Anonymous [6]

Cartel de AnonymousAnonymous
(Reino Unido, Alemania, 2011, 130 min)
Dirección:
Roland Emmerich
Guión:
John Orloff
Intérpretes:
Rhys Ifans
Vanessa Redgrave
David Thewlis
Sebastian Armesto
Jamie Campbell Bower
Joely Richardson
Rafe Spall
Edward Hogg
Derek Jacobi

 

Cuando me enteré de este proyecto, tuve que mirar dos veces quién era el director. Me parecía increíble que Roland Emmerich, al que le encanta romper cosas, estuviera rodando un film sobre Shakespeare. Lo primero que pensé fue que lo que haría Emmerich sería que durante el estreno de “Hamlet”, un meteorito cayera sobre Londres y lo partiese en dos. Pero no, “Anonymous” trataba de que William Shakespeare, el dramaturgo en lengua inglesa más importante de la historia, no había escrito ni una sola palabra de sus obras de teatro. Así es cómo vendían el proyecto y cómo publicitan ahora la película, aunque “Anonymous” no va de eso.
   Durante el reinado de la reina Isabel I de Inglaterra (Vanessa Redgrave y Joely Richardson), el joven dramaturgo Ben Jonson (Sebastian Armesto) es encarcelado por ocultar unas obras que Robert Cecil (Edward Hogg), un consejero de la Reina, busca. Jonson es liberado gracias al Conde de Óxford (Rhys Ifans), quien le pone como condición para no volver a la cárcel que ponga en escena obras que él, el conde, ha escrito, pero que lo haga diciendo que esas obras son de Jonson. Jonson duda mucho qué hacer. El día del estreno de la primera obra es un éxito, y cuando el público reclama al autor, un actorcillo, William Shakespeare (Rafe Spall), se apunta el tanto firmando el manuscrito y saliendo a saludar como el autor. La fama de Shakespeare sube como la espuma, lo que le da pie al conde a utilizar sus obras para ganar influencia en la corte.
   “Anonymous” es visualmente muy bonita, pero narrativamente muy confusa. Durante buena parte, lo que mantiene la atención del espectador es el excelente diseño de producción que tiene y escenas que son muy potentes por sí mismas, porque muchas veces cuesta saber por dónde va la película.
   Narrativamente, el gran problema de “Anonymous” es que le da la misma importancia a dos historias, cuando está claro que una es mucho menos importante que la otra. El núcleo de “Anonymous” es la vida del conde, cómo utilizó el teatro y se manejó por las intrigas palaciegas, y su relación con la Reina. En este sentido, casi podría decirse que ésta sería la tercera parte de las películas de Shekhar Kapur sobre la reina Isabel I (“Elizabeth” y “Elizabeth: la edad de oro”), porque aquí la monarca ya es anciana y la gran diferencia sería que Isabel es un personaje secundario (por cierto, es una idea muy buena utilizar a Vanessa Redgrave y Joely Richardson, que son madre e hija en la vida real, para interpretarla en distintas épocas).
Joely Richardson y Jamie Campbell Bower en Anonymous
Joely Richardson y Jamie Campbell Bower

Lo que hace muy difícil seguir esta trama, además de identificar a los múltiples personajes, es que desde un principio parece que van a centrarse en la verdadera autoría de las obras de Shakespeare, cuando eso es un elemento muy secundario. El comienzo en Broadway con Derek Jacobi es muy bueno por cómo te mete en la historia -y no podían haber elegido a un actor más idóneo-. Los primeros minutos, ya en el siglo XVI, también son excelentes. El problema viene cuando comienzan los flashbacks, porque en cuanto aparecen son incomprensibles, aunque más tarde te das cuenta de que son de lo que realmente va la película.

   La parte de Shakespeare, que es casi una anécdota que sirve para avanzar la otra trama, es confusa porque hay demasiados personajes y porque Emmerich resalta elementos que después no tienen importancia (cómo es realmente Shakespeare da un poco igual y las puestas en escena de las obras, sobre todo las primeras, cuando todavía no se sabe la influencia que tiene el conde sobre el público, son demasiado largas).
   La segunda hora está mejor, porque entiendes toda la narración. Es genial cómo utiliza el noble el teatro y te sorprendes por lo enrevesada que era toda la trama entre el conde y la Reina (aunque es un poco estúpido cómo la Reina averigua quién es su hijo). Y acaba con una ironía muy buena: ese noble no pudo ascender en la corte por seguir su pasión, la escritura, pero sí alcanzó la inmortalidad, aunque fuera de forma anónima.
2 comentarios
  1. Daniela Campos
    Daniela Campos Dice:

    Es una película muy interesante, en especial porque se trata del gran escritor William Shakespeare, me encantó el guión de esta secuencia, yo la acabo de ver en HBO Online sólo porque me daba curiosidad conocer ese mito que hay otro autor detrás del famoso dramaturgo y quedé muy satisfecha.

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