Cómo escribí una comedia y me metí en el mundo editorial, por Alejandro Alcalde
Este artículo es el que más ilusión me hace de todo mi blog: Alejandro Alcalde fue alumno mío en 2017, y dos años después, a finales de 2019, publicó su primera novela, la comedia Lavanda, con la editorial tradicional Fanes, y ya va por la segunda edición. Aquí nos cuenta cómo lo hizo. Espero que este sea el comienzo de más novelas publicadas por mis antiguos alumnos.
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Lavanda, risas y sonrisas
La novela Lavanda es mi primera publicación, espero que de muchas. ¿De qué trata? Pues es una novela de comedia con toques absurdos y adultos como en la vida misma. Le he conseguido sacar sonrisas a todos los que la han leído que conozco y he tenido la suerte de saber que a más de un desconocido le ha parecido divertida, entretenida, de lectura fácil y de argumento tan curioso cómo interesante. Una American Beauty con gente de setenta años, por decirlo en una sola frase.
Un grupo de amigos que superados ya los setenta años, debido a una serie de circunstancias alocadas, decidirán hacer todo lo que quieran sin importarles las consecuencias que puedan tener hacia ellos o sus seres queridos. Los protagonistas son dispares pero complementarios, ves cómo es cada uno y lo único que tienen en común es que son amigos y se tienen entre ellos. Sus vidas son muy diferentes, así como las relaciones con sus familias y otros conocidos. Su fuga los va a llevar a las experiencias de sus vidas y básicamente se demuestran a sí mismos que la edad es solo un estado mental.
Esta comedia fue publicada el 13 de diciembre de 2019. Con una segunda edición que salió en febrero de 2020, sin duda es todo un logro personal. Sobre todo cuando veo a gente completamente desconocida que compra el libro y luego me comenta que se han reído y les ha gustado. “Me compré el libro porque me recordó a mi padre de 80 años. Se quiere ir a Cuba con una novia que ha conocido en la residencia”. Me dijo una lectora que me comentaba que el libro era como un reflejo de su anciano padre.

Orígenes de Lavanda
Ante la duda de qué genero escribir, pues tenía ideas para novelas de comedia, terror, humor negro, fantasía, aventura, ciencia ficción, de humor absurdo… y tantas combinaciones posibles entre géneros, decidí ir probando varios a ver cuáles se me daban mejor o peor. Escribí una space opera juvenil, una de terror basada en una pesadilla que tuve y apunté, y mi tercera novela, la que he publicado y la que espero que divierta a todo el que la tenga en sus manos.
La idea surgió de algo tan sencillo como ir caminando por la calle y ver el forcejeo de un hombre mayor (doy por hecho que era mayor por el pelo blanco, era de noche y no había mucha luz) con la puerta de su coche. Me pareció gracioso que fuese un intento supertorpe y absurdo de robo. Y me apunté la idea de un anciano robando un coche.
Con el tiempo fui desarrollando los personajes. Seré bueno teniendo imaginación y a la hora de crear tramas, pero los personajes y su desarrollo es lo que más me cuesta. Por mi parte a la hora de construir personajes enfoco una pequeña parte de su personalidad, la que me interesa para la historia.
Mientras, hago la escaleta y según esa base fijada por mí, desarrollo el resto del personaje si es que es necesario enfocar otras partes de su personalidad según vaya necesitándolo la historia. Elegí una cantidad de protagonistas que nunca había manejado, tres (la space opera tiene varios protagonistas pero los que más destacan son dos, dejando al resto como secundarios recurrentes).
El desarrollo fue relativamente sencillo pues mientras escribo una novela, no me atrevo y no sé si me atreveré a escribir más de una a la vez, sí que me dedico a hacer investigación para el desarrollo de novelas futuras. Ya sea leyendo, viendo series o pelis y haciendo críticas y análisis. Y de ahí muchas veces a base de meter horas a estudiar tramas, personajes y demás, acabas teniendo ideas e inspiraciones.
Para cuando empecé a escribir Lavanda, ya tenía un par de novelas escritas, una escaleta de historia completa hecha e ideas para muchas más novelas. Con una base tan sólida empecé a escribir y con la idea básica de los personajes en mi cabeza fui escribiendo y se desarrollaron según les pasaban cosas en la novela. Este es el tipo de desarrollo que a mí me resulta más cómodo, hay muchas más maneras de crear personajes. Para los guiones, que no las novelas, uso el método Meisner. Aunque por probar que no quede…

La escritura de Lavanda
El proceso de escritura en sí mismo fue lo más fácil, como bien he dicho, lo complicado es crear el mundo y sus personajes, y luego va la reescritura y reescribir y releer y reescribir…
¿Cómo era para mí el escribirla? Fácil. Todos los días me ponía a escribir un mínimo de una página. Si el día me venía motivado llegaba a escribir hasta cinco páginas diarias, lo cual es mucho. Con cinco páginas diarias te puedes hacer una novela entera en dos meses. Y no hay más. Todos los días tenía mis horas para ponerme al ordenador y escribir, me apeteciese o no. A veces quieres escribir más, pero es conveniente parar, y a veces no quieres ni sentarte al ordenador, pero si paras una vez, pues seguramente pares la segunda, y la tercera… Y terminarás con una novela inacabada diez años después de haber empezado a escribirla. Mi consejo es el que te darán todos los escritores si les preguntas por escribir, pegamento de culo y crearse una rutina diaria, te apetezca o no.
En cuanto a los lectores beta, mis dos primeras novelas no tuvieron, ya que no había de momento en el horizonte una publicación, así que se las dejé a un par de compañeros escritores para que le echasen un ojo. Con Lavanda esos mismos colegas y compañeros, Cristian Díaz (con este he co-creado una serie de animación y escrito cantidad de guiones) y Laura Campo (compañera de teatro y de cortos), me ayudaron a afinar la novela y ver los fallos que por mi parte era incapaz de ver. Hoy día tengo a más lectores beta que me ayudan a mejorar con cada novela.
Editorial Fanes
Llegados a este punto, ¿cómo pasé de escribir a publicar? Muy fácil. Es algo que no es habitual. La publicación no es nada fácil y estuve mentalizándome durante años pensando que recibiría negaciones y silencios durante meses o años. Simplemente una de las compañeras de teatro con la que actué y escribí e hice cantidad de frikadas terminó publicando y trabajando para la editorial Fanes. Ella sabía que yo estaba escribiendo y me pidió leer mis novelas. Le parecieron buenas como para poder llegar a publicarse y quiso que conociese a su editor.
En la Feria del libro de Santander conocí al editor y le hablé sobre mi trabajo. Se vio interesado por la space opera, pero en aquel entonces todavía faltaba pulirla mucho para que fuese publicada. Así que le echó un ojo a los otros dos manuscritos que tenía, el de terror y el de comedia. Me dijo que seguramente el de comedia atraería a un público mayor y que para un novel como yo era lo más adecuado.
Al final me pidió Lavanda para que fuese publicada. Estoy en trámites para ir publicando las otras novelas que he escrito pero decidimos empezar por esa.

El misterioso futuro
Qué puedo deciros, tan misterioso no es. Tengo ideas para una veintena de novelas, acabo de terminar el primer manuscrito de la quinta. Me publiquen o no, voy a seguir hasta que me dé por parar, seguramente cuando la palme.
La lectura y las artes siempre han estado presentes en mi vida, ya desde niño en casa, o en el colegio. Con los años pasó de ser algo meramente ocioso a ser profesional. Después de años de estudiar en Miriñaque [teatro], Pronillo [doblaje y escritura creativa] y por mi propia cuenta, me llamaron para trabajar en varias compañías de teatro y sigo actualmente con ellas y por suerte con otras que me van llamando.
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