Entrevista a Costa Alcalá
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Por si quedan dudas de quién es quién |
Sección Vida de escritor
Aunque Geòrgia Costa y Fernando Alcalá se conocieron en 2005, y habían escrito varios libros por separado, no publicaron su primera novela conjunta, La Segunda Revolución. Heredero, firmada como Costa Alcalá, hasta 2017. La Segunda Revolución es una fantasía juvenil en la que unos jóvenes con poderes para manipular los elementos naturales entran a estudiar en el Liceo de la Guardia de Blyd. Allí irán conociéndose a sí mismos y encontrando su lugar en el mundo, al tiempo que descubrirán un oscuro secreto que pondrá en peligro la paz del país. Tras el éxito de esa primera novela, Costa Alcalá acaba de publicar su continuación: La Segunda Revolución. Ellos y nosotros.
Entre sesiones de escritura, paseos a turistas por Tarragona (Costa) y clases a chavales de Cáceres (Alcalá), Costa Alcalá ha sacado tiempo para contestar a mis preguntas.
¿Quieres saber cómo se conocieron?, ¿cómo se escribe a cuatro manos estando a 800 kilómetros de distancia?, ¿cuántas partes va a haber de La Segunda Revolución?, ¿o qué hacer cuando estás empezando como escritor? Aquí encontrarás todas las respuestas.
Para saber más de ellos, visita su página web, costaalcala.com.
¿Cómo os conocisteis y decidisteis escribir juntos?
Geòrgia Costa: Fue sobre 2005 (tengo una memoria pésima para las fechas, Fer sabrá decirlo mejor) y nos conocimos a través de una red social, o comunidad on-line más bien, llamada Livejournal que por allá aquella época de lo más popular. En realidad, fuimos amigos mucho antes de ser las dos mitades de un escritor; escribir juntos, aunque era una idea que nos rondaba por la cabeza, fue algo que decidimos años después, durante una llamada telefónica en que Fer me propuso escribir La Segunda Revolución (o más bien, lo que acabaría siendo La Segunda Revolución).
Fernando Alcalá: ¡Exacto! De hecho, hace muy poco, en el ordenador he encontrado las primeras páginas de la primera novela de Geòrgia, de 2005, y es de la época en la que nos conocimos, que como conectamos tan bien, nos enviábamos mutuamente las cosas que escribíamos para que las comentara el otro.
Antes de La Segunda Revolución, Alcalá ya había publicado tres novelas (Ne obliviscaris, Tormenta de verano y Carlos, Paula y compañía) y una adaptación al público juvenil de Sentido y sensibilidad, de Jane Austen. Mientras que Costa tiene dos libros infantiles de no ficción publicados: 22 misterios de la historia y Monstruos del mundo.
¿Qué diferencias encontráis entre escribir solos o a cuatro manos?
GC: En mi caso es, a la vez, mucho más difícil y mucho más fácil escribir sola que a cuatro manos. Me explico: escribir a cuatro manos es difícil en el sentido que debes aprender a confiar, a veces aceptar el criterio de la otra persona aunque no coincida con el tuyo. Es un trabajo de coordinación en el que debes dejar atrás muchos de los “vicios” de cuando se escribe solo. Pero por otro lado, escribir a cuatro manos es maravilloso y enriquecedor, porque se aprende del otro, y hace el trabajo del escritor, que por norma general es muy solitario, algo completamente diferente. A nosotros la experiencia nos ha gustado tanto que, aunque sigamos haciendo nuestros proyectos por separado, hemos decidido que seguiremos trabajando bajo el nombre de Costa Alcalá para una buena temporada.
FA: Yo estoy de acuerdo con Geòrgia. Por ejemplo, cuando escribo solo soy mucho más relajado porque, bueno, si las cosas no van en plazo al final el único responsable soy yo; pero cuando escribes con otra persona estableces un compromiso y nos lo solemos tomar muy en serio, la verdad.
¿Cómo es exactamente escribir novelas a cuatro manos, viviendo en sitios tan distantes de España? ¿Hacéis escaleta o vais conociendo la historia a medida que avanzáis?
GC: Supongo que cada cual acaba encontrando el método de trabajo que le funciona. En nuestro caso, no nos repartimos fragmentos o capítulos, sino que ambos trabajamos el mismo texto a diferentes niveles, cada uno ocupándose de aspectos para los que tiene más facilidad. Fer, por ejemplo es el rey de las escaletas; él se encarga de prepararlas a partir de nuestras conversaciones cuando planificamos una nueva historia. Él también suele encargarse de los momentos más introspectivos de los personajes, mientras que cosas como la descripción o la acción suele correr a mi cargo. También procuramos vernos en persona algunas veces al año. Quedar y trabajar mano a mano, en persona, es la solución mágica para los momentos que nos quedamos realmente atascados.
FA: De hecho, en la escritura de Ellos y nosotros, la segunda parte de La Segunda Revolución, estábamos atascados y decidimos vernos un fin de semana en Madrid. Alquilamos un apartamento y, literal, no salimos de ahí hasta que solucionamos el entuerto. Habían pasado más de veinticuatro horas.
En caso de disputa, ¿cómo elegís quién tiene razón?
GC: Pues nosotros, por norma general, solemos comunicarnos por escrito (últimamente, por whatsapp web desde el ordenador) pero en caso de disputa, lo primero que hacemos es una llamada telefónica y lo hablamos. Si ni con esas nos ponemos de acuerdo, por respeto al trabajo y a la opinión del otro, siempre buscamos un término medio (y hasta la fecha, este término medio siempre ha sido un acierto).
FA: Exacto. Pero esto tiene relación con lo que contamos antes. Mucho antes de escribir a cuatro manos, ya éramos muy amigos. Y no solo eso, nos habíamos leído mucho el uno al otro y nos conocíamos muy bien. Otro punto a nuestro favor es que tenemos visiones del mundo bastante parecidas y que ambos odiamos los conflictos, procuramos evitarlos en muchas facetas de nuestra vida y, por tanto, la verdad es que disputas, lo que se dice disputas ha habido pocas…
¿Cómo compagináis lo de escribir con vuestro otro trabajo?
GC: En mi caso, debo confesar que lo tengo bastante bien. Trabajo como guía turística, así que mi horario laboral es muy flexible, y me deja bastantes horas libres para escribir. Además, tengo suerte que habitualmente trabajo por las mañanas, cuando mi momento preferido para escribir es por las noches.
FA: Yo lo llevo mal. Soy muy perfeccionista y trato de dar el 100 % en todo lo que hago. Y soy docente en un instituto de secundaria. Eso se lleva gran parte de mi tiempo. Lo he solucionado con horarios, autocontrol y muchísima responsabilidad para con lo que hago.
¿Cuánto tiempo os lleva escribir una novela?
GC: ¡Mucho! Es decir, creo que últimamente un poco menos porque hemos ido encontrando el método que nos funciona, pero yo diría que somos un par de escritores tirando a lentos.
FA: Y si no hubiera fechas límite, probablemente lo fuésemos más.
¿Cómo tuvisteis la idea para La Segunda Revolución?
GC: A mí siempre me ha enorgullecido decir que la idea para la novela nació de un grupo de amigos que decidimos jugar creando una historia, y que esta historia ha acabado plasmada, en parte, en una novela. Cuando Fer y yo nos conocimos, yo tenía unos amigos que habían comenzado un juego de rol por internet en el que cada persona “creaba” y escribía el punto de vista de algunos personajes. Ese fue el germen de La Segunda Revolución. El juego acabó hace años, pero a Fer y a mí aquellos personajes y sus historias nos habían calado tan hondo que, con el permiso de nuestros compañeros, decidimos retomarlos. La historia, la ambientación y muchas otras cosas son completamente distintas de lo que fue el juego, pero queremos pensar que el espíritu está ahí.
¿Cuántas partes va a haber de La Segunda Revolución?
GC: Tres, aunque no descartamos ampliar el “mundo” de la novela en un futuro.
FA: De hecho, tenemos planes… y ahí lo dejo.
Publicáis a través de editoriales y os representa la agencia IMC, ¿cómo lograsteis abriros camino en el mundo editorial?
GC: En mi caso, entré en contacto con IMC porque la agencia ya representaba a Fer. Cuando salió adelante el proyecto de La Segunda Revolución, se ofrecieron también a representarme a mí. A partir de aquí, poco a poco, he ido haciendo otros proyectos por mi cuenta como un libro de historia para niños, y un bestiario de monstruos de varias mitologías del mundo.
FA: A mí me representa IMC desde 2007, que contacté con ellos y les gustaron mis primeras dos novelas. Para mí es muy tranquilizador trabajar con agente porque gran parte del proceso que peor se me da, lo de venderme o vender lo que hago, lo hace nuestra agente y para mi salud mental es algo estupendo, la verdad.
¿Qué consejos le daríais a gente que quiere ser escritor y que está comenzando?
GC: Probablemente sea el consejo más obvio de la historia… pero no rendirse. Cada página que escribes es un aprendizaje, y cada historia acabada, es un hito. La publicación, desde mi punto de vista, es más una consecuencia del trabajo del escritor que un objetivo en sí.
FA: Y yo añado que lea. Que sea lector antes que escritor. Que lo lea todo. Y si no le gusta lo que está leyendo, que lo abandone y lea otra cosa. No hay mejor escuela que la propia lectura.
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