VIDA DE ESCRITOR: 1er CONGRESO OBJETIVO BIENESTAR (II)
Hoy empiezo con otra nota. He terminado con mi carrera en el audiovisual. En junio me despedí de la productora Burbuja Films, y de todos los talleres de cine. Ahora sí que me dedico por completo a mi carrera de escritor. ¡Qué feliz soy!
Sigamos con el resumen del 1er congreso Objetivo Bienestar, celebrado en Barcelona del 8 al 10 de mayo de 2015.
![]() |
Enrique Rojas |
El día 9 de mayo por la tarde el psiquiatra Enrique Rojas dio una charla sobre la importancia de no rendirse para alcanzar tus sueños. Comenzó destacando que lo que te ayuda a crecer como persona son los fracasos, y que es fundamental pensar en positivo, algo que puso de moda Martin Seligman con su psicología positiva.
Rojas, al igual que Walter Riso, nos habló del amor, en el que hay que trabajar toda la vida, y del enamoramiento, que es una fase transitoria. Luego trató la educación, donde es fundamental educar con el ejemplo y leer muchísimo para tener una buena cultura: «Educar es convertir a alguien en persona».
También nos dio 5 consejos para ser feliz:
1— Ser capaz de superar las heridas del pasado: «La felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria».
2— Tener la capacidad de ver el lado bueno de nuestra vida siempre: «La felicidad no depende de la realidad, sino de la interpretación de la realidad que yo le doy».
3— Tener una voluntad de hierro. Aquí dijo mi frase favorita de todo el congreso: «Sueña, que si tienes voluntad, las cosas se harán realidad«.
4— Tener buena armonía entre corazón y cabeza. Hay que utilizar los sentimientos y los instrumentos de la razón.
5— Tener un proyecto de vida realista y coherente, que incluya el amor, el trabajo, la cultura y la amistad.
Y nos dio 5 motivos para no rendirse (algunos coinciden con los de arriba):
1— Saber ver el lado bueno de las cosas.
2— Tener una voluntad de hierro.
3— Tener buen sentido del humor.
4— La alegría de ir logrando objetivos poco a poco.
5— Distinguir entre metas y objetivos. Las metas son imprecisas y no se pueden medir (un ejemplo para escritores: quiero ser un autor de éxito), y los objetivos son precisos y medibles (quiero escribir una novela de 100.000 palabras en un año).
En el turno de preguntas, le preguntaron si la motivación no era más importante que la voluntad para alcanzar lo que queremos. Rojas explicó que tenían la misma importancia. Nos habló de la inteligencia emocional, que se hizo famosa hace un par de decenios gracias a Daniel Goleman, y de otra inteligencia menos conocida que él denomina inteligencia instrumental.
La inteligencia instrumental tiene 4 elementos, y la destaco aquí porque para tener una carrera de escritor es fundamental:
1— Orden. Incluye el orden físico (vivir y trabajar en un entorno ordenado), así como llevar una vida ordenada, y saber priorizar nuestras tareas y saber decir no.
2— Constancia. Es tenacidad sin desaliento; es perseverar y perseverar hasta lograr las cosas.
3— Voluntad. Es querer algo y entrar en acción para lograrlo.
4— Motivación. Es tener ilusión por alcanzar un objetivo, y esa ilusión es la que nos pone en marcha y hace que no abandonemos.
Rojas me firmó un ejemplar de «No te rindas«, un libro sobre cómo cultivar el optimismo durante un año, dividido en cuatro grandes temas (el amor y la amistad, la alegría de vivir, el arte de madurar, y fantasmas y miedos), que es genial. Os lo recomiendo a todos.
![]() |
Elsa Punset |
A continuación vino la escritora y divulgadora Elsa Punset para hablarnos de la inteligencia social. Tras contarnos una anécdota muy divertida (tuvo que llegar al congreso en un rickshaw porque en esas fechas se celebraba el Salón del Automóvil en Barcelona, y no había ningún taxi), nos explicó que los humanos tenemos una parte positiva y otra negativa, y que siempre tenemos que buscar un equilibrio.
Según Punset, los humanos somos emocionales y vulnerables. En este caso la piedra de toque para encontrar el equilibro es la gestión emocional. Llegamos al mundo con alegría y curiosidad, y tenemos una series de emociones universales: alegría, tristeza, miedo, asco e ira. El temperamento es el filtro a través del cual filtramos nuestra emociones (hicimos un ejercicio con los ojos cerrados para saber cómo de influenciables éramos, y yo era bastante poco), todos decidimos con nuestras emociones, y la razón y la emoción funcionan al mismo tiempo. En definitiva, no somos lo que pensamos, somos lo que sentimos.
Para ilustrar esto último, Elsa Punset nos puso de ejemplo a Charles Darwin, quien de una forma muy racional (sacando un par de listas de pros y contras) decidió que no quería casarse ni tener hijos. Pero al poco se enamoró perdidamente de su prima Emma, con la que se casó y tuvo 10 hijos.
También somos miedosos y creativos. La piedra de toque aquí es la imaginación. El cerebro está diseñado para la supervivencia, que hace que nos centremos en lo negativo, y lo que es peor, cuando nos preocupamos, lo que pensamos nos afecta casi tanto como lo físico. Así que el truco es entrenarnos para tener pensamientos positivos antes de que ocurra nada.
Somos sociables e influenciables, y para buscar el equilibrio necesitamos la empatía, que es ponerse en la piel de los demás. Nos contagiamos las emociones, y somos las media de las 4 o 5 personas que nos rodean (por eso digo yo que hay que evitar a la gente tóxica). Cuando no estamos en contacto, es fácil perder la empatía, que es lo que sucede con los trolls en internet (dicen lo que dicen porque no están mirando a la cara a la persona que insultan). Tendemos a pertenecer a un grupo y excluimos a los demás; así que lo importante es aprender a conocernos y aprender a reeducarnos.
Y por último, somos entrenables y rígidos. Solemos quedarnos estancados en unos hábitos aprendidos, pero esos hábitos se pueden cambiar con entrenamiento.
Elsa Punset me firmó el libro «El mundo en tus manos«, que trata de la inteligencia social, y sobre cómo encontrar el equilibrio entre ser uno mismo y encajar en la sociedad. Es un gran libro.
El día 9 lo cerró el periodista Gaspar Hernández, quien vino a contarnos cómo liberarnos del miedo viviendo el momento presente. La historia de Hernández es muy interesante. Durante años se dedicó a hablar de política en la radio, pero en 2003 decidió que quería dar un giro radical a su carrera, y pasó a hablar de inteligencia emocional. Aunque al principio mucha gente se mostró escéptica (entre ellos, sus padres y los jefes de la emisora), su programa «L’ofici de viure» («El oficio de vivir»), en la actualidad es uno de los más escuchados en internet de la radio catalana, con más de 6 millones de descargas.
Hernández nos habló del viejo paradigma, donde prevalece la agresividad verbal y la noción de buenos contra malos. Reconoció que los medios de comunicación y el mundo de la política siguen anclados en ese paradigma, que estimula la bronca, la ira, y el miedo, por lo que él recomendaba hacer un ayuno de medios de comunicación de vez en cuando («Un uso excesivo de medios de comunicación no es sano»), y un ayuno de entornos tóxicos. Hernández, para demostrar la toxicidad de los medios de comunicación, puso de ejemplo la famosa prima de riesgo que iba a quebrar España, y que bien que exprimieron los periodistas durante año y medio. (Yo de los medios de comunicación llevo años de abstinencia, y dudo que vuelva a ellos algún día. Que estresen a otro.)
Hernández diferenciaba entre el miedo real, que es cuanto tenemos una amenaza inminente, y el miedo imaginario, que es cuando nos angustiamos por lo que pueda pasar en el futuro. Al parecer entre el 90 y 95% del miedo imaginario no se cumple jamás, por lo que no tiene sentido que nos angustiemos, y lo importante es cómo reaccionamos en el momento presente.
Hernández propugnaba introducir en las escuelas la asignatura de la inteligencia emocional, la meditación y el yoga; y aseguraba que había que vivir sin ser esclavos de la mente, que la mente racional estaba sobrevalorada, y que pensar era un atraso mental. Yo estoy de acuerdo con todo eso.
Según Hernández, si queremos recibir amor, tenemos que entrenarlo desde nosotros; si queremos voluntad, exactamente lo mismo. Cada cosa positiva que queramos en nuestra vida comienza con nosotros mismos, y entonces la recibiremos. Vivir con plenitud es relajar la mente y disfrutar del momento presente; si aceptamos el miedo, éste irá desapareciendo; y la muerte es un incentivo para vivir el presente intensamente.
Dos grandes citas de Gaspar Hernàndez: «La felicidad es vivir sin miedo» y «Reconoce tus valores y qué te dice tu corazón, y lánzate«.
El domingo 10 vinieron Mónica Esgueva, Risto Mejide y Javier Iriondo. Pero eso ya os lo cuento el mes que viene.
Siguiente artículo: 1er congreso Objetivo Bienestar (III)
Anterior artículo: 1er congreso Objetivo Bienestar (I)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?