The Broken Circle Breakdown
(Bélgica, Holanda, 2012, 111 min)
Dirección:
Felix Van Groeningen
Guión:
Carl Joos
Felix Van Groeningen
Intérpretes:
Veerle Baetens
Johan Heldenbergh
Nell Cattrysse
«Alabama Monroe» es una película belga basada en una obra de teatro de Johan Heldenbergh y Mieke Dobbels sobre la relación de dos cantantes de country en Bélgica. Uno de sus autores, Johan Heldenbergh, interpreta al protagonista, y la cantante y actriz Veerle Baetens a su compañera. «Alabama Monroe» fue la película seleccionada por Bélgica para los Oscars, y ha logrado la nominación. (En mi opinión, habiendo visto tres de las candidatas —ésta y la danesa «La caza» y la italiana «La gran belleza«—, «Alabama Monroe» es la mejor con una diferencia de aquí a Plutón.)
Lo de Elise (Veerle Baetens) y Didier (Johan Heldenbergh) fue amor a primera vista. Ella trabajaba en un salón de tatuajes, y él tenía una banda de bluegrass music, un subgénero del country. Elise acabó viviendo con Didier y cantando en su banda, y durante unos años su relación fue genial. Pero cuando a su hija de seis años Maybelle (Nell Cattrysse) le diagnostican cáncer, comienzan los primeros roces, roces que aumentarán cuando entren en conflicto sus creencias espirituales: Elise es creyente, Didier es ateo.
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Johan Heldenbergh y Veerle Baetens |
«Alabama Monroe» es un puzzle con el que el director Felix Van Groeningen te va contado la historia de amor de esas dos personas. La película está constantemente saltando atrás y adelante en el tiempo, normalmente contraponiendo una escena donde los personajes son felices con otra donde la relación se resiente. Y a través del desarrollo de la historia, entiendes cómo esa relación ha degenerado.
La película está llena de emoción, sobre todo gracias a la enorme química que hay entre los dos protagonistas. Y la emoción va desde escenas muy bonitas, como las de sus primeros encuentros o su «boda»; a escenas tiernas, como la mañana del cumpleaños de Maybelle o la fiesta que le dan con todo el mundo con un pañuelo en la cabeza; y hasta las descarnadas, donde los protagonista están tan rotos que se dañan mutuamente, a pesar de que se quieren.
Lo más endeble de ésta película es lo poco presentado que está el elemento espiritual al principio (sólo está marcado con la cruz que lleva ella). Cuando aparece en la segunda parte, te desconcierta, porque no sabes que va a tener una importancia tan grande en la parte final. En esta segunda parte parece que Didier está enfadado con George Bush, aunque luego comprendes que es con todo lo religioso, mientras que Elise cree que después de esta vida hay otra, lo que provoca que haya roces cuando Maybelle cae enferma, sin que sepan si lo va a superar.
Tirando de ese elemento espiritual, Felix Van Groeningen logra que en un último tercio muy doloroso aparezca una nota de esperanza (es sencillísima y genial cómo te la muestra en el hospital), y acaba con un tsunami de emoción, donde ves lo mucho que se aman Alabama y Monroe.
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