Timbuktú [6]
Timbuktu
(Francia, Mauritania, 2014, 97 min)
Dirección:
Abderrahmane Sissako
Guión:
Abderrahmane Sissako
Kessen Tall
Intérpretes:
Ibrahim Ahmed aka Pino
Toulou Kiki
Layla Walet Mohamed
Abel Jafri
Hichem Yacoubi
Pino Desperado
Kettly Noël
Abderrahmane Sissako es un director mauritano que con «Timbuktú» ha logrado su película más prestigiosa. El film es una co-producción entre Francia y Mauritania, y está inspirado en la ocupación de Timbuktú (Mali) en 2012 por un grupo islamista radical. «Timbuktú» participó en Cannes ’14, donde ganó el Premio Ecumérico, estuvo nominado al Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa; y arrasó en los César, ganando 7 premios (Mejor Película y Mejor Director incluidos).
A Timbuktú llegan unos islamistas radicales, quienes esgrimiendo la palabra de Alá, imponen un régimen restrictivo, peligroso y demencial. En las dunas cercanas vive tranquilamente el ganadero Kidane (Ibrahim Ahmed aka Pino) con su mujer y su hija (Toulou Kiki y Layla Walet Mohamed); pero la paz familiar se verá alterada cuando detengan a Kidane tras un grave altercado con su vecino, y el ganadero sea juzgado bajo la nueva ley islámica.
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Ibrahim Ahmed aka Pino |
Visualmente «Timbuktú» es muy elegante, ya que está llena de planos muy bien compuestos y bonitos, y la carga de denuncia que tiene es excelente, pero narrativamente es floja, y muchas veces resulta confusa y poco emocionante.
El principal problema es que Sissako ha querido abarcar demasiado en su denuncia, y pone demasiados casos, y no le da tiempo a prepararlos. Estás viendo la película, y los personajes que salen no sabes si son importantes, si van a volver a aparecer, o si se supone que ya deberías conocerlos. Mucho más tarde te percatas de que el director constantemente se saca de la manga casos independientes para que veas todas las injusticias que comenten y las prohibiciones que imponen los yihadistas. Momento a momento, la película es muy buena (la escena del fútbol sin balón, la lapidación, el matrimonio a la fuerza, las detenciones por estar cantando), pero pierde efectividad porque en ningún momento te importan los personajes.
Con la trama principal sucede algo parecido. Aunque conoces a la familia de pastores mucho más, no está preparado que se lleven mal con el vecino pescador, y lo que podía ser una escalada de tensión, justo antes de que éste mate a la vaca, está resuelto como una sorpresa. Por ese mismo motivo, por no preparar momentos, la respuesta del protagonista resulta excesiva, y curiosamente, lo poco que plantan (la pistola) es demasiado obvio y sabes que algo muy malo va a pasar.
Y vuelve a suceder al final, con la respuesta de su mujer tras saberse el veredicto: en vez de jugar a subir la tensión, Sissako prefiere resolver las cosas con una sorpresa, y todo queda mucho menos efectivo.
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