Buscando a Nemo [10]
(EE.UU., 2003, 100 min)
Dirección:
Andrew Stanton
Lee Unkrich (co-director)
Guión:
Andrew Stanton
Bob Peterson
David Reynolds
Intérpretes (v.o.):
Albert Brooks
Ellen DeGeneres
Alexander Gould
Willem Dafoe
Allison Janney
Geoffrey Rush
Elizabeth Perkins
“Buscando a Nemo” fue un portentoso éxito comercial cuando se estrenó hace 10 años (con 880 millones de dólares recaudados en todo en mundo, durante unos meses, hasta que la superó “Shrek 2”, fue la película de animación más taquillera de la historia, y fue la segunda película más taquillera de 2003, sólo por detrás de “El Retorno del Rey”), tuvo unas críticas excelentes, y acabó ganando el Oscar a Mejor Película de Animación. Y ahora ha vuelto al cine en 3D.
Marlin es un pez payaso que vivía felizmente con Coral, hasta que un día, cuando esperaban ser padres de un montón de pececillos, una barracuda mató a todos salvo a uno, al que Marlin llamó Nemo.
Cuando Nemo va a empezar el cole, Marlin es un padre hiperprotector y temeroso, que casi no le deja vivir. Ese día, Nemo y otros pececitos se retan a dejar el arrecife donde viven y nadar mar adentro hacia un bote. Nemo, que está harto del proteccionismo de su padre, decide llegar hasta el bote y tocarlo. Marlin, aterrorizado, ve toda la acción sin poder hacer nada. Y cuando Nemo está volviendo al arrecife, un buceador lo atrapa en una bolsa de plástico. Marlin nada a toda prisa tras el bote, pero en seguida lo pierde de vista, y la única pista que tiene son una gafas de buceo con unas letras escritas. Nemo acaba en el acuario de un dentista en Sydney; mientras que Marlin tiene que recorrerse todo el océano para encontrarlo, contando con la única ayuda (aunque muchas veces es un incordio) de Dory, un pez con serios problemas de memoria.
“Buscando a Nemo” tiene una estructura y un cambio de personajes modélicos. Pero sólo con esos elementos, la película sería un perfecto puzzle; y sin embargo, es una obra maestra. Lo es por lo divertidísima e imaginativa que es (las dos tramas enlazan una genialidad tras otra tras otra tras otra; y cuando va llegando el final, más se complican las cosas y no sabes cómo se va a solucionar), por tener unos personajes de los que te enamoras, y por crear muchísima emoción.

A lo largo de la película, Marlin tiene que salir de su zona de seguridad para salvar a Nemo, y al final reconoce que tiene que dar más libertad a su hijo (el cambio se ve en el momento de la pesca de los atunes). Marlin encuentra a Dory (Dory es un personaje genial al que le sacan muchísimo partido), y a lo largo de la película aprende a fiarse de ella y a quererla tal y como es porque es una amiga. En esa trama brillan la escena de los tiburones que no quieren zamparse otros peces; la de las medusas; la de las tortugas; o el encuentro con la ballena (Dory hablando balleno es desternillante).
Nemo al final admira a su padre, y en el acuario ha aprendido a valerse por sí mismo (cuando estropea el filtro del agua, o cuando finge estar muerto). En esta trama, como están más limitados en el espacio, se crean a la niña mata-peces, lo que genera el elemento de “el tiempo se acaba”, que es un recurso muy bueno para subir la tensión; y funcionan muy bien todos los personajes secundarios y el plan que tienen para fugarse al océano.
Ésta es mi película favorita de Pixar.
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