Black Coal [5]

Poster original de Black CoalBai Ri Yan Huo

(China, 2014, 106 min)
Dirección y guión:
Diao Yinan
Intérpretes:
Liao Fan
Gwei Lun-Mei
Yu Ailei
Wang Xuebing
Wang Jingchun
Ni Jingyang
En el pasado Festival de Berlín, la china «Black Coal» se hizo con el Oso de Oro y el Oso de Plata a Mejor Actor  (Liao Fan). Lo más sorprendente es que es una película de género: un film de misterio donde los protagonistas tienen que descubrir a un asesino. Sin embargo, por muy china que sea, por muchos premios prestigiosos que gane, y por mucho que encandile a la crítica, es confusa, poco coherente, y está mal contada, y por lo tanto, no es una buena película.
   En 1999 dos compañeros de policía (Liao Fan y Yu Ailei) investigan un caso en el que partes de un cuerpo humano aparecen en varias zonas de una provincia. Tras descubrir a la víctima, el caso se les va de las manos, y los expulsan de la policía. Cinco años después, los amigos deciden investigar por su cuenta a la viuda de la víctima (Gwei Lun-Mei), ya que parece estar relaciona con nuevas muertes, muy similares a la de 1999.
Liao Fan y Gwei Lun-Mei en Black Coal
Liao Fan y Gwei Lun-Mei

Dejando de lado lo deliberadamente fea que es estéticamente, que es una opción del director (me sorprende que alguien pueda alabar su belleza estética, porque no tiene ninguna), «Black Coal» en parte está bien, y la verdad que cuanto llega la resolución del caso, éste es muy ingenioso, aunque sea un puro MacGuffin (nunca se explica por qué ocurrió la primera muerte), pero ¡Dios mío, qué desarrollo más malo y caprichoso!

   El comienzo en 1999 no está nada mal. Sigues la investigación con interés, y al final surge un tiroteo que parece que va a dejar el caso sin resolver. Entonces hay un salto de cinco años, y es cuando empieza la confusión y las incoherencias.
   Primero, te cuesta una barbaridad saber qué pasó con el caso, y qué ha sido de los policías, sobre todo porque la película se va por las ramas, y tardas unos cuantos minutos en volver a situarte. Luego es increíble la relación entre el ex-policía y la chica de la lavandería. Saben que es sospechosa, porque cada vez que un novio va a patinar sobre hielo con ella, éste acaba muerto. El protagonista no hace más que seguirla, y es tan poco sutil, que ella le dice que deje de hacerlo. Pero entonces, de buenas a primeras, él le invita a patinar, y ella accede. Esto es un guión muy poco trabajado.
   De repente el compañero, sin que sepas muy bien cómo ni por qué, sigue a un sospechoso que lleva unos patines. Y después, sin que tampoco sepas muy bien por qué (tiene que ver con un autobús, aunque el protagonista dice que se confundió, y aún así, dio con el sospechoso), el protagonista sigue la pista a ese hombre, quien aún sabiendo que le pueden estar siguiendo, decide llevar siempre a cuestas los patines, que son su arma homicida. Esto también es un guión muy poco trabajado.
   Luego la película entra en la tercera parte, donde hay unos giros muy interesantes, pero que llegan de una forma de torpe: unas cenizas que desde el principio podían haber acabado en el río, para no levantar ninguna sospecha. Esto también es un guión poco trabajado.
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