide ayuda para detener al asesino. Para más inri, Nesterov se implica. Tenían una forma curiosa de pedir ayuda y hacer amigos los soviéticos…
Nesterov se pone a investigar el caso, y descubre que al menos 44 niños han sido asesinados, y lógicamente se preocupa por sus hijos pequeños. Su mujer está al tanto de la investigación, y también se preocupa. Pero como son muy despistados, dejan que uno de sus hijos se pierda en una playa estando de vacaciones… Vamos hombre, esto es una trampa para subir la tensión.
En el pueblo hay una caza de brujas de gays, y Leo da con un sospechoso que trabaja en un hospital. Da con la pista mostrándole fotos de sospechosos a un niño en un orfanato, y el chico le señala a uno que se le parece. Resulta que el sospechoso es un médico que Leo conocía. ¿Pero cómo es posible que Leo no viera el parecido, y solo se diera cuenta cuando fue a buscarlo a su casa?
La segunda parte de la novela es demencial. Smith quiere juntar la trama del psicópata con la de los dos niños del principio, y para hacerlo, utiliza la lógica de «como te gusta el arroz con leche, te paso un ladrillo por debajo de la puerta». Leo y Raisa saben que los agentes les están pisando los talones, y que si los detienen, o les matan o les mandan al Gulag; y en vez de poner pies en polvorosa, o al menos intentarlo, se adentran en la boca del lobo porque quieren esclarecer los crímenes. No tiene ningún sentido.
Solo se me ocurren dos maneras para justificar la obsesión de Leo con los crímenes (se pueden utilizar variaciones). La primera es que el asesino matara a su hijo al principio, y encontrarlo fuera para él algo personal; y la segunda que el asesino matara al hijo de su mejor amigo, y éste acabara suicidándose al ver que el Estado no hacía nada. Entonces sería también algo personal. Y para justificar que no huyera y quisiera encontrar al asesino, sería necesario que la MGB pensara que Leo era el psicópata, y así al final el protagonista mataría dos pájaros de un tiro: detendría al criminal y limpiaría su nombre.
Tom Rob Smith directamente no justifica nada.
En esa parte no tiene lógica que Leo y Raisa acaben en un mismo vagón de tren; que la gente del vagón, aún sabiendo que posiblemente los maten por hacerlo, les ayuden a escapar (la «lógica» es que si Leo escapa, podrá detener a un psicópata… como si eso fuera lo que más preocupara a los prisioneros); que los matones después de intentar matar a Leo, decidan ayudarlo; o que Leo recobre las fuerzas de forma milagrosa para salvar a Raisa. Y tampoco tiene sentido que la gente del pueblo, también utilizando la «lógica» del tren, decida arriesgarse para ayudar al matrimonio; o que Nesterov sea capaz de darle a Leo una información importantísima burlando a los de la MGB de una forma muy tonta.
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