El hombre lobo [2]
(Reino Unido, EE.UU., 2010, 102 min)
Dirección:
Joe Johnston
Guión:
Andrew Kevin Walker
David Self
Intérpretes:
Benicio del Toro
Anthony Hopkins
Emily Blunt
Hugo Weaving
Geraldine Chaplin
La gestación de esta película, remake del film de 1941, fue muy problemática. En marzo de 2006 la Universal anunció el proyecto con Benicio del Toro de protagonista, y contrató a Andrew Kevin Walker, autor de “Seven”, para que escribiera el guión. En febrero de 2007 Mark Romanek, un prestigioso director de video-clips, fue contratado para dirigirla, pero once meses después dejó el proyecto por diferencias creativas. Entonces sonaron varios nombres para sustituirlo (Brett Ratner, Frank Darabont, James Mangold, Bill Condon y Martin Campbell) hasta que la productora se decidió por el mediocre Joe Johnson, quien contrató a David Self, autor de “Camino a la perdición” y “The Haunting (La guarida)”, para reescribir el guión.
La película se rodó en la primera de 2008, pero tuvo una serie de problemas en posproducción. Tras un desastroso primer montaje, la Universal contrató a Mark Goldblatt (“Terminator 2”) y a Walter Murch, uno de los mejores montadores del mundo (“El paciente inglés”), para que la remontaran. La fecha de estreno se retrasó varias veces, y el año pasado se rodaron escenas adicionales. Todo estos cambios de personal, reescrituras, nuevos montajes y escenas añadidas a última hora no auguraban nada bueno. El resultado, desde luego, confirma las peores expectativas: “El hombre lobo” es más terrible que terrorífica.
A finales del siglo XIX en Inglaterra, el actor Lawrence Talbot (Benicio del Toro), regresa a la mansión donde se crió gracias a una carta de la prometida de su hermano (Emily Blunt), que explica que éste ha desaparecido en extrañas circunstancias. A su llegada, su distante padre (Anthony Hopkins) le revela que han encontrado el cuerpo de su hermano destrozado en una zanja. Lawrence decide investigar el asunto, y un medallón que tenía el cadáver lo conduce hasta un campamento gitano, donde una especie de adivina (Geraldine Chaplin), le advierte de que corre un gran peligro. Esa misma noche, una bestia ataca el campamento, y en su huída a casa, Lawrence es herido, trayendo consecuencias nefastas.
La película pertenece al subgénero del terror gótico, que estuvo de moda en los 90 y de la que Hollywood dio películas como “Drácula de Bram Stoker”, “Entrevista con el vampiro”; “Frankenstein de Mary Shelly” o “Sleepy Hollow”. Son films visualmente muy vistosos, porque son de época, que cuidan mucho la creación de atmósferas y que suelen tener romances pasados de rosca. Lo único bueno que tiene “El hombre lobo” es su look visual, con una fotografía muy oscura y unos decorados y un vestuario tétricos y muy cuidados. Me encanta la mansión llena de hiedra o que el bosque y la aldea siempre estén cubiertos por la niebla.
![]() |
Benicio del Toro, Emily Blunt y Anthony Hopkins |
El resto es un desastre. Supongo que tanto cambio de director, tanta reescritura, y tanto remontaje, hicieron que quienes sean los responsables de este proyecto perdieran el norte. La cosa no funcionaba, y en vez de hacer borrón y cuenta nueva, se dedicaron a poner parches. La principal consecuencia es que nunca se sabe muy bien por dónde va a tirar la película, y muchas de las acciones aparecen de repente.
No entiendo para qué muestran varias veces el bastón de plata, si luego no pinta nada (me temo que en alguna versión sí que era importante); no entiendo qué sentido tiene la historia de amor, si tampoco sirve para nada (una historia de amor ridícula e increíble por lo precipitada que es, por cierto. Coppola no sé cómo no los demanda, porque tiene escenas calcadas de su Drácula); no entiendo por qué Emily Blunt tiene que hablar con Geraldine Chaplin, si tampoco resuelve nada. Además, la película tarda muchísimo en empezar, y las escenas dialogadas son aburridísimas. Cuando viene la acción, el poco hábil de Johnston es incapaz de crear tensión, y los ataques de los hombres lobo no son inquietantes (a veces son increíbles, como el del manicomio, con el psiquiatra hablando por los codos sin darse cuenta que su paciente se está transformando). También influye el diseño de la bestia. Al parece el maquillador Rick Baker y Benicio del Toro querían en mismo diseño que el de la película de 1941, y cuando Mark Romanek, que buscaba algo distinto, abandonó el proyecto, lograron imponer sus ideas al nuevo director. Ese maquillaje tal vez funcionara hace 70 años, pero ahora es risible.
La historia rocambolesca del otro hombre lobo (la película no tiene claro si quiere que sea una sorpresa o no. Se intuye desde el principio quien es, por lo que la sorpresa no funciona en absoluto; pero tampoco hay un plano de reacción de Benicio del Toro cuando él se da cuenta de quién es el otro, que indicara que el espectador lo sabía pero el protagonista no), es muy estúpida, y además de utilizar un flashback engañoso, está presentada muy tarde. La lucha entre las dos bestias se rodó a última hora, y se nota.
Mala a rabiar. A evitar.
De acuerdo en todo