Slumdog Millionaire
(Reino Unido, 2008, 120 min)
Dirección:
Danny Boyle
Loveleen Tandan
(co-directora: India)
Guión:
Simon Beaufoy
Intérpretes:
Dev Patel
Freida Pinto
Madhur Mittal
“Slumdog Millionaire” es la sorpresa del año: arrasa con todos los premios, la crítica se rinde a sus pies y barre en taquilla. Está dirigida por Danny Boyle, quien tiene una filmografía muy variopinta, tanto en temas como en calidad: de “Trainspotting” a “La playa”, de “28 días después” a “
Sunshine”. Desde luego, no se le puede criticar por no asumir riesgos.
En esta ocasión se ha ido a la India para contar un cuento en el Bombay actual, donde un muchacho pobre, recordando sus vivencias, es capaz de hacerse rico jugando a “¿Quiere ser millonario?”
La película ha sido alabada por su maestría técnica y lo emocionante de su historia. Hay que reconocer que técnicamente el film está muy bien, pero no sólo por eso una película es buena (si fuera así, toda la filmografía de Ridley Scott estaría compuesta de obras maestras; por cierto, el film, en cuanto a estilo, es inquietantemente parecido a las películas de Scott); pero su historia es del todo increíble.
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Dev Patel |
Vale que nos estén contado una fábula donde el poder del destino es más grande que todas las adversidades, pero eso no justifica que sus responsables llenen el metraje de casualidades y que los personajes cambien de opinión cuando más les conviene para hacer avanzar la trama: Bombay tiene 19 millones de habitantes y el protagonista encuentra al cantante ciego que le da la pista para localizar a la chica; el hermano del protagonista de algún modo (ni siquiera el protagonista lo sabe, y eso que siempre están juntos) consigue una pistola y se convierte en un matón de la noche a la mañana; años más tarde, ese mismo hermano deja salir al a chica sin que sepamos por qué; al final los protagonistas se encuentran en la estación de tren porque el destino así lo ha querido. Vamos hombre…
Tampoco funcionan los saltos en el tiempo y el espacio. Así es difícil identificarse con el protagonista, y escenas que deberían tener mucha intensidad dramática se quedan a medias. Se equivocan al empezar con una escena de tortura: ¿qué sentido tiene si no conocemos al protagonista? Primero haz que nos importe el personaje y luego tortúralo. Tal como está en el film, no sentimos nada por él y la escena queda muy fría.
Tampoco preparan lo que va a suceder a continuación y muchas cosas ocurren de golpe y porrazo, perdiendo intensidad: ¿alguien siente algo por la muerte de la madre?, la escena de la quemadura en los ojos no tiene nada de tensión al igual que la muerte del hombre que les dejaba ciegos. Prefieren jugar a la sorpresa que al suspense.
Uno de los pilares de la película es la historia de amor entre el protagonista y la chica. Una historia de amor más contada que mostrada, ya que apenas se ven en tres secuencias y debemos creernos que están hechos el uno para el otro. Total, es el poder del destino y todo vale.
¿Y qué decir de la pregunta de los 20 millones? También se podían haber buscado otra manera de unir el pasado con el presente. ¿Quién se cree que la pregunta más difícil sea el nombre de uno de los protagonistas de un libro que en la India (y en todo el mundo) se lee en las escuelas? Y por si a alguien se le escaparon las referencias a “Los tres mosqueteros” que hay al principio de la película, te las vuelve a poner aquí. Todo bien machacado.
Sin embargo, lo peor es el retrato de que hace de la India (los hindúes deben de estar que trinan): te torturan en la comisaría porque vas a ganar un programa de televisión; el presentador de dicho programa es un tipo odioso (bueno, eso puede ser verdad); si eres turista, te roban los zapatos y desvalijan el coche; hordas de fanáticos religiosos matan a diestro y siniestro; hay multitud de niños mendigos, todo el mundo está sucio y sudoroso y los únicos que viven bien son los mafiosos. Espero que Boyle no decida hacer una película en España.
Podía haber sido una gran película: técnicamente es brillante, el reparto es excelente pero el guión es muy malo. Una oportunidad perdida.
Me encantó esta peli, acepto sus errores, y creo que la recomendaría ver a cualquier tipo de persona, ya que comprende diferentes ambitos, en mi opinión.
Esta peli fue un exitazo porque mucha gente se metía de lleno y al final les hacía sentirse mejor. Y estaban tan felices que no veían los fallos.