Ángela Pinaud o cómo ser original en el género de terror
“Seguramente no es fácil ser original. Requiere experiencia y saber examinarse a uno mismo con seriedad. Uno ha de ser consciente de lo que hace antes de empezar a desprenderse de la tradición”. Estas palabras del pintor vanguardista Piet Mondrian resumen con total acierto la obsesión que, cual aguja de brújula, dirige la pluma de esta escritora.
“Ser original”.
En un mundo saturado de historias, explorado hasta el último rincón del imaginario, donde todo está inventado; y en un género como el terror, sobreexplotado y manido con producciones de baja calidad, ¿cómo ser original y encontrar un hueco destacado en las librerías del lector? ¿Cómo no pasar desapercibida? ¿Cómo otorgar al terror la dignidad de la que gozan otros géneros?
Faraónica tarea.
Con frecuencia, para buscar inspiración, recurro a los clásicos: Poe, Lovecraft, Blackwood… o a autores contemporáneos: Barker, King… que supieron y han sabido romper moldes y crear un estilo propio, diferente a todo lo existente. Ellos descubrieron cómo dejar su impronta en el género, destacar cuando también “estaba todo ya inventado”. Su creatividad a la hora de imaginar y contar historias es el espejo donde quiero mirarme.
Osada y tiránica tarea.
Es esa obsesión por encontrar la fórmula de la originalidad la que ha empujado mi obra hacia la mezcla de géneros. No porque crea que el terror en sí mismo no tiene suficiente fuerza o atractivo, sino porque considero que, de esta manera, se consiguen dos objetivos: por un lado, introducir elementos externos al género con los que poder innovar y aportar esa chispa diferenciadora; y por otro, poder llegar a un tipo de público que, de otra forma, jamás se acercaría a una historia de terror.
Por ejemplo, en mi primera novela, Magical Mystery Tour, el editor se refirió a ella como “La sombra del viento escrita por Stephen King.” Creo que poco más se puede añadir para explicitar esa mezcla de géneros. Habla de la vida de Julia Sagasta y de cómo su pasado vuelve a ella de forma escalofriante para recordarle que no puede renegar de sus orígenes. Endémico, por su lado, aúna mi otro género fetiche, el thriller policíaco. La investigación criminal de unas muertes escabrosas se entrelaza con la presencia del demonio y la insinuación constante de muertos resucitando. Por último, en Animales de Peluche, es la ciencia ficción el género que se combina con el terror. La creación de una máquina que permite hablar con los muertos es el eje sobre el que se desencadena la acción.

Novelas de Ángela Pinaud
Aunque de primeras se pueda pensar que un amante del género podría sentirse defraudado por esta intromisión de temáticas, lo cierto es que, en términos generales, la mezcla de géneros se percibe de forma positiva. Thriller, policiaco, ciencia ficción… cualquier género marida bien en la mesa del terror.
A nadie se le escapará que no estoy descubriendo América, todos tenemos en la cabeza títulos como Alien, donde ya se lleva a cabo con éxito esta mezcla de temáticas (ciencia ficción – terror), y otros tantos títulos más que se os estarán ocurriendo. Son claros ejemplos de lo que trato de exponer, la mezcla de géneros produce cosas interesantes, ampliando el abanico del género y sus temáticas. Quizás, en este amplio espectro que se abre, resida la solución a la fórmula de la originalidad por la que pugna mi literatura.
Eso espero, al menos.
Y es que, en realidad, no considero haber conseguido aún el objetivo que anhelo. No he alcanzado la originalidad que busco, pero por el camino he tenido la gran suerte de encontrar editoriales que han creído en mi proyecto.

Ángela Pinaud firmando libros en el Celsius 232
El reto de la publicación
A nadie que esté inmerso en la ardua pero gratificante tarea de escribir una novela, o que haya culminado ya una, se le escapa lo difícil que resulta hoy en día ser publicado por una editorial. El silencio que, por su parte, sigue al envío del manuscrito resulta desalentador. Todo el trabajo, el esfuerzo y las horas dedicadas a terminar la obra pueden parecer baladís si luego nadie va a leerla.
Por si a alguien le sirve mi experiencia, en mi caso, lo complicado fue conseguir la publicación de mi primera novela (Magical Mystery Tour, Ed. Berenice). La historia estuvo guardada más de 10 años en una carpeta de Windows, no por voluntad propia, sino porque no encontraba editorial que quisiera publicarla. Durante todos esos años no cesé de escribir a editoriales enviando el manuscrito (tal vez algunas tengan más de diez correos míos… desde aquí, lo siento). Si bien, es cierto que la mayoría de ellas no suele responder, las que sí lo hacen, a veces dan pistas sobre lo que falla en la novela. En mi caso fueron dos (perdón porque no recuerdo sus nombres), y sus indicaciones me sirvieron para pulir defectos que, como escritora novel, aún no tenía identificados.
Algo muy importante, y determinante a la hora de persistir en el empeño de encontrar editorial, fue una malsana y enfermiza fe en la historia que había escrito. Tenía la percepción de que la novela cumplía todos los requisitos para ser publicable, así que, en ese tiempo de silencio editorial, además de enviar el manuscrito a muchas editoriales, fui puliéndolo y perfeccionándolo, aprendiendo de mis errores de escritora novel, hasta que en 2016 recibí la llamada del editor de Berenice para comunicarme que habían creado una nueva colección dedicada al terror y querían incluir mi manuscrito en el catálogo. Habían sido tantas las negativas y los silencios anteriores, que me costó asimilar lo que estaba ocurriendo. Iban a publicar mi novela, ¿de verdad? ¿Sin pedirme dinero por adelantado? ¿Sin condicionarme a vender una cantidad de libros en presentaciones? ¿Sin ningún tipo de condición ni letra pequeña? No podía creerlo. No fui consciente de ello hasta que vi por primera vez la portada de la novela. Entonces la emoción me embargó y sentí por primera vez que lo había conseguido. Un sueño cumplido.
Supongo que, además de una historia buena, también hace falta un poquito de suerte. Estar en el lugar adecuado en el momento oportuno.
Sea como fuere, así llegaba el logro de la publicación.
Para las siguientes dos novelas he tenido la gran suerte de contar con una editorial dedicada por completo a la literatura de género (Apache Libros). Supongo que el hecho de tener ya una novela publicada facilita que otras editoriales te abran la puerta. Son credenciales, una forma de asegurar al editor que el manuscrito que va a leer tiene posibilidades reales de ser publicado. En cuanto José Luis del Río, editor de Apache Libros, leyó el manuscrito de Endémico (unos tres meses después de enviarlo), se puso en contacto conmigo para decirme que le encantaba el protagonista, el padre Gael, y que quería publicar la historia. Todo un acierto, al menos para mí, ya que, en su inestimable labor de dar a conocer a sus autores, Apache Libros me ha dado la oportunidad de recorrer gran parte del territorio nacional, no solo para publicitar mis novelas, algo vital en un escritor, sino también para conocer a una gran familia de escritores y hablar de este género que tanto amo: el terror.
La publicación de Animales de Peluche fue algo natural. Le hablé a José de la idea y mantuvimos el contacto durante todo el tiempo que duró el proceso de llevarlo a papel. En cuanto lo leyó, su reacción fue la misma que con Endémico, quería publicarlo. Así que se puso manos a la obra y en pocos meses estaba listo para llegar a las librerías.
Esta es mi experiencia y el fin último que persiguen mis escritos (el primero es, por supuesto, entretener al lector y dejar siempre un final sorprendente). Si has de sacar una conclusión de estas palabras, querido lector, es que el privilegio de la publicación, en este caso, surge fruto de la mezcla de dos factores: la búsqueda constante de la fórmula de la originalidad y una insana y enfermiza creencia en la historia que había escrito, que me empujó a no cesar de probar suerte en el mundo editorial.
La cuarta novela está en camino. ¿Cuál será el género que emparejaré esta vez con el terror? Sólo tú, querido lector, estás en disposición de averiguarlo.
“El genio se compone de un dos por ciento de talento y de un noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación”.
Ludwig van Beethoven
Puedes seguir a Ángela Pinaud en Instagram.
¿Quieres aprender a escribir novelas? Apúntate a mi lista de correo y llévate las primeras lecciones del curso de escritura online gratis y los e-books Los diez pilares fundamentales de la escritura de ficción y La diana del escritor.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?