Invencible [3]

Poster original de Invencible
Unbroken
(EE.UU., 2014, 137 min)
Dirección:
Angelina Jolie
Guión:
Joel Coen
Ethan Coen
Richard LaGravenese
William Nicholson
Intérpretes:
Jack O’Connell
Domhnall Gleeson
Garrett Hedlund
Takamasa Ishihara
Finn Wittrock  

Para su segunda película como directora, Angelina Jolie se rodeó de talentos. Las primeras versiones del guión las escribieron William Nicholson, el guionista de «Gladiator«, y Richard LaGravenese, el de «Los puentes de Madison», y cuando Jolie asumió la dirección, los hermanos Coen escribieron las versión definitiva. La directora puso al frente de la fotografía a Roger Deakins, que es uno de los directores de fotografía más prestigiosos de Hollywood; y del montaje al montador de Ang Lee, Tim Squyres; mientras que para la banda sonora contrató a Alexandre Desplat, quien ya tiene 8 nominaciones al Oscar.
   Antes de que se estrenara, y viendo la impresionante pinta que tenía, «Invencible» sonaba muy fuerte para los Oscars; hasta que se estrenó, y las críticas fueron tibias. Y es que el empaque de «Invencible» es sobresaliente, pero como película no vale gran cosa.
   «Louie» Zamperini (Jack O’Connell) es un atleta olímpico que durante la Segunda Guerra Mundial lucha como bombardero, atacando enclaves japoneses. En una misión, su avión es derribado, y del ataque solo sobreviven otros dos soldados más. Tras pasar muchos días a la deriva en alta mar, Zamperini es rescatado, pero por los japoneses, y lo que resta de guerra se lo pasará en campos de prisioneros, sobreviviendo como buenamente pueda.
   ¡Dios mío, hacía mucho tiempo que no me aburría tanto en un cine! Angelina Jolie es una gran actriz, pero como directora, aunque sabe componer planos muy bonitos y crear buenas escenas independientes, tiene serios problemas para contar una historia. Viendo el material del que partía, «Invencible» prometía ser un torrente de emoción; pero la emoción que más me provocaron sus dos interminables horas fue tedio.
Jack O'Connell en Invencible
Jack O’Connell

El principio, sin ser muy emocionante, con los ataque aéreos y los flashbacks de niñez y de atleta, está bien (aunque como Jolie cambia demasiado pronto de escenas, no sabes quiénes son los niños con los que se pelea, ni por qué es tan importante para el protagonista triunfar). Pero la película se vuelve insufrible cuando se queda a la deriva en alta mar, y ya no remonta.

   Los grandes problemas que tiene son que nunca acabas de conocer al protagonista, y por lo tanto, te da igual lo que le pueda pasar; que Jolie muchas veces no prepara momentos (un ejemplo es cuando la familia se piensa que ha muerto); y que el grueso del film es una desgracia tras otra, en donde el protagonista lo único que hace es aguantar como puede, y donde te cuesta ver una evolución: todos los acontecimientos son terribles de principio a fin, y no tienes ni idea de cuándo se puede acabar. El único pensamiento que me provocaba ver tanto sufrimiento era «Este hombre es el pupas».
   A los compañeros prisioneros les confundes, porque no tienen ninguna entidad y no se crea ningún sentimiento de compañerismo, y siempre te falta la motivación que tiene el protagonista para sobrevivir (aparte de la básica). ¿Por qué quiere regresar a casa, si no conoces bien a su familia? No es una película sobre el perdón, porque en ningún momento se plantea poder perdonar a sus captores; ni siquiera sobre la esperanza de un futuro mejor; o sobre perdonar para cumplir los sueños. No es nada de eso porque jamás conoces el interior del personaje; jamás conoces lo que le motiva para seguir vivo.
   Al acabar de verla me planteaba por qué «Cuando todo está perdido«, esa película en la que solo aparece Robert Redford, funcionaba mucho mejor. Con ese film, «Invencible» comparte un protagonista que apenas conoces, metido en una situación límite, donde se suceden las desgracias. Creo que esa película es infinitamente mejor porque Robert Redford es mucho mejor actor que Jack O’Connell, y te transmite mucho más, incluso sin hablar; en que ahí ves una evolución clara de los acontecimientos (es muy obvio que cada vez va a peor), e intuyes que va acercándose el final («Invencible» se podía acabar en cualquier momento, o durar una hora más); y en que Robert Redford no es un hombre pasivo, esperando que acaben sus desventuras, sino que hace todo lo posible para salvarse. Ya sé que al protagonista de «Invencible» no le quedaba más remedio que ser pasivo y aguantar, pero tendría que verse que algo le daba fuerzas para no derrumbarse.
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