VIDA DE ESCRITOR: SOBRE EL RECHAZO EDITORIAL

Kindle de Atrévete a ser escritor, de Carlos del Río
¿La panacea?

Llevo moviendo mi primera novela dos años y medio por editoriales y agencias. De vez en cuando me preguntáis qué pasa con ella, o si ya está a la venta. La respuesta es que no, no está a la venta, y de momento solo he recibido rechazos.

   Ahora mismo descarto la auto-edición, porque creo que no vendería mucho, y quemaría la novela. Fueron más de dos años de trabajo, y no quiero vender 4 ejemplares, así de claro. Mucha gente, que no sabe cómo funciona el mundo editorial, y por influencia de blogueros y periodistas —que tampoco saben cómo funciona el mundo editorial—, se piensa que la auto-edición y los libros digitales son la panacea, y realmente no lo son. El 99% de los libros auto-editados fracasa estrepitosamente; y si no tienes una presencia en internet, fracasa el 100%. Además, me parece que si quieres ser escritor, en algún momento de tu carrera tienes que contar con las editoriales.
   Dos cosas fundamentales para ser escritor es asumir que el rechazo es parte de tu vida, y que en cuanto acabas una novela, tienes que ponerse con otros proyectos literarios. También tienes que asumir que el tiempo para ti corre de forma distinta del resto de la humanidad, porque lo que acabas hoy, si no abandonas, dará fruto en el futuro: tienes que aprender a retrasar la gratificación, al tiempo que sigues adelante.
   Yo en estos dos años y medio he escrito y auto-publicado una colección de cuentos, «Vivir soñando«, y un libro para escritores, «Atrévete a ser escritor» (que se está vendiendo muy bien, por cierto; ya pertenece al 1% que no fracasa ¡muchísimas gracias!), y estoy a punto de acabar mi segunda novela. Además, estoy enseñando en Santander un curso de escritura creativa.
   Todavía no he logrado llegar a una editorial, pero mi carrera como escritor se está afianzando. A eso me refiero a seguir adelante con vuestros proyectos literarios: no tenéis que esperar a que os validen como escritores una editorial, agencia, o concurso, para seguir creciendo como autores. ¿Y para crecer como autores qué hay que hacer? Pues ante todo escribir, escribir y escribir.
CÓMO TOMARSE LOS RECHAZOS
Hay gente que se derrumba con los rechazos. Lo mejor es distanciarte de ellos, y no tomártelo de forma personal: rechazan tu trabajo, no tu valía como persona.
   Si sois perfeccionistas y los rechazos os machacan, una técnica que funciona muy bien es que cerréis los ojos y os imaginéis a vosotros mismos en un cine. En la pantalla se está proyectando el rechazo, que puede ser un e-mail donde os rechazan una novela, o que han pasado varios meses y no han contactado vosotros, y os veis sentados ante el ordenador comprobando el correo.
Interior de un cine

Veis esa escena desde la distancia, sin emoción, como si no fuera con vosotros. Si aún así notáis alguna emoción, distanciaos más de la pantalla y ponéis las imágenes en blanco y negro: vais a la última fila, u os coláis en la cabina de proyección. Y cuando podáis ver el rechazo sin emoción, comprobáis si hay algo que podéis aprender de él. Entonces la pantalla se pone en negro, y abrís los ojos.

   Y sin perder más tiempo, mandáis la novela a otro sitio.
   Cuando recibes varios e-mails de rechazo, lo importante es saber identificar los aspectos que coinciden. Si no recibes ninguno, es una pena, porque no tienes ninguna pista de por qué te han rechazado.
   Yo ya llevo 31 rechazos. A algunas las he rechazado yo, como a esas agencias que me pedían dinero para hacerme un informe o para representarme, o a las editoriales de co-edición, que me decían que tenía un talento del copón, pero que yo me tenía que pagar la impresión de los ejemplares. Son empresas que te cuentan la verdad a medias, y que viven de las ilusiones de los escritores noveles. Evitadlas como si dieran sarna. Eso es como ir a buscar un trabajo, y tener que pagar para que te contraten. Demencial, ¿verdad?
   Me estoy dando cuenta de que mi novela tiene una venta difícil, porque no tiene un público nada claro. A primera vista parece una fantasía urbana juvenil, pero no lo es, porque de vez en cuando hay mucha violencia, y esa violencia no la puedo quitar, ya que es una parte muy importante del conjunto. Y tiene un subtexto que yo creo que solo van a captar los adultos.
   Diría que tampoco ayuda que mezcle terror y humor.
   La mayoría que me ha rechazado no me ha escrito nada, pero las que lo han hecho me han dicho que no encaja en su línea editorial. En el lado bueno está que nunca he recibido un e-mail sangrante que me diga que me dedique a otra cosa, y siempre parece que se han leído la novela (una incluso me ha sugerido que la auto-edite). Así que no es problema de calidad.
   El último rechazo, que fue hace quince días, me animó mucho, porque me lo tomé como un casi. Fue de Anaya (si no vivís en España, os diré que Anaya es una editorial muy importante, especializada en libros de texto y novelas infantiles y juveniles; y si vivís en España… no hace falta que os diga nada). Se la mandé, a ver si ellos consideraban que mi novela era juvenil.
   Me dijeron que después de valorarla con detenimiento, la rechazaban porque no se ajustaba a sus líneas editoriales. Y se despidieron diciendo que esperaban poder colaborar en otra ocasión conmigo.
   Era un rechazo, pero el «valorarla con detenimiento» y «colaborar en otra ocasión» fueron para mis ojos como agua fresca para un sediento, o tintorro para un borracho.
   Si algún día escribo claramente una novela juvenil, ¿a que no sabéis cuál será la primera editorial a la que se la mande?
   Así que ante los rechazos, nada de desesperarse, y a intentarlo de nuevo.

Siguiente artículo: Críticas honradas
Anterior artículo: Cómo promocioné el curso de escritura

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.