The Moonlit Mind [5]

Portada de The Moonlight Mind, de Dean KoontzNOVELA CORTA
The Moonlit Mind
(EE.UU., 2011, 102 páginas)
Dean Koontz
El año pasado Dean Koontz publicó una novela corta
digital, “Darkness Under the Sun”, para promocionar su siguiente novela, “What
the Night Knows”. En “Darkness” Koontz introducía al villano de la otra novela,
y en las últimas páginas ponía los primeros capítulos de “What the Night
Knows”. Ahora ha vuelto a hacer lo mismo. A finales de diciembre publicará su
última novela, “77 Shadow Street” (que tiene una pinta estupenda), y para promocionarla,
ha escrito esta novela corta en la que introduce, muy de refilón, la casa 77 de
Shadow Street, el edificio Pendleton, y las últimas páginas son los primeros
capítulos de esa novela.
   (Parece
que es una tendencia que se está consolidando con el libro digital, y varios
autores ponen a la venta cuentos y novelas cortas, que eran formatos casi
inexistentes en los libros en papel, por muy poco precio; lo cual es una buena
noticia para escritores y lectores. Entre los superventas ya hay varios que
explotan este formato: Stephen King, Ami Tan, Lee Child, David Baldacci, Karin
Slaughter, Jodi Picoult y James Patterson, entre otros.)
   Crispin es
un niño de doce años que vive en las calles junto a su perro Harley. Tres años
atrás Crispin tuvo que abandonar la mansión donde vivía, Theron Hall, justo en
frente del edificio Pendleton, por miedo a que su madre y su padrastro lo
mataran. Crispin tiene una amiga, Amity, una chica de dieciséis años que
también tuvo que huir, y que el día antes de que Crispin cumpla trece años, lo
anima para que vuelva a Theron Hall para cerrar definitivamente su pasado.
   Algo que
hace muy bien Koontz es ir espaciando la información que desvela. La novela va
alternando la historia actual de Crispin, cuando huye de gente muy rara, y
cuando tenía nueve años y vio cómo su madre se casó con el misterioso Giles
Gregorio y les llevó a vivir a su mansión. Y aunque desde el comienzo se sabe
que los hermanos de Crispin han muerto, el interés se mantiene por saber qué
pasó realmente. Si algo hay que reconocerle a Koontz es que hace que no dejes de
leer y siempre tengas ganas de saber qué pasa a continuación.
   Entonces
Koontz llena de la narración de datos muy misteriosos, que son tan potentes que
esperas que se expliquen a posteriori. En la historia actual están todas las
pistas que parecen indicar que algo sobrenatural protege a Crispin (la tienda
de magia, el fantasma del cementerio, las referencias a la luna, la baraja de
naipes con los misteriosos seises, y las veces que el destino le dice cómo
actuar); y en la del pasado, todos los datos que dan pistas de que la nueva
familia de Crispin pertenece a una secta muy peligrosa (el rejuvenecimientos de
Jardena, los baños en leche y aqua pura, los peculiares gatos en
miniatura, las marcas con forma de tábano que tienen el profesor y el aya, y la
enorme maqueta de Theron Hall). Pues bien, llegas al final, y la mayoría de
estas cuestiones se quedan sin resolver.
   También es
muy decepcionante cómo Koontz planta tramas muy potentes que luego se quedan en
nada, y al final Koontz tira por otros derroteros mucho menos interesantes.
Sucede con los personajes que persiguen a Crispin (la escena en la que se
esconde es muy buena), con cómo tiene que hacer frente al pasado Crispin, y con
el pasado de Amity, que también tiene mucha fuerza. Por eso el clímax, que no
cierra del todo estas tramas, resulta muy flojo.
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