Jack Ryan: Operación Sombra [4]

Poster original de Jack Ryan: Operación SombraJack Ryan: Shadow Recruit

(EE.UU., 2014, 105 min)
Dirección:
Kenneth Branagh
Guión:
Adam Cozad
David Koepp
Intérpretes:
Chris Pine
Keira Knightley
Kenneth Branagh
Kevin Costner    

Jack Ryan, el espía creado por Tom Clancy, lleva casi 25 años apareciendo en la gran pantalla. Tras Alec Baldwin («La caza del Octubre Rojo», 1990), Harrison Ford («Juego de patriotas», 1992, y «Peligro inminente», 1994), y Ben Afflect («Pánico nuclear», 2002), ahora lo encarna Chris Pine; pero a diferencia de aquellas, que estaban basadas en novelas de Clancy, ésta tiene un guión original. La dirige Kenneth Branagh (es su primer thriller americano), y además de él mismo, salen Keira Knightley y Kevin Costner. La película ha tenido unas críticas ni fu ni fa, y una taquilla muy decepcionante.

   Tras el ataque a las Torres Gemelas, Jack Ryan (Chris Pine) decide hacerse patriota. En Afganistán, siendo un marine que lucha por su país, casi muere cuando derriban su helicóptero. Después de recuperarse, el agente de la CIA Thomas Harper (Kevin Costner) le contrata para que trabaje en Wall Street y descubra actividades financieras que pueden enmascarar actos terroristas. Diez años después Ryan vive en Nueva York con su novia Cathy (Keira Knightley), y un día descubre que una empresa rusa está haciendo unas transacciones muy sospechosas, por lo que Ryan viaja a Moscú a estudiar el asunto.
Chris Pine en Jack Ryan: Operación Sombra
Chris Pine

Esta película es medianamente entretenida en su segunda parte, porque hasta entonces es insufriblemente aburrida. Al principio parece que no va a arrancar nunca: lo de Londres, lo de Afganistán, su recuperación, su relación con Knightley, su encuentro con Kevin Costner. Cuando comienza a haber algo interesante, que es cuando Pine descubre lo de la empresa rusa, no sabes qué está pasando, porque desconoces cómo se interpretan esos datos. Y la acción se retrasa más porque se detienen a mostrarte los celos de Knightley.

   Entonces aparece Branagh, en una presentación que no tiene ningún sentido (da a una paliza a un enfermero porque le ha clavado mal una jeringuilla, y luego se la clava él mismo). Para que haya un poco de acción, a Pine le intentan matar en su hotel en una escena también sin sentido (¿lo intentan matar sin saber qué intenciones tiene?). Y entonces te enteras de lo que está pasando, cuando Pine, que tiene unas dotes de deducción que ya quisiera Sherlock, se lo cuenta a Kevin Costner. A mí me parece que esa información debería ir mucho antes, para así subir la tensión.
   Hasta ese momento yo me preguntaba si es que se les había ido todo el presupuesto en contratar a los actores, y no les quedaba dinero para escenas de acción, porque era el thriller menos movido que había visto en mi vida.
   Luego los guionistas se sacan de la manga que Pine invite a cenar a Branagh en un restaurante justo al lado de su oficina. Y para complicar las cosas, Knightley se presenta en Moscú un poco porque le da la gana. Entonces la CIA tiene un plan para que Pine se cuele en la oficina de Branagh, utilizando a Knightley, sabiendo que es una civil y la situación es muy peligrosa, para que distraiga a Branagh. Toda la escena del robo de información es un poco ridícula: primero por lo fácilmente que se la meten a Branagh, y segundo por lo fácilmente que se cuela Pine en su oficina.
   A partir de aquí la película remonta. No es que las escenas de acción sean lo nunca visto, o que la trama terrorista sea muy original, pero al menos mantienen el interés del espectador.
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