Rostro en la multitud [6]
A Face in the Crowd
(EE.UU., 2012, 43 páginas)
Stephen King
Stewart O’Nan
En 2004 los novelistas Stephen King y Stewart O’Nan colaboraron por primera vez en un libro de no ficción: “Faithful”, una correspondencia con e-mails en los que los escritores, ambos fans del equipo de baseball Red Sox de Boston, recorrían una temporada (para ellos) muy emocionante en la que su equipo volvía a ganar la Serie Mundial tras 86 años sin lograrlo.
Por mucho que me guste Stephen King, sé que ése será uno de sus pocos libros que jamás me leeré.
El año pasado King y O’Nan volvieron a hacer una colaboración con el cuento paranormal “A Face in the Crowd”, que está bien, aunque resulta un poco decepcionante.
Tras la muerte de su mujer, Dean Evers se ha enganchado a ver baseball en la tele. Es un fan de los Red Sox, pero también apoya a su equipo local, los Devil Rays de Florida. Un día, cuando está cenando frente al televisor, cree ver en las gradas al dentista que tenía de niño, llevando la bata de dentista. Dean piensa que es imposible, que ese sádico no puede seguir vivo. Cuando investiga qué paso con su antiguo dentista, descubre que murió hace varios años. Durante las siguientes noches, Dean verá a conocidos en las gradas, aunque es imposible que estén allí, que harán que reflexione sobre su vida.
A “A Face in the Crowd”, que es muy entretenido, le pasa un poco como a “Área 81”, que tiene una situación de partida genial, pero no va más allá, y lo único que hay son variaciones de los acontecimientos.
Lo que está muy bien del cuento es cómo los escritores van escalando los descubrimientos (aunque es un poco decepcionante cuando Dean habla con alguien por teléfono, porque la conversación es muy forzada; yo creo que lo es porque ni siquiera los autores sabían exactamente qué estaba pasando en el estadio), y qué significan para el protagonista esas apariciones, porque al final tienes una idea muy buena de lo que ha sido su vida; y pasas de tenerle cariño a que te parezca repulsivo.
Pero al final te quedas un poco decepcionado. Hay un giro un poquito forzado, y el cuento acaba dejando muchas dudas sin resolver.
Está bien para pasar el rato.
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