The Blind Side. Un sueño posible [2]

Cartel de The Blind Side. Un sueño posible
The Blind Side
(EE.UU., 2009, 129 min)
Dirección y guión:
John Lee Hancock
Intérpretes:
Sandra Bullock
Quinton Aaron
Tim McGraw
Kathy Bates
Jae Head

 

2009 fue el año de Sandra Bullock, y se lo tiene que agradecer a Julia Roberts. Roberts necesita un éxito urgentemente, pero rechazó dos papeles que relanzaron la carrera de Sandra Bullock y le dieron un Oscar (jamás pensé que escribiría en una misma frase “ Sandra Bullock” y “Oscar”). En verano llegó “La proposición”, una comedia romántica que recaudó más de 300 millones de dólares en todo en mundo; y a finales de año en Estados Unidos, “The Blind Side”, otro taquillazo que ya ha superado los 300 millones, aunque la mayoría vienen de Norteamérica. Bullock se convirtió en el intérprete más rentable del año, algo que sólo otra mujer había conseguido antes: Julia Roberts en 1999 por “Notting Hill” y “Novia a la fuga”. A principios de año, “The Blind Side” se coló entre las diez nominadas al Oscar a Mejor Película y Bullock, por mucho que me cueste asimilarlo, ganó la estatuilla.
   “The Blind Side” está dirigida por John Lee Hancock, que si alguien se acuerda de él es por ser el director de “El Álamo” (2004), un superproducción que no vio nadie, y escribir el guión de “Medianoche en el jardín del bien y el mal” (1997), una película de Clint Eastwood que tampoco vio nadie y que sólo me gusta a mí. El film está basado en la historia real de Michael Oher (Quinton Aaron), un jugador de fútbol americano que era huérfano, pero que gracias al cuidado de Leigh Anne (Sandra Bullock) y su familia, consiguió triunfar en la vida.
   La película es muy elemental, y los cambios que experimentan los personajes están demasiado marcados. En el cine hay que buscar un equilibrio entre ser muy obvio y ser tan sutil que no se entiende, y hay que dejar un poco de espacio para que el espectador llegue a conclusiones, que le gusta participar. Aquí cómo cambia Oher a la familia está tan masticado y deglutido que incluso un boniato podría entenderlo.
   Curiosamente, a pesar de lo básica que es (y lo es mucho), la historia está mal contada y es inverosímil. Presentan a Bullock discutiendo por teléfono, sin ceder un milímetro en una cuestión de decoración, y la siguiente que vez que la vemos es invitando a un chico negro huérfano, que es más grande que un armario ropero, a que vaya a dormir a su casa de ricachona. Puedo entender que la presentación de Bullock fuera para mostrar su fuerte personalidad, pero si no pones un poco después que tiene un gran corazón o que está buscando a un buen jugador de fútbol americano, esa invitación no se la cree nadie. Lo quieren justificar diciendo que… era una familia cristiana. Se esconden bajo la manga algo que no aparece hasta el final, que explica, más o menos (menos que más), por qué adoptaron al chico. Aparte de estar cogido por los pelos, porque no justifica que inviten al chico a su casa, no evita que durante gran parte de la película te estés preguntando por qué lo tratan tan bien.
Jae Head, Quinton Aaron y Sandra Bullock en The Blind Side. Un sueño posible
Jae Head, Quinton Aaron y Sandra Bullock
   La película tiene un momento muy confuso hacia el final, cuando las universidades, tras ver que Oher es un portento jugando al fútbol, se lo rifan. Empieza siendo gracioso, pero llega un momento que no sabes qué universidades han pasado por ahí y dura tanto que estás deseando que se decida de una vez. Y cuando elige una, hay un poco de suspense con las gorras de los equipos de tres universidades. Tal vez en Estados Unidos esa escena funciona, pero aquí es imposible saber a qué universidades pertenecen las viseras con sólo ver una letra bordada.
   Entre medias hay algún momento simpático, como cuando van de compras, cuando el hijo pequeño se pone de pie encima de las zapatillas de Oher cuando hace abdominales, cuando Bullock le explica cómo tiene que defender a su equipo (es lo mejor de toda la película), o cuando los entrenadores ven a Oher enfrentándose a otro y desenfundan los móviles a la velocidad del rayo. El resto es bastante gris y anodino.
   ¿Se merecía Sandra Bullock un Oscar por este papel? La respuesta es un rotundo y resonante nooooo; más teniendo en cuenta que Meryl Streep y Helen Mirren estaban nominadas por dos actuaciones geniales. No es que sea una mala actuación, es correcta, pero Bullock tiene poco peso, y ni tiene la fuerza que requería su personaje, ni está especialmente divertida. De hecho, aparece Kathy Bates y en cuatro planos demuestra que es mucho mejor actriz que Bullock.
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