También la lluvia [3]

Cartel de También la lluvia
También la lluvia
(España, Francia, México, 2010, 103 min)
Dirección:
Icíar Bollaín
Guión:
Paul Laverty
Intérpretes:
Luis Tosar
Gael García Bernal
Karra Elejalde
Juan Carlos Aduviri
Raúl Arévalo

 

Icíar Bollaín siempre me ha parecido una directora muy interesante. Consigue algo que muy pocos directores españoles logran: que sus películas sean creíbles. No sólo en un nivel narrativo, que la historia sea verosímil, sino, lo que es más difícil, que las escenas funcionen: que los actores estén naturales y parezcan personajes, no actores actuando. Por no decir que sus películas están muy bien planificadas, demostrando que sabe perfectamente que no da lo mismo hacer un plano que otro. Estos aspectos, que parecen muy obvios, muchísimos directores españoles los pasan por alto. De Bollaín también me gusta su forma de contar las historias, que suelen ser estudios de personajes (Bollaín es lo suficientemente lista como para introducir a estos personajes en tramas), mostrando diferentes puntos de vista, para que el espectador llegue a una conclusión.
   Por primera vez en su carrera como directora, ha dirigido una película con un guión no escrito por ella. Paul Laverty, pareja de Bollaín y colaborador habitual de Ken Loach, ha escrito una película social, que es cine dentro de cine. El resultado, sorprendentemente, es mediocre.
   En el año 2000, el director Sebastián (Gael García Bernal) y el productor Costa (Luis Tosar) están en Bolivia para rodar una película sobre el descubrimiento de América que desvele cómo los conquistadores, con Colón a la cabeza, explotaron a los indígenas. Al tiempo que ruedan la película, una multinacional americana quiere subir el precio del agua un 300%, lo que provoca que la población se rebele, poniendo en peligro la producción del film.
   Técnicamente, “También la lluvia” es muy buena. La película sigue mostrando los puntos fuertes de Bollaín como directora (pero qué bien le quedan los actores a esta mujer. Exceptuando a una indígena que es terrible) y está llena de muy buenas intenciones. Pero desgraciadamente, en este film el mandar mensajes tiene más importancia que contar una historia verosímil: Bollaín y Laverty prestan tanta atención a denunciar las injusticias, tanto las de hace 500 años como las de hace 10, para dibujar paralelismos, que no se esfuerzan en crear una película creíble.

Uno de los riesgos del cine social (y algo por lo que muchas veces me da pereza ver este tipo de cine) es que los autores parece que se conforman con presentar acontecimientos escudándose en que eso es la realidad, especialmente si los acontecimientos están basados en hecho reales, como es el caso de “También la lluvia”, sin molestarse en construir una historia verosímil.

   O dicho con otras palabras: James Cameron nos tiene que convencer de que Pandora y sus habitantes azules existen, y parte de “Avatar” está dedicada a presentar el mundo donde se desarrolla la historia; mientras que en muchas películas sociales da igual que los acontecimientos tengan coherencia, porque sus autores siempre dirán que es cómo realmente pasó o que esa es la cruda realidad.
Luis Tosar y Gael García Bernal en También la lluvia
Luis Tosar y Gael García Bernal
   “También la lluvia” está llena de situaciones muy forzadas, simplemente para meter mensajes. Luis Tosar se jacta en inglés, delante del indígena que han contratado para un papel importante, de lo que se están ahorrando al pagar una miseria a los indios, y al tonto de Tosar no se le ocurre que tal vez el indígena sabe inglés.
   En otra ocasión, el equipo de rodaje va a hablar con el politicastro de turno que defiende la subida del 300%. De acuerdo que muchos políticos no destacan por su sutileza, ¿pero llamar analfabetos a posibles votantes, delante de un grupo de extranjeros? ¿Pero quién se cree este diálogo? ¿Y cómo es posible que los cineastas critiquen al político, si saben que ellos también pagan una miseria? Pues es posible porque Laverty y Bollaín querían dar un mensaje, ¿lo pillas?
   Los personajes en esta película tiene muy poca entidad: del equipo de rodaje sólo destacan Tosar, del que dejan muy claro su carácter miserable por pesetero, y Karra Elejalde. El resto están muy poco caracterizados, y Tosar tiene un cambio al final completamente increíble (¿para qué justificar acciones, si esto es cine social?). Del indígena sólo sabemos que tiene una familia. Pero no sentimos empatía por ninguno. ¿Qué más da que la película no salga adelante, si no sentimos nada por el equipo de rodaje? ¿Qué más da que los malvados americanos suban el agua un 300%, si no hay personajes con los que nos identifiquemos?
   Con la película sobre Cristóbal Colón sucede lo mismo. Entre los ensayos y las escenas rodadas, hay varios minutos dedicados a esa historia. Pura denuncia pero sin empatía. ¿Se supone que los terribles acontecimientos que muestran me tienen que emocionar? Pero si no me han presentado a ningún personaje. Ah, pero como es lo que pasó hace 500 años, me lo tengo que tragar sin ninguna preparación.
   “También la lluvia” tiene mensajes muy loables, y claro que lo que hicieron los españoles hace 500 años fue una barbaridad; y lo que intentaron los americanos hace 10 fue otra, pero para meter esos mensajes, primero hay que contar una historia coherente. Y esta película, en muchas ocasiones, parece más un panfleto que un film.
3 comentarios
  1. Basi
    Basi Dice:

    Yo como no entiendo de tecnicismos cinematograficos, solo entiendo el argumento, me parece una pelicula ¡ maravillosa !. Como plasma las dos sociedades tan distantes en la historia y tan parecidas . Que poco hemos aprendido de los errores cometidos.

    Me parece una buena representación para los Oscar.

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