El señor de las moscas [9]

Portada original de El señor de las moscas, de William Golding
NOVELA
Lord of the Flies
(Reino Unido, 1954, 248 páginas)
William Golding
«El señor de las moscas» fue la primera novela de William Golding, y aunque su primera edición pasó sin pena ni gloria, poco a poco fue ganando prestigio y acabó siendo un best-seller. 60 años después de su publicación, la novela está considerada un clásico del siglo XX, sólo en inglés lleva vendidos más de 25 millones de ejemplares, y ha sido tres veces adaptada al cine.
   Durante una guerra nuclear, y tras una accidente de avión, un grupo de chavales británicos acaba en una isla desierta. Ralph se encuentra con un niño gordito y con gafas, al que todos llaman Piggy, aunque él lo odie, y deciden buscar a más supervivientes. Ralph descubre una concha, y la hace sonar soplando, para que acudan todos los niños. Al poco se ven rodeados de chavales que no se conocen y están un poco perdidos, excepto los chicos de un coro, que aún llevan su uniforme negro y que siguen a su líder, Jack. Tras una votación, los chavales eligen a Ralph como su jefe, ya que tiene la concha, y Jack será el cazador que les dé de comer. Durante un tiempo las normas se cumplen, pero gradualmente la nueva sociedad degenerará en un estado salvaje donde sólo se salvará el más fuerte.
   «El señor de las moscas» me parece que, junto con «El principito«, de Antoine de Saint-Exupéry, es la novela peor entendida del siglo pasado: del mismo modo que mucha gente se piensa que «El principito», porque el protagonista es un niño, es una obra para niños, mucha gente se piensa que «El señor de las moscas», porque sus protagonistas son chavales, es una novela juvenil de aventuras.
   Pues bien, tanto «El principito» como «El señor de las moscas» son novelas para adultos. Quien piense que no lo son, o no se las ha leído y sigue una moda, o lo ha hecho tan rápido y con tan poco cuidado que no ha captado toda la filosofía vitalista de la obra de Saint-Exupéry (es mi manual para vivir la vida), y lo sumamente oscura, inquietante y terrible que es la obra de Golding, quien además hace unos comentarios bastante pesimistas sobre el poder y la sociedad. (Y eso dejando de lado que a los niños les aburrirá «El principito» y a los chavales «El señor de las moscas».)
   «El señor de las moscas» comienza como una novela de aventuras, gradualmente se va volviendo más oscura, hasta llegar a un tercio final aterrador. Golding empieza transmitiéndote la alegría de Ralph al saber que no hay adultos en esa isla, que para él es como un sueño hecho realidad. Los chavales saben que tienen que respectar unas normas para posibilitar la convivencia de todos, y que necesitan tener un fuego encendido en la cima de la montaña a todas horas, por si acaso pasa un barco y así pueda ver el humo.
   Pero el orden se va desquebrajando porque muchos dicen que sí a la teoría en las reuniones, pero luego son unos vagos para poner las cosas en práctica (también porque falta una figura que represente la autoridad), lo cual desespera a Ralph; mientras que Jack está obsesionado con cazar cerdos. El sentimiento que amistad que había entre Ralph y Jack se vuelve rivalidad, y la tensión se dispara cuando Ralph, que ha avistado un barco, descubre que el fuego de la cumbre está apagado porque Jack ha cogido a todos los chavales disponibles para irse de caza.
   Esa nueva sociedad va degenerando tanto que incluso los chavales mayores se contagian de las fantasías de los pequeños, y llegan a convencerse de que un monstruo habita en la isla, a pesar de que Piggy, que es el más racional de todos, les recuerda que los monstruos no existen.
   Y mientras a Ralph le da asco su nuevo aspecto desaliñado, Jack y sus chicos se embadurnan con barro para ir de caza. Tras esas máscaras pueden hacer lo impensable, porque ya ni se reconocen a sí mismos: de seres humanos civilizados han pasado a salvajes.
   Poco a poco Ralph se va quedando sólo. Promete un fuego que les devolverá a la civilización, aunque exige que se sigan unas normas; pero los chicos prefieren a Jack, que les ofrece la diversión de la caza y carne para comer. Pero cuando Jack tiene un gran poder, se vuelve un tirano, gobernando a sus chicos con el terror.
   El último tercio es agobiante y espeluznante, donde ves que la masa se mueve por impulsos y no reflexiona, y luego por miedo, es incapaz de reaccionar contra un tirano.
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