NOVELA
One for Sorrow
(EE.UU., 2007, 320 páginas)
Christopher Barzak
Acaba de publicarse en España, tres años después que en Estados Unidos, “De camino al final”, la primera novela de Christopher Barzak, un autor de Ohio que lleva desde 1999 publicando relatos en revistas. Parece que poco a poco va consolidando su carrera como escritor (es profesor universitario en su Estado natal, donde enseña escritura creativa), ya que este mismo año ha estado nominado al prestigioso Nebula por su segunda novela, “The Love We Share Without Knowing”.
“De camino al final” está narrada en primera persona por Adam McCormick, un adolescente que vive en una familia disfuncional y que tiene experiencias paranormales: puede abandonar su cuerpo y flotar en el aire, escucha lo que dicen las sombras, camina por el espacio de los muertos, y se hace amigo del fantasma de un chico de su clase al que acaban de matar. Un día Adam se enamora de Gracie, una vecina que también ve al fantasma, y deciden abandonar juntos la pequeña ciudad de Ohio donde viven para irse a California.
Lo mejor que tiene la novela, y lo que más llama la atención, es la voz de Adam McCormick, que es muy parecida (tal vez demasiado) a la de Holden Caufield, el protagonista de “El guardián entre el centeno”. Barzak es consciente de ello, y a mitad de la novela, Adam se lee la de Salinger, aunque no se dice su título. También es un adolescente que no comprende el mundo adulto, y todo le parece falso y sin sentido. A veces llega a reflexiones muy buenas, como cuando habla de Dios (dije que él cogería un poco de todas las religiones, ciencias y filosofías, y así la imagen de Dios sería más completa, y que la gente lo que hace es ver una tesela del mosaico, y sin pensar dicen que eso es Dios), o de las frases hechas que intercambian los adultos día a día, que de tanto uso, han perdido su significado. Su voz también tiene un tono melancólico y transmite muy bien la soledad de Adam.
La novela tiene partes muy imaginativas, especialmente las paranormales, y las escenas de sexo con Gracie son geniales (cuando Adam pierde la virginidad piensa en girasoles, y cada vez que se acuesta con ella, no hace más que ver esas plantas), pero “De camino al final” tiene una trama muy mala.
Como el fantasma de Jamie Marks, Adam vaga por las páginas sin ninguna dirección clara. Pasan cosas, porque es una novela y algo tiene que pasar, pero quitando la parte central, que es el intento de huída a California, el resto de los acontecimientos son bastante caprichosos (y algunos son repeticiones de otros anteriores).
El final es demasiado edulcorado y parece que perteneciera a otro libro. Comprendo que Adam quiera cambiar después de una experiencia fortísima, pero incluso siendo una novela narrada en primera persona, falta introspección que justifique las últimas acciones del protagonista. Y que de repente todo sea de color de rosa, con personajes que cambian de la noche a la mañana, le resta puntos a esta obra.
Un auténtico peñazo. Im-pre-sen-ta-ble.
Lo siento, el comentario anterior iba para la película yo soy el amor.