Los Croods: una aventura prehistórica [5]
(EE.UU., 2013, 98 min)
Dirección y guión:
Kirk De Micco
Chris Sanders
Intérpretes (v.o.):
Emma Stone
Nicholas Cage
Ryan Reynolds
Catherine Keener
Cloris Leachman
Clarke Duke
Dirección y guión:
Kirk De Micco
Chris Sanders
Intérpretes (v.o.):
Emma Stone
Nicholas Cage
Ryan Reynolds
Catherine Keener
Cloris Leachman
Clarke Duke
La DreamWorks se vuelve cavernícola, y para ello ha contratado a Chris Sanders, el co-director de “Lilo & Stitch” y “Cómo entrenar a tu dragón”, y a Kirk De Micco, el director de “Space Chimps. Misión espacial”. Basada en una idea original de ambos y de John Cleese (sí, ese John Cleese), han creado una película que sigue las aventuras de una familia troglodita, los Croods.
Eep es una chica cavernícola que vive con su familia prehistórica dentro de una cueva. El entorno es tan hostil que su padre les ha prohibido explorar lo que hay más allá de la tierra conocida y salir de noche. Pero Eep tienes ganas de conocer mundo. Una noche, cuando todos están dormidos, Eep abandona la cueva y descubre a un chico que sabe crear soles pequeñitos. El chico, que tiene el sofisticado nombre de Chico, le explica que esos soles se llaman fuego, y que ha visto que el mundo actual está desapareciendo. Al día siguiente Eep le cuenta a su familia su encuentro con Chico, pero éstos no quieren saber nada de novedades. Entonces su caverna desaparece, y no les queda más remedio que adentrarse en territorio ignoto, en busca de una nueva cueva donde vivir.
“Los Croods” visualmente está muy bien (las escenas de acción son muy buenas, y es un acierto que no sea una película realista y creen animales que jamás existieron), y tiene ideas muy buenas, pero tiene problemas con la estructura y los temas, porque nunca se sabe muy bien cuál es el núcleo de la película, qué te quieren contar realmente sus directores.

Desde ahí hasta el final está bien la idea de que Chico está más evolucionado que los Croods y sabe utilizar el cerebro para superar obstáculos, y cómo va influyendo en ellos; o el apunte de la historia de amor entre Eep y Chico; o cómo el padre se va sintiendo cada vez más rechazado por los suyos (es muy divertido cuando decide ser creativo y se pone a inventar cosas demenciales).
Pero de repente te das cuenta de que la película no va sobre la importancia de abandonar tu zona de seguridad para alcanzar la felicidad, sino de cómo la relación de un padre y su hija se ha deteriorado por no decirse jamás lo mucho que se quieren. Y no sólo eso, en la parte final, el padre se vuelve el protagonista, pasando Eep a un plano muy secundario.
En toda esa parte, además de lo desconcertante que es que te cambien la historia y el protagonista a esas alturas, para mí era muy confusa la barrera de humo (tarde me di cuenta de que había una brecha que no podían cruzar). Y me parece que cuando el padre tiene la idea para salvarse, esa idea deberían haberla utilizado para salvar a toda su familia; es decir, que no hubieran podido cruzar la brecha, y entonces al padre se le ocurría eso y salvaba a todos. Entonces se daban cuenta de la importancia de salir de tu zona de seguridad y de la importancia de decir “Te quiero”.
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