El ansia [7]
(EE.UU., 1981, 320 páginas)
Whitley Strieber
«El ansia», publicada en 1981, es una novela de culto de vampiros. Su autor, Whitley Strieber, comenzó escribiendo terror a finales de los 70, pero ahora mismo es más conocido por sus libros de no ficción sobre sus encuentros con entes no humanos. «El ansia» fue su segunda novela y fue en la que se basó Tony Scott para su ópera prima («El ansia» —»The Hunger», 1983— con Catherine Deneuve, Susan Sarandon y David Bowie). Vi la película hará unos diez años, y me pareció un desastre con ideas muy buenas, y desde entonces había querido leerme la novela.
Miriam y John viven en Nueva York, y aunque en apariencia son una pareja normal, realmente no lo son: matan a personas para beber su sangre, y así permanecer jóvenes gracias a un profundo sueño reparador en que el caen. Miriam, que tiene miles de años, convirtió a John hace 180, pero éste últimamente nota que ya no duerme tan profundamente, que está comenzando a envejecer, y que cada vez necesita alimentarse con más frecuencia. Y es que Miriam nunca le contó que en algún momento, sin saber por qué, él perdería el don de la eterna juventud, aunque no así su vida, condenándolo a ser un ser decrépito hasta el fin de los tiempos. John pierde la cordura y quiere vengarse de Miriam, mientras que ella ya ha buscado un sustituto de John en la adolescente Alice. Para asegurarse de que Alice le durará más, Miriam ha decidido contactar con la Dra. Sarah Roberts, especialista en sueño, para saber cuál es la causa de la pérdida del sueño y de la juventud de sus amantes.
La trama de «El ansía» está llena de cosas muy tontas y sin sentido, pero es tan imaginativa, y tiene momentos tan brillantes, que acaba siendo una buena novela.
El libro cuenta los intentos de Miriam por frenar el deterioro de sus amantes: quiere tener a un compañero que le dure toda la eternidad. Por una parte está la degeneración de John, que no entiende qué está pasando, y que se quiere vengar, y por otra Miriam sigue a Sarah para encontrar una solución. Las dos tramas están llenas de defectos.
Me parece un error que Strieber no escriba una escena específica en la que John descubra el ático, y entonces decida vengarse (sabes que John lo ha descubierto porque se cita en la novela, pero no hay una escena concreta, y yo creo que se la merecía). Y no tiene sentido que en un determinado momento, cuando quiere matar a Miriam, no lo haga y espere a que ésta despierte.
También me parece que está mal estructurada la obsesión de Miriam por Sarah. Miriam primero planea todo porque Sarah ha escrito un libro, pero el plan es tan complicado que parece que Sarah ya va a ser la sustituta de John. A Miriam solo se le ocurre esa posibilidad cuando pierde a Alice. Me parece que tendría más sentido que descubriera que había perdido a Alice, y entonces planeaba lo de Sarah.
De la parte de Sarah, me aburren las peleas políticas del laboratorio, y me parece demencial que Miriam vaya voluntariamente dos veces a la clínica, sabiendo que tiene miedo de que la capturen cuando descubran que no es humana. Además, con el poder que ya tiene sobre Sarah, ¿no podía contactar con ella de alguna otra manera? Y en el clímax no tiene sentido que Miriam le deje el bisturí a Sarah, o que Sarah se ponga a hacer el amor con su novio
Tom cuando éste la encuentra.
Tom cuando éste la encuentra.
Lo que me encanta de «El ansia» es la historia de Miriam, que Strieber te va desgranando poco a poco: sabes que nació cuando Egipto era joven, y que a lo largo de la historia ha ido convirtiendo a personas para que sean sus amantes, y cómo éstos siempre se acaban marchitando, sin que ella pueda hacer nada. Los flashbacks, que resultan ser los recuerdos de Miriam mientras duerme, son excelentes por lo imaginativos que son; y con solo un puñado, te haces una idea muy precisa de lo que ha sido su vida y de la angustia que siente en la actualidad. El final de los amantes es terrible, y revela que Miriam les contó la mitad a medias cuando les convirtió.
Las transformaciónes de John y de Sarah, cada uno a su estilo, son buenísimas.
Las transformaciónes de John y de Sarah, cada uno a su estilo, son buenísimas.
Algo que también me encanta es lo fría que Miriam parece durante toda la novela, cómo en los flashbacks aparece como una víctima, y cómo llegas a entender su deseo de tener un compañero que le dure más… hasta que llega el final, en un clímax excelente, y compruebas que es un monstruo que nunca ha tenido compañeros dignos, porque sólo ha podido convertir a sumisos.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?