Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia) [4]

Poster original de Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)

Birdman or (The Unexpected Virtue of Ignorance)

(EE.UU., 2014, 119 min)
Dirección:
Alejandro González Iñárritu
Guión:

Alejandro González Iñárritu
Nicolás Giacobone
Alexander Dinelaris, Jr.
Armando Bo
Intérpretes:
Michael Keaton
Zach Califianakis
Edward Norton
Andrea Riseborough
Amy Ryan
Emma Stone
Naomi Watts

Alejandro González Iñárritu se mete en el mundo del teatro para contar los días previos a un estreno en Broadway. El film compitió en Venecia ’14, y ha deslumbrado a la crítica, quien destaca la pericia técnica de Iñárritu (está contada en planos-secuencia) y las actuaciones de todo el reparto. “Birdman”, junto con “El gran hotel Budapest”, con 9 candidaturas a los Oscars es la película más nominada de este año, y en su caso incluyen Mejor Película, Mejor Director, y Mejor Actor.

   Riggan Thompson (Michael Keaton) era una estrella de cine a principios de los 90, porque protagonizó una trilogía de películas sobre un superhéroe llamado “Birdman”, pero en la actualidad ya casi nadie se acuerda de él. Para reverdecer sus laureles, Thompson prepara una adaptación en Broadway de un cuento de Raymond Carver, para así demostrar su valía como actor, y ser recordado. Pero los días previos al estreno son un desastre.
Michael Keaton en Birdman
Michael Keaton
   Esta película es eterna. En cuanto descubres cómo es el personaje de Keaton (y lo descubres en seguida), Iñárritu prácticamente se queda sin historia, y simplemente son variaciones de lo que ya sabes, y ya solo te queda esperar a que llegue la noche de estreno (para mí fue angustioso darme cuenta de que la película jamás iba a abandonar el teatro, y tenía que esperar a que pasara el tiempo).
   Para llenar dos horas, Iñárritu se detiene a darte pinceladas de otros actores, que aunque están bien, son tan breves que se te quedan cojas (para entendernos: esto no es un Robert Altman), y desconcertantes salidas de tono y pajas mentales que a Iñárritu le harían mucha gracia. Y bueno, mucho tiempo muerto “justificado” porque es un plano-secuencia. (Un cuerno va a estar justificado: es tiempo que sobra, y punto.)

Lo que más me llama la atención es lo duro que es Iñárritu con la crítica teatral (digamos que la sutiliza no es uno de sus puntos fuertes), cuando él ha hecho una película complece-críticos. Los planos-secuencia (es obvio que son varios, a los que en post-producción les han borrado los cortes) ganan puntos ante la crítica, pero narrativamente van en detrimento de la película. No solo por el tiempo muerto antes mencionado (¡cuánto tiempo perdido con cogotes paseándose por pasillos!), sino porque muchas veces te pierdes reacciones de actores, que con otra planificación verías mucho mejor. Además, no está justificado utilizar un plano-secuencia para contar esta historia (salvo para que Iñárritu se luzca); si fuera que la narración fueran las dos horas antes del estreno, así al menos tendría algo de sentido.

   También ganan puntos ante los críticos mostrar un poquito la psicología de los actores, criticar los blockbusters de Hollywood y decir que lo popular no puede ser prestigioso, poner en escena un cuento de Raymond Carver, y las paranoias de Iñárritu.

Y al final, la película es tan contradictoria que no sé qué ha querido decir: Keaton no busca hacer arte, busca reconocimiento, pero al final se da cuenta de que lo suyo es Hollywood, e irónicamente triunfa en Broadway. No sé si lo importante es que seas tú mismo (aunque eso te lleve al borde de la muerte), o es que Broadway, en otro estilo, es la misma mierda que Hollywood.

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