1356 [8]
1356
(Reino Unido, 2012, 400 páginas)
Bernard Cornwell
Bernard Cornwell es uno de los autores británicos más populares de novela histórica. Entre 2000 y 2003 Cornwell escribió una trilogía, «Los arqueros del rey», que seguía al arquero inglés Thomas de Hookton en la Francia del XIV, durante la Guerra de los Cien Años. En 2012, retomó al protagonista unos años después de lo que pasaba en la trilogía en una novela que se puede leer de forma independiente: «1356». Éste es el primer libro de Cornwell que me leo, ¡y cómo he disfrutado!
El arquero y mercenario inglés Thomas de Hookton sigue luchando con sus hombres en Francia, ayudando al mejor postor. Pero un día Hookton recibe una carta de su señor feudal, el conde de Northampton, quien le encomienda dos misiones: juntarse con el ejército de Eduardo, el príncipe de Gales, para luchar contra el rey francés; y encontrar la Malice, una mítica espada que perteneció a san Pedro, y que según la leyenda, hará invencible a aquel que la posea.
Dice George R. R. Martin que Bernard Cornwell hace las mejores escenas de batallas que ha leído en su vida, y la verdad es que las batallas, y todas las escenas de acción, son geniales. Cornwell te presenta muy bien a los contrincantes (en literatura es fundamental el factor humano para lograr emoción), y alternando acciones momento a momento, poniendo mucho cuidado con los detalles que muestra, con grandes panorámicas de lo que está pasando, lograr que te inmersas de lleno en el fragor de la batalla. Aquí sucede en la batalla de Poitiers, que cierra la novela, y en todos los altercados que hay entre medias.
Aparte de eso, que es por lo que más se le conoce, a mí me encanta el humor que tiene, lo bien que presenta a los personajes para que te caigan bien o mal inmediatamente y no se te olviden (el autor es muy bueno caracterizando), lo bien que te mete detalles auténticos en medio de la historia (un problema que tengo con la novela histórica es que a veces los autores convierten secciones de la novela en libros de texto, para mostrar todo lo que se han documentado, y a mí esas partes se me hacen insufribles), y cómo va retorciendo la trama para ir subiendo la tensión: aquí ves cómo los franceses se alían con los escoceses para intentar secuestrar al príncipe de Gales y así poder intercambiarlo con el rey de Escocia, que está prisionero en Inglaterra; y hay varias escaramuzas que afectan directamente al protagonista antes de la batalla final.
De las dos tramas que tiene la novela, me parece que la mejor construida es la de juntarse con el príncipe de Gales y ver cómo se van formando alianzas, porque la de la Malice, a pesar de los momentos tan divertidos que tiene, está cogida con pinazas: Cornwell sabía que Hookton tenía que acabar en Poitiers, y juntarse allí con el príncipe de Gales y encontrar la espada; pero los pasos que da para encontrar la espada son demasiado forzados.
La primera pista, cuando va a Aviñón, Thomas la descubre cuando un pintor va a pintar un fresco (que es la pista) y un cardenal se escandaliza porque no está cubierto, justo en el momento en el que Thomas está presente, lo cual le hace sospechar.
La segunda, cuando descubre quién es el santo que tiene la Malice en Montpellier, también la información le llega de muchísima casualidad (aunque cómo lo consigue tiene muchísima gracia): una anciana resulta que tiene un libro con santos, y allí aparece el que Thomas está buscando.
Y también está muy pillado cuando por fin descubren la Malice. Sin develar mucho, diré que por algún motivo, los enemigos de Thomas suponen que vaya a ir allí, y también sus aliados (Cornwell juega con la sorpresa, y a mí me parece que a pesar de lo apasionante que es, porque lo lees sin parar, todo está demasiado poco justificado).
Es la primera novela de Bernard Cornwell que me leo, pero no será la última.
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