Habemus Papam [6]

Cartel de Habemus PapamHabemus Papam
(Italia, Francia, 2011, 102 min)
Dirección:
Nanni Moretti
Guión:
Nanni Moretti
Francesco Piccolo
Federica Pontremoli
Intérpretes:
Michel Piccoli
Nanni Moretti
Jerzy Stuhr
Renato Scarpa
Margherita Buy
Franco Graziosi

 

De Nanni Moretti no he visto mucho cine, pero siempre me ha parecido que le quedan mejor las películas-diario, en las que abiertamente se mira el ombligo (“Caro diario” y “Abril”), que las que tienen una narración convencional (“La habitación del hijo”). Y que es Moretti es un director muy ingenioso, que tiene ideas muy buenas y consigue grandes momentos aislados; pero que tiene problemas para desarrollar una historia de principio a fin. Y eso se ve muy bien en esta película.
   Tras la muerte del Papa, el cónclave se reúne en el Vaticano para nombrar a uno nuevo. Sorprendentemente, el elegido es el cardenal Melville (Michel Piccoli), quien tiene un ataque de pánico cuando tiene que salir a saludar a los fieles. El Vaticano, sin que se filtre nada a la prensa, consigue a un psiquiatra (Nanni Moretti) para que trate al nuevo Papa. Y el Papa, tras mantener una conversación con el psiquiatra, se planteará su futuro.
   La premisa de “Habemus Papam” es genial, al igual que Piccoli descubra qué es lo que realmente le gusta en la vida. Tiene mucha gracia cómo Moretti muestra que la prensa no se entera de nada aunque lo tenga delante de sus narices; también lo tiene el sustituto que ponen para que nadie se dé cuenta de la ausencia del Papa (aunque esta idea no está explotada del todo); o cómo hace Moretti que los cardenales pasen el tiempo, que es divertidísimo. Visualmente tiene unos planos muy buenos de la Plaza de San Pedro abarrotada de gente (algunos rodados desde al interior del Vaticano) y unos decorados construidos en Cinecittá impresionantes.
Michel Piccoli en Habemus Papam
Michel Piccoli

Pero la película peca de ser muy blandita. Los cardenales son todos como niños pequeños bonachones, que no muestran ni una pizca de maldad, y que se desilusionan cuando ven lo mal que se pagaban sus apuestas por ser el nuevo Papa y sólo se cabrean al perder a las cartas.

   Esto no tiene nada que ver con lo que ha dicho cierta crítica, que critica “Habemus Papam” porque Moretti no da caña al Vaticano. Qué estupidez, que seas de izquierdas –como lo es Moretti- y que hagas una película en el Vaticano no significa que tengas que criticar a la Iglesia católica. Es lo mismo que le pasó a Oliver Stone cuando dirigió “World Trade Center” y lo criticaron porque esa película no tenía carga política. El problema de “Habemus Papam” es que nadie se cree a esos cardenales.
   De hecho, al pintar a todos los cardenales tan buenos que ninguno quiere ser Papa, le quita fuerza al personaje de Piccoli. Piccoli debería estar presentado primero, dejando claro que él sí que no quería ser Papa, mientras que algunos de sus compañeros sí querían. También, al conocer muy poco al personaje de Piccoli al principio, su cambio es demasiado brusco: con un par de sesiones, encuentra su pasión, y le es muy fácil seguirla (además de que no tiene ningún sentido que saquen al Papa del Vaticano, su huída es muy torpe, y la escena del teatro no tiene ningún sentido -¿por qué aplauden todos si no le conocen?-).
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