PROYECTO NOVELA. 29- LAS ÉPOCAS Y LUGARES

escritores: «Lctra Rpda – La
Biblia de la lectura rápida» (“Spd Rdng – The Speed Reading Bible”), de Susan Norman y Jan Cisek
(aquí su página web). En él los autores explican varias
técnicas de lectura rápida, esa que te permite asimilar la información
importante a toda pastilla, además de analizar las formas correctas de leer y
cómo aprendemos las personas.
educativo está muy mal planteado y de que las explicaciones que te daban los
profesores sobre cómo leer correctamente no tenían ni pies ni cabeza.
me parece muy interesante para escritores porque te enseña a ser muy rápido
documentándote. A poco que te tomes en serio la escritura, vas a descubrir que
necesitas, para que la trama avance, saber cosas de las que no tienes ni idea.
En esos casos la solución no es inventarte las cosas, o dar un rodeo para no
meter datos que desconoces por miedo a meter la pata, o ponerte a empollar un
tema hasta que te vuelvas un experto (si haces esto, corres el riesgo de no
ponerte a escribir nunca). No, la solución es averiguar los datos que te
interesan para que funcione la historia.
autores proponen dos maneras de leer: por placer, y aquí lees todo lo lento que
haga falta para disfrutar del texto (no es cuestión de leerse “Guerra y paz” en
media hora); y para buscar información, que es donde entran en juego las
distintas técnicas de lectura rápida.
barrera psicológica que tenemos que eliminar (una barrera que levantaron los
profesores, por cierto) es que los libros no tienen por qué leerse de pe a pa,
memorizando todos los datos posibles y reverenciando cada palabra. Lo
importante es saber qué información quieres conseguir de ese libro (o de una
página web), y vas ojeando hasta que encuentras los datos que buscabas, y
entonces lees asimilando la información.
leyendo uno o varios libros para tener una noción general de un tema, lees
relajado, prestando atención a las ideas generales y el punto de vista que
quiere transmitir el autor, sin obsesionarte con saber de memoria todos los
ejemplos que pone y sin agobiarte por haberte perdido algún detalle concreto. Lees
sin volver atrás, porque a medida que avanzas tienes un mejor conocimiento del
tema y eres capaz de llenar huecos.
poco estaba llegando a estas conclusiones, y
“Spd Rdng – The Speed Reading Bible” me ha servido para confirmar que
estaba haciendo lo correcto. Gracias a este libro, ahora leo mucho más rápido y
disfruto bastante más de los libros de no ficción y soy mucho más hábil sacando
información de internet.
además de para documentarme, las técnicas de este libro me han ayudado para
escribir críticas de novelas. Antes iba tomando notas a medida que leía la
novela, lo cual me sacaba un poco de la historia; ahora me leo la novela
disfrutándola y después la “releo” de forma rápida, anotando lo que me gusta y
no me gusta, que es lo que resalto en la crítica.
fantasía, ciencia ficción o ficción histórica (y lo tienes claro porque has
leído muchísimo esos géneros), normalmente cuando empiezas a escribir ficción
no le das mucha importancia a la época y el lugar donde se desarrollan las
historias.
parte, ya estás sudando para que los personajes sean interesantes, para que la
trama no se detenga nunca, y para que la resolución sea satisfactoria y dé
sentido al conjunto. Y por otra, es normal que escribas sobre contextos que
dominas; es decir, la época actual y la zona geográfica donde vives; y sin darte
cuenta estás metiendo datos que retratan esa localización.
unos casos muy obvios.
escribiendo una novela histórica desarrollada en la Edad Media sabes que no
puedes tener luz eléctrica, agua corriente o mujeres correteando en minifalda
(y mucho menos a hombres correteando en minifalda), y que tienes que separar tu
sociedad entre la nobleza, el clero y el pueblo llano; y sabes que los
personajes actuarán de forma diferente dependiendo de a qué estamento
pertenezcan.
novela de fantasía tú te creas mundos y culturas enteras, y aunque no tienes
que explicar en la novela cómo funciona todo (de verdad, no lo hagas, que el
objetivo es entretener al lector, no torturarlo), sí tienes que saber cómo
funcionan los elementos que aparecen en la trama y los que la pueden influir,
para mantener la consistencia. Y dependiendo de la cultura en la que vivan los
personajes, se van a comportar de una forma u otra.
ciencia ficción es muy parecido. Si escribes sobre otros planetas, esos
planetas tienen culturas extraterrestres con una serie de normas que afectan al
comportamiento de sus habitantes (y que puede dar lugar a un choque de culturas
cuando llegan los terrícolas). Y si escribes sobre un posible futuro en la
Tierra, tienes que saber cómo será ese futuro (¿post-apocalíptico?, ¿utópico?
–si es utópico, tiene que esconder algo malo-, ¿con tecnología
hiperdesarrollada?, ¿gobernado por las corporaciones o bajo el dominio de
dictaduras?), porque cómo es influirá en cómo serán tus personajes.
parece de Perogrullo; lo que ya no es tan obvio es que esto pasa en todas las
historias, aunque muchas veces no seas consciente. Las épocas y lugares de tus
historias no sólo te indican el vestuario que llevan, la tecnología que
utilizan, o en qué tipo de viviendas habitan los personajes; sino que la
cultura donde viven te indica cómo se comportan y las creencias que tienen esos
personajes.
tienes que quedarte es esto:
y lugares no son un elemento decorativo que pones al fondo, donde se desarrolla
la historia. Las épocas y lugares son un elemento activo de la historia.
épocas y lugares influyen en el comportamiento de los personajes y en lo que
pueden hacer, y por tanto, en la trama.
escrito una historia que se puede llevar a otro sitio o a otra época sin
problemas, es que algo falla en tu historia.
pero ya sé la lección.
comencé a escribir mi novela, sabía que la acción se desarrollaba en la
actualidad, pero no me planteé dónde exactamente, lo único que sabía es que
necesitaba una gran ciudad.
pocos días, estaba claro que eso era España (al nombrar a los personajes ya tenía un lugar geográfico), pero seguía sin saber qué ciudad era ésa. Iba
creando elementos de esa ciudad sobre la marcha, de acuerdo a las necesidades
de la historia, y decidí que ya vería si trasladaba la acción a una ciudad auténtica. El resultado era una mezcla de
Londres, Madrid (muy modificadas) y sitios completamente inventados.
puse a revisarla, pensé que sería mejor que la acción se desarrollara en un
lugar real, para dar más verosimilitud a la historia; que si me inventaba una
ciudad, todo quedaría demasiado irreal.
gusta más que Madrid, pero pensé que si llevaba mi historia allí, para hacerla
creíble mis personajes deberían ser ingleses, y a mí me quedarían ingleses que
se comportarían como españoles. Así que me decanté por Madrid.
darle vueltas a cómo trasladar la trama a Madrid. Había partes muy sencillas.
Una persecución por medio de mi ciudad ahora sería una persecución por la
Castellana. Donde había una escena en un rascacielos, ahora serían las Torres
KIO. Todo parecía muy fácil. Pero las piezas no acababan de encajar.
![]() |
Charles de Lint |
El final
de mi novela está plantado muy al principio, y cambiarlo me supondría cambiar
toda la novela. Se me ocurrió que para darle espectacularidad, en mi versión
madrileña la novela acabaría en el parque de El Capricho. Me estaba frotando
las manos. Mis personajes se perderían por el laberinto, luego irían al palacio
de cristal, y acabarían chapoteando en el estanque… Pero tenía un pequeño problema:
no sabía cómo hacer para que los personajes acabasen allí. Lo único que se me
ocurría era que iban corriendo de noche por la calle, y se colaban de un
brinco. No me acababa de convencer esa solución.
di cuenta de que para que funcionara la historia, debería inventarme muchos
edificios y barrios. Necesitaba, por ejemplo, un barrio residencial (ése era
fácil), un hospital, un orfanato y un cementerio, y algunos deberían estar en
sitios concretos. Pensé que también para darle verosimilitud, el cementerio y
el hospital deberían ser auténticos. El cementerio sería La Almudena y el
hospital La Paz. El cementerio me complicaba mucho las cosas por su situación
geográfica, y con La Paz debería cambiar muchas escenas.
un hospital auténtico, debería saber dónde están ingresados determinados
pacientes y dependencias, para que no pareciera que me lo inventaba todo.
También debería saber cómo es el vestíbulo, y si existe un área de
información. Era un incordio, pero podía, y debía, conseguir todos esos datos.
Ya estaba buscando formas de ponerme en contacto con La Paz sin dar mucho la
tabarra cuando me di cuenta de que mi hospital no podía ser uno de verdad.
novela, por lo que pasa, se da a entender que el hospital está llevado por unos
chapuzas que no cuidan demasiado bien a los pacientes ni vigilan los
medicamentos. Y encima, la enfermera que está en la recepción es una borde.
Entonces caí en la cuenta de que si lograba todos los datos auténticos de La
Paz, estaría diciendo que los chapuzas y la borde son los trabajadores
de La Paz. Estaba claro que tendría que cambiar la trama.
momento que tenía que hacer tantos cambios, y tenía tanto miedo de meter
detalles erróneos de Madrid, que casi me paralicé (nunca hay que detenerse. Si
tienes un obstáculo, vete más lento, pero no te detengas nunca). No sabía cómo
continuar. Revisaba libros y artículos de escritura, y aunque alguno me ayudó,
no encontraba la solución.
Writing-World.com y encontré este artículo
sobre cómo tratar los lugares en la fantasía contemporánea, que es el subgénero
de mi novela. El artículo estaba bien, pero lo que me hizo ver la luz al final
del túnel fue un enlace a la página oficial del escritor Charles de Lint.
que escribe fantasía contemporánea, es famoso por desarrollar varios de sus libros
en Newford, una ciudad imaginaria. En la sección de FAQ de su página web de Lint explica que no le gusta escribir sobre lugares en los que no haya
estado, y que cuando comenzó a escribir, no se podía permitir viajar a otras
ciudades para documentarse, así que sus historias se desarrollaban en su Ottawa
natal.
tiempo se dio cuenta de que por mucho que le gustara Ottawa, había historias
desarrolladas en grandes centros urbanos que no cabían en Ottawa, pero de Lint
no se atrevía a escribir historias del Bronx, Los Ángeles o Londres, por miedo
a meter datos equivocados.
pidieron que colaborara en 1989 en la antología “Post Mortem”, escribió un
relato desarrollado en una gran ciudad sin nombre, a la que dotó de
personalidad propia tras haber visitado grandes ciudades auténticas. Más tarde,
después de haber escrito unas cuantas colaboraciones, se percató de que había
escrito varios cuentos en esa misma ciudad y decidió darle un nombre y comenzó
a dibujar mapas. De Lint sigue escribiendo historias de Newford.
con la boca abierta cuando leí esto. Era lo que buscaba sin darme cuenta.
Entonces vi claro que era un error intentar pasar mi novela, que ya estaba
anclada en una ciudad concreta, a otra, pensando ilusamente que no iba a
cambiar nada. Si hacía el cambio de localización, debería escribir otra novela.
la siguiente pregunta: ¿Desarrollar la historia en Madrid aumentaría la calidad
de la novela? La respuesta fue que no, que el cambio lo quería hacer porque no
estaba seguro de que una novela para un público adulto funcionase con una
ciudad inventada.
puedo llegar a ser!
Rock no existe. Ni Macondo. Tampoco Zenith o el condado de Yoknapatawpha. Y
Stephen King, Gabriel García Márquez, Sinclair Lewis y William Faulkner
escribieron novelas que se desarrollaban en esos sitios. Y bien que escribían
para un público adulto.
claro que pasarla a Madrid empeoraría la novela. Y modestia aparte, ¡cómo mola
la ciudad que he creado!
historias dónde las desarrolles, sino que también analiza cómo se puede falsear
la realidad, cómo documentarse sin ser un pelmazo con los expertos (ahora con
internet se ha simplificado mucho el proceso, pero se pueden seguir aplicando
los consejos que daba en 1994), o qué detalles observar cuando visites lugares
que utilizarás más tarde en tus novelas. Además, tiene un capítulo
sobresaliente sobre el punto de vista y otro sobre el estilo, para que no se te
vaya la mano en las descripciones.
Consíguelo en Amazon.es o en Iberlibro.com
Holly Lisle. Es un libro digital
disponible en Amazon y Barnes & Noble. Lisle repasa qué elementos componen
una sociedad, y cómo influyen en los individuos. Es ideal para los que quieran
escribir fantasía o ciencia ficción, porque da ideas muy buenas de cómo crear
culturas; y muy útil para el resto de escritores, para saber qué tienen que
buscar cuando desarrollen sus historias en épocas y lugares que desconocen.
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