Fantástico Sr. Fox [7]
Fantastic Mr. Fox
(EE.UU., Reino Unido, 2009, 87 min)
Dirección:
Wes Anderson
Guión:
Wes Anderson
Noah Baumbach
Intérpretes (v.o.):
George Clooney
Meryl Streep
Jason Schwartzman
Bill Murray
Michael Gambon
Willen Dafoe
Owen Wilson
Brian Cox
Adrien Brody
Wes Anderson
Wes Anderson
“Donde viven los monstruos” y “Fantástico Sr. Fox” tienen más de un punto en común. Las dos están basadas en cuentos infantiles; las dos están dirigidas por dos directores americanos muy personales; las dos tienen mucho prestigio; las dos se han pegado un batacazo en taquilla por tener un público muy difícil. Y las dos me gustan.
“Fantástico Sr. Fox” está basada en un relato de Roald Dahl y narra las andanzas de un zorro, el Sr. Fox, que roba a tres granjeros. Un día los granjeros se cansan de él y deciden ir a matarlo, lo que acarreará problemas al Sr. Fox, su familia, y sus vecinos. El film es una película de animación hecha con la técnica del stop motion, esa en la que mueven un poquito el muñeco, graban un fotograma, y mueven otro poquito el muñeco para simular movimiento; y para conseguir un segundo de película tienen que mover 24 veces la figurilla. Un rodaje de este tipo tiene que ser pesadísimo, tal vez por ello Wes Anderson vivía en París mientras la película se rodaba en Londres, y les mandaba a los animadores videos con el móvil de él escenificando la puesta en escena. Esto, que suena muy mal, no es tan raro en este tipo de películas: Tim Burton delegó en Henry Selick la realización de “Pesadilla antes de Navidad”, y es Selick quien aparece como director; y más tarde en Mike Johnson la de “La novia cadáver”, acreditado como co-director. Selick iba a ser el director de animación de “Fantástico Sr. Fox”, pero se salió del proyecto para dirigir “Los mundos de Coraline”, y lo sustituyó Mark Gustafson.
La película dura demasiado para lo que cuenta, y se nota que está hinchada para que diera para un largometraje. Tarda mucho en empezar, sobre todo porque Anderson no indica que el Sr. Fox sigue con ganas de matar animales, y durante los primeros minutos no se sabe muy bien hacia donde va aquello. A mitad hay parones (la canción, cuando nombran a los animales en latín, el brindis), y hay subtramas (como la de la corbata, que no está muy justificada), que sirven para meter más minutos. Luego hay problemas de coherencia: los animales pueden llegar a las granjas, pero no se deciden a salir del subsuelo; y la pirueta para que el hijo del Sr. Fox se redima está demasiado pillada por los pelos.
Pero el film funciona gracias a un diseño de producción excelente, la puesta en escena (por mucho que fuera a través de móvil) y su humor. Visualmente tiene mucho encanto por el stop motion (es mucho más basto que el de los films de Burton, pero no importa), el diseño de los personajes, los decorados y la fotografía anaranjada. Anderson compone muchos planos frontales casi simétricos, con los personajes mirando al frente, y funcionan. Y con el humor, me temo que o conectas con el director o no. A mí me encantaba cómo enlazaba diálogos con personajes que no podían hablar entre sí; o los apartes del niño mirando la televisión; o los comentarios sobre las galletas con nuez moscada. O el perro rabioso. O la presentación de los granjeros, que es de lo más imaginativo que tiene el film. O la rata (aparece en un par de escenas geniales). O el pasamontañas hecho con un calcetín. O la alambrada electrificada.
Al igual que hacía con “Donde viven los monstruos”, no me atrevo a recomendar esta película a nadie. Dudo que los niños entiendan el humor y no les parecerá muy emocionante; y los adultos la verán una película infantil. Allá ellos.
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