La noche americana [9]

Póster original de La noche americana
CINEFILIA
La nuit américaine
(Francia, Italia, 1973, 115 min)
Dirección:
François Truffaut
Guión:
Jean-Louis Richard
Suzanne Schiffman
François Truffaut
Intérpretes:
Jacqueline Bisset
Valentina Cortese
François Truffaut
Jean-Pierre Léaud
Jean-Pierre Aumont
Nathalie Baye
Dani
Alexandra Stewart
Graham Greene

 

En “La noche americana”, François Truffaut decidió mirarse al espejo y contar lo que mejor sabía hacer: dirigir películas. Con ello consiguió un film muy cinéfilo, que se ha convertido en un clásico de los 70, y el Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa en 1974. A los académicos les gustó tanto, que al año siguiente la nominaron a Mejor Director, Mejor Guión Original, y Mejor Actriz Secundaria (Valentina Cortese). A los británicos también les entusiasmó, y en 1974 ganó los BAFTA a Mejor Película, Director, y Actriz Secundaria; algo destacable si tenemos en cuenta que es una película sin una libra esterlina en su presupuesto y que está hablada en francés.
   “La noche americana” es cine dentro de cine y muestra el rodaje de una película. El director Ferrand (François Truffaut) está dirigiendo “Conoce a Pamela”, un melodrama de pasiones familiares protagonizado por una estrella internacional de cine (Jacqueline Bisset), un antiguo galán (Jean-Pierre Aumont), una diva en hora bajas (Valentina Cortese), y un joven actor (Jean-Pierre Léaud). Aparte de lidiar con el reparto, Ferrand tiene que hacer frente a muchísimos imprevistos para sacar adelante el film; ya que su equipo técnico, lo quiera o no, está formado por personas que no tienen la misma pasión que él por su película.
   Me encanta “La noche americana”. Para mí, sus juegos cinéfilos son una gozada. François Truffaut interpreta a un director francés de cine famoso y Jacqueline Bisset a una inglesa que trabaja en Hollywood, habla francés, y apareció en una película de acción. Sin poder evitarlo, pienso en “Bullit”.
   La escena del gato es un “cómo se hizo” de otra igual que aparecía en “La piel suave”. Cuando Jean-Pierre Aumont explica todas las veces que ha muerto en el cine, es una referencia a las muertes de Humphrey Bogart antes de convertirse en estrella.
   Truffaut espera un paquete con libros, y cuando lo abre, son estudios sobre directores de cine. En una escena aparece un cuadro de Jean Cocteau y en otra la calle Jean Vigo; Valentina Cortese habla de un Federico, y sé que se refiere a Fellini; y Truffaut sueña un recuerdo infantil en el que robaba las fotos de “Ciudadano Kane” del vestíbulo de un cine.
   También me gusta cómo muestra el artificio del cine. La película comienza con un plano de grúa larguísimo. Si no supieras de qué va “La noche americana”, pensarías que es una película normal. Entonces, cuando Léaud va a abofetear a Aumont, Truffaut grita “corten” y te das cuenta de que eso es un rodaje. Truffaut repite el plano, pero ahora añade el sonido de él dando instrucciones a los extras, y lo ves de otra manera.
Jacqueline Bisset y Jean-Pierre Léaud en La noche americana
Jacqueline Bisset y Jean-Pierre Léaud

Ocurre lo mismo con la escena en la que Valentina Cortesa ha bebido más de la cuenta y es incapaz de decir sus frases y abrir una puerta. Toma tras toma, Truffaut cambia los tiros de cámara, y va variando lo que sucede en los planos y acortando las acciones, para que la escena no sea repetitiva y quede graciosa. O el momento en el que Jacqueline Bisset sube por una escalera de mano hasta un decorado bastante cutre, que en cámara parece un balcón. Hay que añadir las secuencias de montaje que hay y todos los momentos en los que Truffaut está dirigiendo.

   La película sigue a una serie de personajes durante el rodaje, donde se crean muchas situaciones simpáticas. Truffaut parece que tiene todo controlado, pero a través de la voz en off, y de las voces que oye en la cama, sabemos que está harto de las gilipolleces que tiene que tragarse. El personaje de Jean-Pierre Léaud es como si Antoine Doinel se hubiera hecho actor: un niño grande con mucho encanto. A la script no le interesa la película, una actriz se niega a ponerse un traje de baño por un extraño motivo, la estrella internacional es muy inestable, y la actriz que hace de madre es una borracha. Y a medida que se van desarrollando estas situaciones, el espectador es capaz de averiguar cómo es la trama de “Conoce a Pamela”.
   “La noche americana” no es perfecta, tiene fallos muy tontos que se podían haber evitado. Cuando Jacqueline Bisset da la rueda de prensa y dice que su marido es muy vergonzoso, no tiene sentido que a la salida, con toda la prensa a su espalda, le presente al marido a uno del equipo.
   También es increíble que la script decida contarle todo a Jacqueline Bisset, que es la estrella, y que ésta le cuente qué ha sucedido a Léaud justo antes de que hagan la foto. La trama entre Bisset y Léaud, aunque divertida, es muy difícil de creer. Truffaut no la prepara, y la solución es ridícula: anula que se hubiera producido una crisis en un primer momento.
   “La noche americana” es un placer para el cinéfilo. Muestra muy bien lo que es un rodaje y es divertida y encantadora. No sé lo que será para el resto de los mortales.
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