The Wreck of the Zanzibar [7]

Portada británica de The Wreck of the Zanzibar, de Michael Morpurgo
NOVELA CORTA
The Wreck of the Zanzibar
(Reino Unido, 1995, 101 páginas)
Michael Morpurgo
A Michael Morpugo le gustan tanto las islas Sorlingas, un archipiélago situado al suroeste del Reino Unido, que ha escrito cuatro novelas desarrolladas allí. «The Wreck of the Zanzibar», publicada en 1995, es una de ellas, y aunque Morpurgo logra muchísima emoción y que desde el principio te metas en la historia principal, tiene un final que resuelve los conflictos con demasiada facilidad.
«The Wreck of Zanzibar» tarda un poco en arrancar porque es una historia dentro de otra historia (es un recurso muy común, que por lo general no funciona bien, precisamente porque retrasa el comienzo de la historia principal). Cuando su bisa-tía-abuela Laura muere con 100 años en 1995 —aunque echando cuentas, el personaje tiene que tener 102—, Michael recibe de regalo su diario, donde Laura cuenta cómo fue su vida durante el año 1907.
Ese año, Laura y su hermano gemelo, Billy, cumplen catorce. Los chicos viven con su familia en las islas Sorlingas, donde las condiciones de vida son muy duras. Un día un barco estadounidense, el «General Lee», se detiene en su isla, y como Billy está harto de que su padre le esté echando la bronca por todo, huye en él como grumete. Desde la huida de Billy, la familia no es la misma, y para empeorar la situación, el mal tiempo y la falta de comida hacen que se planteen abandonar la isla, lo que supondría no volver a saber de Billy jamás.
En la primera parte están muy bien hilados los acontecimientos. Morpurgo te presenta a los personajes, y te muestra las ganas que tiene Laura de remar con los hombres en una barca y la tensión que hay entre padre e hijo. Cuando sabes que la relación entre Billy y su padre va a explotar por no cuidar de una vaca y su ternero, éste huye en el barco que ha parado en su isla (hay un momento muy bueno cuando un marinero americano encandila a la familia con historias de sus viajes).
Entonces la novela entra en la parte más oscura, donde Morpurgo no hace más que subir la tensión. La familia, y en especial los padres, está destrozada por la huida de Billy, y las cosas no hacen más que complicarse. Laura aún quiere remar con los hombres en la barca de la isla, lo cual enfada muchísimo a su padre, que no quiere oír hablar de eso cuando está tan dolido por lo de Billy; y unas tormentas destrozan la casa de la abuela y les matan a las vacas, poniendo en peligro su forma de subsistencia. A la familia no le queda más remedio que plantearse dejar la isla para siempre, sabiendo que si se van, Billy nunca podrá ponerse en contacto con ellos. Pero la abuela, que cae enferma, no quiere irse porque quiere morir en la isla donde nació. Morpurgo complica tanto las cosas, que no sabes cómo van a salir de ésa.
   En esa parte hay un momento muy bonito, que además da un respiro al lector, y es cuando Laura, en secreto, evita que una tortuga muera en la playa. Con ella habla, por lo que por fin puede verbalizar sus sentimientos, y con la ayuda de su abuela, logra que coma medusas y coja fuerzas para volver al mar.
   Si vas a leerla, deja de leer aquí, que destripo el final.
En la parte final quedan tres conflictos abiertos: las ansias que tiene Laura de remar con los hombres, la huida de Billy, y que tienen que abandonar la isla si no quieren morirse de hambre, a pesar de la negativa de la abuela. Pues cuando las cosas están en el peor momento, lleva el «Zanzibar» del título y naufraga, solucionándolo todo.
El naufragio de ese barco es la oportunidad que esperaba Laura para poder remar con los hombres (su padre se hiere, y tiene que sustituirlo); y además, en ese barco viaja Billy, quien vuelve a casa; y además, ese barco trae vacas, que los salvará de la hambruna. He de reconocer que ese final es muy emocionante, y de que te alegras de que las cosas les salgan bien, pero es poco creíble que ese naufragio resuelva todos los conflictos a la vez, y es demasiada casualidad que Billy esté en ese barco.
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