La emperatriz de los etéreos [6]

Portada de La emperatriz de los etéreos, de Laura Gallego GarcíaNOVELA
La emperatriz de los etéreos
(España, 2007, 305 páginas)
Laura Gallego García
Laura Gallego García es uno de los autores infantiles y juveniles más importantes de España. La escritora, que está especializada en fantasía, comenzó a escribir con 11 años, y con sólo 21 ganó el Premio Barco de Vapor por la que sería su primera novela publicada “Finis Mundi” (lo ganó en 1998, pero ya había escrito 13 novelas antes), y tres años después volvió a ganarlo por “La leyenda del Rey Errante”. En su página web explica que su libro favorito es “La historia interminable”, de Michael Ende, y su influencia se nota muchísimo en “La emperatriz de los etéreos”: como en la obra de Ende, el protagonista -en este caso, la protagonista- emprende un viaje por tierras fantásticas que lo cambiará para siempre.
   Cuenta la leyenda que más allá de los confines conocidos habita una Emperatriz en su palacio en el Reino de los Etéreos, un lugar maravilloso que acoge a todo aquel que logre llegar hasta allí. Cuando, siendo niña, Bipa escucha por primera vez la leyenda, no se la cree, pero un niño de su edad, Aer, se pelea con ella porque él sí se la cree. El padre de Aer abandonó a su hijo y a su mujer, Nuba, buscando el legendario reino, y nunca más regresó.
   Siendo adolescentes, Bipa es una chica demasiado racional, mientras que Aer es muy soñador, y no acaban de llevarse bien del todo. Un día Aer huye del poblado, y tras alarmar a todos, regresa con un regalo muy especial para Bipa: una flor de cristal que demuestra que ha llegado hasta el palacio de hielo de una misteriosa mujer, Gélida, y que el Reino de los Etéreos realmente existe. Antes de que Bipa pueda sobreponerse de la huida y regreso de Aer, éste vuelve a abandonar el poblado. Pero en esta ocasión Bipa lo seguirá para traerlo de vuelta a casa.
   “La emperatriz de los etéreos” me parece irregular, con cosas un poco flojillas y otras cosas geniales. De la primera parte, me encanta el mundo que crea Gallego García, con esa gente que vive en túneles y cuevas, en una Tierra donde el sol está oculto por nieblas perpetuas. Y es que uno de los puntos fuertes de la autora es la creación de mundos y personajes fantásticos.
   Pero en esa primera parte la relación entre Bipa y Aer está basada más en las expectativas del lector que en lo que hay en el papel; es decir, para indicar que realmente se quieren hay muy pocas pistas (Gallego García utiliza la técnica de los niños: “los amores más queridos son los más reñidos”, que era lo que te decían cuando te pillaban a la gresca con una niña en el colegio), sobre por parte de Bipa; y si funciona es porque el lector sabe que si no se quieren, no hay novela ni todo ese comienzo tiene sentido.
   En cuanto Bipa emprende en viaje, hay partes, sobre todo cuando no interactúa con otros personajes o no hay elementos fantásticos, que son muy aburridas. A lo largo de la novela, a Bipa los gólems buenos la salvan demasiadas veces, y la trama es un poco repetitiva: Bipa llega a un sitio, Aer no está, y ella tiene que seguir adelante.
   Lo que me encanta de esta novela (aparte de la portada de la edición de tapa dura: el plateado de los bordes se va desprendiendo y acabas con las manos llenas de purpurina. Eso no hay libro digital que lo iguale) es el subtexto que tiene. A medida que Bipa se acerca al Reino de los Etéreos, la gente, para alcanzar la perfección, realmente se ha vuelto menos humana, todos son clones sin personalidad (en algunos casos, los gólems son más humanos), y han dejado de tener emociones y de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Y Bipa se da cuenta de ello en el emocionante final.
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