La chica de al lado [9]

The Girl Next Door
(EE.UU., 1989, 370 páginas)
Jack KetchumSi vas a la página de Jack Ketchum (http://www.jackketchum.net/), lo primero que encuentras es esta cita:
“¿Quién es el hombre que más miedo da en Estados Unidos? Probablemente Jack Ketchum.”
Lo dice Stephen King. Y gracias a él descubrí a este autor. No sé si agradecérselo u odiarle por ello. En “Secret Windows” (2000), una rareza de entrevistas y escritos de Stephen King, aparecía la introducción que había escrito en 1995 para esta novela. “La chica de al lado” es un libro sobresaliente, pero durísimo de soportar. Horrible es la palabra adecuada para describirlo.
Ketchum se inspiró en el caso de Sylvia Likens, (si no sabes qué pasó, búscalo bajo tu propio riesgo), un crimen que estremeció a Estados Unidos en los años 60. La edición que tengo, una de 2008 de la editorial Leisure Books, incluye dos cuentos, una entrevista con Ketchum y los guionistas de la película (realizada en 2007) y unas notas de Ketchum sobre cómo escribió la novela.
En las notas, Ketchum cuenta cómo ese crimen le obsesionó durante años, pero como desconocía cómo era Indiana en esa época, estado donde ocurrieron los acontecimientos, decidió trasladar la acción a Nueva Jersey en 1958, donde él pasó su infancia. El cambio (también están cambiados los nombres, y por increíble que parezca, están rebajadas las vejaciones) le permitió estructurar la acción y añadir personajes para que funcionara como novela. Y vaya que si funciona: lamentas que sea tan efectiva.
El protagonista es David, un adulto que echa la vista atrás (está narrada en primera persona) para recordar lo que sucedió cuando era un chaval de 12 años. En verano de 1958 llegan al barrio Meg y Susan, unas chicas que acaban de perder a sus padres en un accidente de tráfico, y que van a vivir con los Chandler, de las que son familiares lejanos. Los Chandler son los vecinos de David, y la cabeza de familia es Ruth, una mujer resentida porque su marido la ha abandonado, dejándola con tres hijos, y ahora con dos bocas más que alimentar.
A lo largo del verano, David acaba enamorándose de Meg, que es tres años mayor que él. Un día Meg le confiesa que tiene miedo de los Chandler, por cómo la tratan a ella y a su hermana. David le quita importancia, sin saber que lo que pasará durante las siguientes semanas en casa de sus vecinos lo marcará de por vida.
Durante los primeros capítulos, Ketchum hace que los personajes sean de carne y hueso, y los coloque en una época muy específica: Eddie Fisher y Liz Taylor salen en las revistas, David y sus amigos son fans de Elvis, les encantan los comics de terror y fardan porque han visto las fotos de Jayne Mansfield en “Playboy”, aunque se mueren por ver tetas al natural. Son chavales que están a punto de entrar en la adolescencia.
El matrimonio de los padres de David está hundiéndose, y eso provoca que David se distancie de ellos. Ruth Chandler trata a sus hijos y a los amigos de sus hijos, de parecida edad que David, de forma especial. Les da cervezas, siempre que mantengan la boca cerrada, y les permite hacer cosas que el resto de los padres no permitirían. Y David, sin poder evitarlo, se enamora locamente de Meg (hay un par de escenas preciosas, que no desentonarían en una novela romántica: la presentación de Meg en el río, y la escena de David y Meg montados en una atracción de feria).
Pero desde el principio, Ketchum introduce notas discordantes: la novela se abre con una pregunta “¿Piensas que sabes lo que es el dolor?”, el dolor es lo que te espera en las siguientes páginas. Tras la apariencia de normalidad que proyecta el barrio, se esconde algo muy oscuro, algo que Ketchum va presagiando: lo cerrado que es el vecindario (es una calle sin salida), cómo Woofer alimenta a las hormigas con gusanos vivos, el desequilibrio de Eddie (coge culebras con la boca); el Juego en el huerto de manzanos, o que Ruth no es tan simpática con Susan y Meg.
Toda esta preparación le sirve a Ketchum para crear un mundo muy real, con personajes tridimensionales, y justificar todo lo que viene en la segunda parte, la que es espeluznante. David es muy pasivo, y durante páginas y páginas no sabe qué hacer: por una parte sería traicionar a Ruth y sus amigos; por otra, sus padres no le hacen caso; y por otra, tiene miedo de que lo consideren cómplice.
Ketchum, que sabe mucho de narrar historias, se preocupa porque haya una evolución de los acontecimientos y pausas. El descenso a la locura de Ruth es alucinante (hay detalles muy buenos sobre cómo caminaba y su mirada), logrando que lo que hace, para ella y varios personajes, tenga lógica.
Ketchum va alternando momentos muy desagradables, que van aumentando en intensidad, con páginas de calma, para que el lector pueda respirar durante unos momentos. Y luego vuelve a la carga, con escenas todavía más duras. Las pausas están en consonancia con la personalidad de Ruth y la de David; y como siempre hay un resquicio para la esperanza, que David decida actuar, sigues leyendo. Muchas veces te arrepientes de hacerlo, porque te espera un mazazo aún más grande que el anterior.
Ketchum logra que las reacciones de David sean tan verosímiles y que todo parezca tan real (Meg nunca pierde su humanidad), que contesta a la pregunta que nos hacemos cuando descubrimos qué pasó con Sylvia Likens: ¿cómo fue posible esa barbaridad?
“La chica de al lado” es impresionante. Pero que sepas que si decides leerla, vas a pasar momentos terribles. El que avisa no es traidor.
Maldita sea la hora en que indagué en INternet sobre Sylvia Likens.
¡Te avisé!
Al leer tu crítica sobre esta novela me entró la curiosidad y saqué el libro de la biblioteca. Lo estoy leyendo y digo: -ésto me suena.
Claro que me suena. Me acabo de acordar de una película que vi que se llama "An american crimen" y que está basada en este caso, aunque creo que con algunas desviaciones con respecto al libro. Si no has visto la película te la recomiendo porque es buenísima y la actriz que interpreta a Ruth es magnífica. El libro me está gustando mucho aunque ya sepa de qué va. Saludos.
Gracias por tu recomendación, aunque no sé yo si me apetece volver a meterme en esta historia. "An American Crimen" (2007) está basada en el crimen verdadero, el de Sylvia Likens, y la que hace de mala es Catherine Keener, que es una actriz como la copa de un pino.
"La chica de al lado" es una versión muy cambiaba de esa historia (cambia la época y el lugar, los nombres, y varios acontecimientos). Existe una película basada en la novela: "The Girl Next Door", que también es de 2007. Para el que tenga estómago.
¿Permites que se te cite en páginas de opiniones, como puedan ser Ciao, Dooyoo, y otras por el estilo?
Sí, claro. Esto va un poco para todos: si te gusta mucho una crítica o un artículo, puedes enlazarme desde esas páginas sin preguntarme. Incluso puedes coger algún párrafo entero, para que se vea una muestra, y enlazarme sin preguntarme. Si quieres publicar entero un artículo o una crítica en esas páginas (o tu blog), pídeme permiso, que es muy probable que te lo dé.
Gracias por seguir mi rincón, y gracias por preguntar primero.
hola, buf! he visto la pelicula (an american crime) esta semana y estoy tan impactada que no puedo parar de buscar cosas en internet sobre el caso, no entiendo cómo pueden salir "casi impunes" los culpables de algo así, lo sabía casi todo el barrio y nadie hizo nada, no lo entiendo, estoy tan horrorizada, no podían tener tanto miedo a la gertrude, lo que pasa que eran todos igual de malos, buf! de verdad que estoy muy impresionada y no encuentro desahogo, gracias por vuestro tiempo
A mí me pasó lo mismo cuando descubrí el caso. Cuando me leí la novela ya había asimilado todo, y la experiencia no fue traumática del todo. La mayor ironía es que a la asesina la consideraban como a una madre en la cárcel.
Hola, gracias por la respuesta. ¿Hay algún artículo de su vida en prisión? Me gustaría saber qué ha sido de ellos. De Coy he leído que ahora está casado y tiene hijos, y de Paula cuando salió se cambió el nombre.
Te recomiendo la Wikipedia, pero en inglés, y después sigues enlaces. En la página de Gertrude Baniszewski (http://en.wikipedia.org/wiki/Gertrude_Baniszewski) es donde ponen que era una presa modelo y que la consideraban como a una madre. Salió libre en 1985 y murió de cáncer 5 años después. Es una pena que no muriese 30 años antes.
Impresionante libro.
Sí, esa es la mejor palabra para definirlo.