El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos [4]
The Hobbit: The Battle of the Five Armies
(Nueva Zelanda, EE.UU., 2014, 144 min)
Dirección:
Peter Jackson
Guión:
Fran Walsh
Philippa Boyens
Peter Jackson
Guillermo del Toro
Intérpretes:
Martin Freeman
Ian McKellen
Richard Armitage
Benedict Cumberbatch
Orlando Bloom
Evangeline Lilly
Luke Evans
Lee Pace
Aidan Turner
Cate Blanchett
Christopher Lee
Hugo Weaving
Ian Holm
Sylvester McCoy
Sylvester McCoy
Stephen Fry
Peter Jackson da carpetazo a la Tierra Media con la película más floja de todas. Tras la excelente trilogía de «El Señor de los Anillos» (2001-2003), a finales de la década pasada anunció que regresaba al universo de Tolkien para producir la adaptación de «El hobbit» que dirigiría Guillermo del Toro, y que sorprendentemente serían dos películas. Más tarde Jackson cogió las riendas de director, y la novela de Tolkien se convirtió en una trilogía. Viendo ahora el resultado, está claro que hacer tres superproducciones de esa novela era una mala idea. (He de añadir que es la primera película que veo a 48 fotogramas, y espero que sea la última, porque esa velocidad da una textura de vídeo, no de cine. Afortunadamente dudo que se ponga de moda, porque creo que el espectador medio no nota ningún cambio con relación a los 24 fotogramas.)
Tras lograr que el dragón Smaug abandone su guarida en Erebor y deje atrás su inmenso tesoro, Thorin Escudo de Roble (Richard Armitage) se atrinchera con su compañía de enanos y Bilbo Bolsón (Martin Freeman) en la montaña, y no deja que nadie entre. Por diversos motivos, cinco ejércitos, que incluyen a humanos, elfos, enanos y orcos, se dirigen a la montaña, donde tendrá lugar una gran batalla.
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Martin Freeman |
Si en la anterior película ya era muy obvio, sobre todo en el eterno clímax, que Jackson había estirado el metraje hasta el infinito, aquí el director se queda sin historia, e infla la nada preparando y preparando y preparando, de forma muy forzada, una gran batalla, y luego creando escenas de acción muy imaginativas y espectaculares, que están muy bien, pero que no son suficientes para sostener un largometraje.
Smaug muere a las primeras de cambio (su muerte hubiera estado mejor en la anterior película), y luego Jackson se crea que todo el mundo en la Tierra Media está obsesionado con Erebor. No está nada claro cómo se corre la noticia de la muerte del dragón, pero ahora todos quieren ir a su guarida: los humanos porque se han quedado sin pueblo; Thorin porque se ha vuelto más avaricioso que Tío Gilito, y los elfos también; y los orcos porque es un lugar estratégico.
Lo de Thorin está tan forzado que llegué a pensar que le había poseído el espíritu de Smaug. Y lo de los elfos, Jackson se lo saca de la manga. A pesar de la poca historia que tiene esta película, Jackson se salta la coherencia cuando le conviene. Un ejemplo es cuando ha subido mucho la tensión, y a las puertas de la montaña hay humanos, enanos y elfos llevándose a la gresca, y entonces llegan los orcos, y los que hasta hace un instante eran enemigos, se alían para luchar contra los orcos.
Thorin también tiene un cambio milagroso: después de estar media película atrincherado por haberse vuelto muy avaricioso, de repente se da cuenta de su error (tiene una visión; no es que alguien de su compañía le haya hecho entrar en razón), y decide luchar contra los orcos.
Y para estirar un poquito más el metraje, hay unos apuntes de una historia de amor increíble entre un enano y una elfa, unos momentos supuestamente divertidos con un cobarde que no quiere luchar, y unos magos y una reina elfa luchando (eso sí, no tiene precio ver a Christopher Lee pateando culos con 92 años). Ah, y Bilbo Bolsón no pinta absolutamente nada.
Un capítulo final muy decepcionante.
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