El tour de los Muppets [6]
Muppets Most Wanted
(EE.UU., 2014, 107 min)
Dirección:
James Bobin
Guión:
James Bobin
Nicholas Stoller
Intérpretes:
Ricky Gervais
Ty Burrell
Tina Fey
Steve Whitmire
Eric Jacobson
Dave Goelz
Frank Langella
Salma Hayek
Christoph Waltz
Saoirse Ronan
Miranda Richardson
Stanley Tucci
Ray Liotta
Céline Dion
Lady Gaga
Tony Bennet
James McAvoy
Chlöe Grace Moretz
Los teleñecos, que por algún inexplicable motivo ahora se llaman muppets, han vuelto a la gran pantalla. Hace dos años James Bobin dirigió una película encantadora que fue un éxito de crítica y público; pero ahora a la secuela, también dirigida por Bobin, no le está yendo demasiado bien en taquilla, y es una pena, porque no está mal.
Justo cuando acaba el rodaje de «Los Muppets», los teleñecos deciden hacer una secuela, aunque saben que nunca funcionan. Para ayudarles contratan a un turbio agente, Dominic Badguy (Ricky Gervais), quien les planifica un tour europeo. Al mismo tiempo, de un gulag de Siberia se escapa el peligroso criminal Constantin, que es una rana igualita a Gustavo, pero con un lunar en la mejilla. Cuando los teleñecos están en Berlín, Constantin, que es el compinche de Badguy, se da el cambiazo con Gustavo. Gustavo acaba en el gulag, mientras que Constatin y Badguy roban museos y bancos aprovechando las actuaciones de los teleñecos.

«El tour de los Muppets» es peor que la primera parte porque no tiene el trasfondo que tenía aquella. Aparte de jugar muy bien con la «situación real» de los teleñecos (la gente ya no se acordaba de ellos y tenían que volver a ser famosos), la película trataba de encontrar tu lugar en el mundo. En esta ocasión apenas hay trasfondo, y es sólo trama, pero está llena de momentos muy divertidos.
Esta película sigue tres tramas: el tour de los teleñecos, los planes de los malos para robar las joyas de la Corona británica (es tipo gincana: van a un sitio y consiguen una pista que les lleva a otro sitio), y las aventuras de Gustavo en el gulag. Ninguna de las tramas está especialmente elaborada, pero como el humor de los teleñecos es al mismo tiempo muy tontorrón e ingenioso, y de vez en cuando hay guiños al público adulto, muchas veces te partes de risa.
Lo que menos gracia me hace es la investigación del FBI y la Interpol, que supongo que esté llena de chistes americanos hacia los franceses (algunos están bien, como el del coche o los horarios del francés), pero me encanta que Tina Fey esté obsesionada con Broadway y quiera poner en escena un musical en el gulag, aunque no tenga sentido; o que los teleñecos no se den cuenta del cambiazo; o que el periodista irlandés —Hugh Bonneville— se deje sobornar (éste es uno de mis chistes favoritos porque explica muy bien la honradez de los periodistas); o la actuación en España, con los teleñecos con mantillas y peinetas y sombreros cordobeses; o el número musical con el que Constatin hace las paces con Peggy (me partía de risa con lo de la hipoteca de la casa); o el cameo de Céline Dion (siempre supe que Peggy era fan de Dion), que es genial… Y me gusta mucho que al final se resuelva todo porque los teleñecos se dan cuenta de quién es el verdadero Gustavo.
Si tienes treinta y tantos, y mantienes al niño que llevas dentro vivo, «El tour de los Muppets» es una buena elección para pasar un buen rato.
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