Un método peligroso [4]
(Reino Unido, Alemania, Canadá, Suiza, 2011, 99 min)
Dirección:
David Cronenberg
Guión:
Christopher Hampton
Intérpretes:
Michael Fassbender
Keira Knightley
Viggo Mortersen
Vincent Cassel
Sarah Gadon
“Un método peligroso” parte del libro de no ficción “A Most Dangerous Method”, de John Kerr, que repasaba las relaciones entre Carl Jung, su mentor Sigmund Freud, y su amante Sabina Spielrein. El reputado Christopher Hampton, conocido sobre todo por los guiones de “Las amistades peligrosas” y “Expiación. Más allá de la pasión”, lo adaptó en 2002 a la obra de teatro “The Talking Cure”, y ahora ha convertido esa obra en el guión de esta película. El resultado es aburrido a más no poder, aunque sí tiene elementos muy buenos (al fin y al cabo el director David Cronenberg).
A principios del siglo XX, Carl Jung (Michael Fassbender) admite en su institución mental a Sabina Spielrein (Keira Knightley), una paciente que hará que Jung reflexione sobre su vida, su planteamiento del psicoanálisis y la relación con su mentor, Sigmund Freud (Viggo Mortersen).
Ver “Un método peligroso” es como volver a las aulas: empiezas prestando atención y poco a poco tu mente se pone a divagar; entonces te das cuenta de que has desconectado, y haces un esfuerzo por prestar atención, pero el tedio es superior a tus fuerzas. La película tiene un tono tan frío y distante, y es tan dialogada, añadiendo constantemente nueva información, con escenas muy largas en las es difícil encontrar el núcleo, que cuesta muchísimo ver cómo avanza la trama y las cosas buenas que tiene.
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Viggo Mortensen y Michael Fassbender |
Quitando a Keira Knightley, que está pasadísima de principio a fin, el resto del reparto es excelente. La evolución de Carl Jung, que es la columna vertebral de la película, está muy bien, pero es dificilísima de reconocer. Una de las mejores escenas de la película es cuando con ayuda de Sabina, Jung interroga a su mujer, donde queda claro qué relación tiene el matrimonio; y a lo largo de la película van dejando caer lo atrapado que se siente Jung en ese matrimonio.
Otro punto de interés es la aparición de Otto Gross (Vincent Cassel es una gran elección para interpretarlo), que es uno de los momentos donde mejor se ve el patrón de causa-efecto. Gracias a esas escenas, a lo que sabemos del matrimonio Jung y la relación que comienzan Jung y Spielrein, se entiende (si es que no te has dormido con tanto diálogo) cómo Jung se va distanciando poco a poco de Freud (una escena muy buena es cuando hablan de Amenofis IV y otra cuando Jung reconoce la importancia de la intuición y los presentimientos) por tener visiones muy diferentes de lo que debía ser el psicoanálisis.
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