No [7]

Poster de NoNo
(Chile, 2012, 118 min)
Dirección:
Pablo Larraín
Guión:
Pedro Peirano
Intérpretes:
Gael García Bernal
Alfredo Castro
Antonia Zegers
Luis Gnecco

“No” está basada en una obra de teatro no publicada de Antonio Skármeta, “El plebiscito”, y trata del referéndum que Pinochet se vio obligado a convocar en 1988 sobre su continuación en el poder. La película está protagonizada por Gael García Bernal, y es el primer film chileno nominado al Oscar.

   Debido a la presión internacional, en 1988, quince años después del golpe de Estado, el dictador Augusto Pinochet debe convocar un referéndum para saber si la ciudadanía quiere que permanezca en el poder ocho años más o que Chile comience una transición a la democracia. Está claro que el plebiscito es una pantomima para acallar al resto de países y que Pinochet lo tiene ganado, pero para mantener la fachada de legalidad, el Gobierno da a la oposición quince minutos diarios en la televisión durante veintisiete días para hacer campaña por el “No”, aunque esos quince minutos van en una hora intempestiva. El publicista René Saavedra (Gael García Bernal) es el encargado de orquestar la campaña de la oposición, y hará todo lo posible para que ocurra un milagro el día de la votación.
   “No” es una película que funciona gracias a que sabes parte de la historia y porque logra momentos de mucha emoción, pero narrativamente es bastante mediocre.
   La película va pegando saltos, y constantemente pierde oportunidades para crear tensión porque no prepara momentos, o cuando lo hace, en seguida de olvida de ellos. Además, tiene un sonido terrible: hay escenas en las que no te enteras de nada porque es imposible entender qué están diciendo.
Gael García Bernal y Antonia Zegers en No
Gael García Bernal y Antonia Zegers

La evolución de la campaña cuesta seguirla, y como no sabes o si el público está respondiendo o no, no hay mucha tensión. Con las amenazas que reciben y la posible represión que sufrirán si pierden pasa lo mismo, que no crean mucha tensión porque en seguida pasan a otra cosa. La vida privada del protagonista está muy mal presentada (tarde me di cuenta de quién era esa chica); y el doble juego que se trae su jefe, que es una idea excelente, está muy mal explotado.

   En el lado bueno está la oposición que tenía que superar García Bernal para lograr una campaña optimista (hay momentos geniales en que los suyos le ponen a caldo por no utilizar un tono deprimente y de denuncia); o varias ideas políticas: que Pinochet hacía que el pueblo estuviera contento al lograr un sistema en el que cualquiera, pero no todos, podía triunfar; o que a la gente la libertad, que hubiera desaparecidos, o que el régimen fuera completamente represor con sus opositores, se la traía al fresco mientras tuviera dinero y a hijos en buenos puestos de trabajo (yo creo que eso pasaría en absolutamente todos los países del mundo). Y tiene gracia ver los spots de la campaña, y cómo se iban copiando mutuamente los dos bandos con anuncios que claramente jugaban con el factor emocional de los espectadores. Lo que sí que logra el film, por mal contado que esté y por mucho que te sepas el final, es que cada vez te involucres más en la campaña y que cada vez tengas más ganas de que le den la patada a Pinochet, por lo que el final tiene mucha emoción.
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