Robot Santa [4]
Robot Santa
(EE.UU., 2004, 72 páginas)
Dean Koontz
con ilustraciones de Phil Parks
En 1996 Dean Koontz, a petición de sus fans, escribió un cuento infantil en verso sobre el hermano malote de Papá Noël titulado «Santa’s Twin«. Como se vendió bien, ocho años más tarde escribió la continuación, «Robot Santa», pero éste es peor que la primera parte.
Bob, el hermano malote de Papá Noël, se ha reformado, y esta Navidad, en vez de suplantar a su hermano para dejar regalos viscosos y asquerosos, decide que le echará una mano. Bob ha construido unos androides extraños, que parecen renos y un Papá Noël mecánicos, para que repartan la mitad de los regalos. Pero como no podía ser de otra manera, cuando Robot Santa empiece a trabajar, el desastre estará asegurado.
«Robot Santa» tiene el mismo formato grande y apaisado de «Santa’s Twin», también está escrito en verso, y comparte al mismo ilustrador, Phil Parks, pero la historia es mucho peor (y los dibujos no tienen muñecos de nieve escondidos que haya que encontrar como a Wally; lo que le quita mucha diversión).
Durante la primera parte, Koontz va preparando los momentos, para que imagines que se va a armar una buena, pero a la hora de la verdad, se queda en muy poca cosa. Koontz comienza mostrándote lo excitados que están los elfos en el Polo Norte (en Estados Unidos creen que Papá Noël vive allí, cuando realmente vive en Laponia) porque la Nochebuena está a punto de llegar y el trineo de Papá Noël de despegar. Por increíble que parezca, su hermano Bob ha construido unos robots renos y un Papá Noël androide sin que él lo sepa, y sin que se lo haya preguntado, decide que le va a ayudar a repartir regalos.
Koontz luego se detiene a resumir brevemente lo que pasó en el libro anterior (narrativamente solo ha pasado un año) con Bob y las hermanas Charlotte y Emily, y continúa con el perro labrador que tienen, Woofer, el cual presiente que algo malo va a pasar. Y entonces, por fin, Robot Santa despega, y va precisamente a casa de Charlotte y Emily. Y ahí no pasa gran cosa, y ahí se acaba el cuento.
El gorila que pilotaba el trineo rapta al perro de la familia, y después se hace amigo de él y comen juntos en la cocina; y a Robot Santa se le cruzan los cables y en vez de llevar regalos, se come objetos y quiere llevarse cosas con su trineo. Las hermanas le intentan detener, mientras Robot Santa crea un gran alboroto por la casa, hasta que llegan unos osos polares, que son la policía del Polo Norte, y Papá Noël y Bob y ponen todo en orden.
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