Antichrist
(Dinamarca, Alemania, Francia, Suecia, Italia, Polonia, 2009, 104 min)
Dirección y guión:
Lars von Trier
Intérpretes:
Willem Dafoe
Charlotte Gainsbourg
Lars von Trier es un director que sabe muchísimo de cine, pero que conscientemente rompe las normas, y o bien entras en su (caprichoso) juego, o sus películas se te hacen insoportables. Yo durante un tiempo pensé que era un genio. Tanto “Rompiendo las olas” como “Bailar en la oscuridad” me parecieron obras maestras cuando se estrenaron. Mi percepción del director cambió cuando vi “Los idiotas” o “Dogville”, dos tomaduras de pelo que sólo los snobs pueden disfrutar. Al revisar sus grandes películas, únicamente “Rompiendo las olas” aguanta varios visionados, ya que tiene tanta emoción que compensa los elementos difíciles de creer de la trama. “Anticristo” es algo mejor que “Los idiotas” o “Dogville”, pero pertenece a sus tomaduras de pelo.
“Anticristo” empieza con un impresionante prólogo en el que se ve a la pareja protagonista haciendo el amor mientras su hijo pequeño se cae por la ventana. Rodado en un estilo que no tiene nada que ver con el del director (blanco y negro, cámara en el trípode, una aria en la banda sonora. Tiene una estética tan cuidada que parece un anuncio), hace presagiar lo mejor.
Tras el prólogo, el film está bien durante unos minutos. Ahora con el característico estilo de von Trier (cámara al hombro, jump-cuts y saltos de eje, siempre buscando la mejor reacción del intérprete), la película cuenta lo destrozada que está la madre por haber perdido a su hijo, y cómo el padre, que es psicólogo, decide tratarla. Al rato llega el tedio, porque ni la trama avanza mucho, ni los personajes evolucionan.
Tras una escena que está muy bien (la de la ensoñación de la cabaña), la pareja protagonista se muda al bosque para que la mujer supere sus miedos. Durante minutos y minutos apenas pasa nada, y cuando empiezan a pasar cosas, añoras la parte en la que nada ocurría.
Hay que ver el morro que tiene von Trier. A media película cambia de género (y de historia) como quien cambia de camisa, y todo lo que ha contado hasta entonces, no sirve para nada. De hecho, rompe con la coherencia que tenía el film hasta entonces. El desarrollo de los personajes da risa y es muy difícil saber qué quiere contar con esta película. Sinceramente, tengo serias dudas de si tenía algo que contar. Parece querer decir que la naturaleza es malvada y el ser humano también lo es. O que hay algo maligno en la naturaleza que nos posee. O que las mujeres son malas por naturaleza. O que mejor no estudiar, que acabas como las maracas de Machín. O que los psicólogos son gilipollas y no se dan cuenta de que están casados con mujeres que están como cabras.
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Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg |
El problema de este tipo de películas “serias” que no se entienden bien es que hay un montón de gente (léase críticos y snobs) que se van a esforzar por encontrarle sentido. Es un poco como jugar a “¿qué forma tiene esa nube?” con los significados ocultos del film. Esta gente piensa que porque no se entiende, la película es profunda.
Aquí va el significado que yo le he encontrado: Lars von Trier es un director que tiene una jeta como un piano y que para poner imágenes impactantes y gratuitas, se ha inventado una trama que no tiene ni pies ni cabeza. Y lo peor de todo, es que la película es aburridísima.
Habría que ver que pensarían los defensores de este truño si el film viniera de Hollywood.
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