La ladrona de libros [4]

Poster original de La ladrona de librosThe Book Thief

(EE.UU., 2013, 131 min)
Dirección:
Brian Percival
Guión:
Michael Petroni
Intérpretes:
Sophie Nélisse
Geoffrey Rush
Emily Watson
Ben Schnetzer
Nico Liersch      

«La ladrona de libros» es una novela preciosa de Markus Zusak de 2006, y ahora Hollywood ha hecho la adaptación en una producción muy cuidada (¡incluso tiene música de John Williams!) que nunca acaba de funcionar.

   Justo antes de que estalle la Segunda Guerra Mundial, la madre de Liesel Meminger (Sophie Nélisse), que es comunista, manda a sus dos hijos a vivir con unos padres adoptivos para que puedan salvarse del nazismo, aunque solo Liesel llega con vida. En su nuevo pueblo, su padre Hans (Geoffrey Rush) le dará muchísimo cariño y le enseñará a leer; su madre Rosa (Emily Watson) será muy arisca con ella… porque lo es con todo el mundo; y se hará amiga de Rudy (Nico Liersch), un chico que sueña con ser tan rápido como Jesse Owens. Un día la llegada de una visita inesperada pondrá en peligro a la familia de Liesel: Max (Ben Schnetzer), el hijo de un judío antiguo amigo de Hans, al que esconderán en la casa.
Geoffrey Rush y Sophie Nélisse en La ladrona de libros
Geoffrey Rush y Sophie Nélisse

A esta película le falta tensión y le sobran acciones. Las pocas escenas donde se ven a los nazis son tan blanditas, en el pueblo se nota tan poco que sentimiento antisemita y que la historia se desarrolla en Alemania a finales de los 30, que la película en ningún momento te transmite el peligro que está corriendo esa familia por esconder a un judío. Además, Liesel roba muy fácilmente libros delante de las narices de nazis y no se dan cuenta; y sólo en un momento concreto juegan a que pueden encontrar a Max (y el nazi que busca queda como idiota).

   Pero lo peor que tiene esta película es la cantidad de conflictos e hilos argumentales que abre y cierra constantemente. Esto también provoca que se diluya la tensión, ya que no acabas de sentir empatía de verdad por ninguno de los personajes porque nunca tienes tiempo de conocerlos. Por una parte está Rudy, que realmente no va a ninguna parte (es muy torpe cómo descubre que Liesel roba libros a la mujer del alcalde —nunca se sabe cómo lo descubre—, o que quieran crear tensión con el chico tirándose al río, ya que está claro que no se ha ahogado), por otra la historia de la mujer del alcalde (el personaje está tan mal presentado que supongo que mucha gente no recuerde que era la mujer que pilló a Liesel robando un libro de la pira; y el fin de la relación es completamente incomprensible: ¿el alcalde no sabía que una niña leía libros en su biblioteca con su mujer? ¿Y por qué la echa?), y Hans enseñando a Liesel a leer, y la relación entre Max y Liesel. Y Rosa, que en el libro era una refunfuñona que te caía muy bien, aquí es insoportable.
   El problema de tantos hilos argumentales es especialmente grave en la segunda parte, donde nunca tienes claro cuál es el conflicto principal, y por lo tanto jamás sabes cuándo se acabará la película: ¿será lo de Max? No, porque luego Hans se va a la guerra. Igual se acaba cuando éste regrese. No, porque todavía queda un bombardeo…
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