Miedos [6]
The Hole
(EE.UU., 2009, 92 min)
Dirección:
Joe Dante
Guión:
Mark L. Smith
Intérpretes:
Chris Massoglia
Haley Bennett
Nathan Gamble
Teri Polo
Bruce Dern
Dick Miller
Joe Dante es un director interesantísimo, que tuvo su momento de gloria en los 80 (las dos de “Gremlins”, “Exploradores”, y “El chic prodigioso” son suyas), que hace un cine muy similar al de Spielberg para jóvenes, aunque él es un poco más oscuro.
Viendo “Miedos”, su regreso a la gran pantalla en 2009 (el film tuvo una distribución cinematográfica muy mala y no se estrenó hasta 2010), y los dos mediometrajes que dirigió para “Maestros del terror”, que para mí son los mejores de la serie, se puede asegurar que este director no ha perdido nada de su talento, y que su cine te puede gustar más o menos, pero que te sigue dando lo mismo (y le queda igual de bien) que te daba hace 25 años. Si Dante ya no es un director estrella es porque el tipo de películas que hace ha pasado de moda; no porque él se haya vuelvo mediocre.
El joven Dane (Chris Massoglia) se muda a un pueblecito con su madre (Teri Polo) y su hermano pequeño (Nathan Gamble), y en su nuevo hogar descubre a una vecina muy atractiva (Haley Bennett) y un misterioso agujero en el sótano que esconde un terrible secreto.
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Haley Bennet y Chris Massoglia |
Lo que menos de gusta de “Miedos” es la estética que tiene, que parece más un telefilm que una película de cine. Aunque se rodó pensando en las 3D (y se nota en la planificación), tiene una fotografía azulada en las escenas nocturnas y unos decorados demasiado iluminados y una luz demasiado uniforme en las diurnas. El resto del film es un encantador viaje en el tiempo a las películas juveniles de los 80.
En “Miedos” destacan los bien presentados que están los personajes y las situaciones, lo bien que evoluciona el guión, y una planificación y puesta en escena sencillísimas y tremendamente efectivas de Dante. La película comienza presentado a los personajes, el nuevo vecindario, y el acontecimiento que hace que se desestabilice todo: la apertura del agujero. Y entonces comienzan a pasar cosas raras.
Y a medida que Dante va dando pistas del pasado del protagonista, gracias a la relación con su madre, hay una escalda de situaciones inquietantes (Dante sale muy airoso de los ataques del payaso, que en manos de otro quedarían ridículos) y momentos que revelan secretos e ideas muy buenas (el ojo que mira desde el televisor, la obsesión de Bruce Dern por estar rodeado de bombillas encendidas, el cuaderno de dibujo). La película acaba con un final muy emocionante, que visualmente recuerda mucho al segmento que dirigió para “En los límites de la realidad”, en donde el protagonista deja atrás para siempre su pasado.
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