Cómo escribir y publicar una novela romántica, por Ana González Duque
Si estás aquí, leyendo esto es por uno de estos dos motivos: uno, quieres escribir una novela romántica (y sueñas con publicarla) o dos, eres fan de Carlos del Río y te preguntas qué hace una tipa como yo en un sitio como este.
Empiezo por el segundo: qué hace una tipa como yo en un sitio como este. Conocí a Carlos a raíz de su libro Atrévete a ser escritor cuando empezaba en estos andurriales editoriales. Nos caímos bien mutuamente (o al menos a mí él me cayó bien y supongo que si me ha pedido que invada su blog hoy es porque la sensación es recíproca). Luego, nos desvirtualizamos en una visita exprés a Tenerife con arepas incluídas y coincidimos en el Celsius. Incluso me pidió que colaborara en su segundo libro para escritores: La aventura de ser escritor.
Durante estos años, desde que me leí el primer libro de Carlos, las cosas han cambiado mucho para mí. Dejé mi trabajo como médico en el año 2017 para dedicarme 100 % a la literatura, en dos géneros que son los que más prejuicios arrastran (sí, tengo una vena masoquista): la literatura juvenil y la novela romántica.
Ahora vivo de escribir.
Y eso es lo que hago aquí. Contarte cómo es el camino, cómo empieza, desde tu primera novela romántica hasta conseguir vivir de esto.
Pero empecemos por la base:
¿Qué es una novela romántica?
Puede que te parezca una chorrada esta pregunta, pero no lo es. La mayoría de los lectores que no conocen el género, piensan que Romeo y Julieta es una novela romántica y nada más lejos de la realidad.
Porque el género romántico tiene que cumplir dos premisas fundamentales, como te cuento es este artículo sobre qué es el género:
- El conflicto principal de la novela es el romance.
- El final debe ser un final feliz.
Y sí, Romeo y Julieta cumplen la primera premisa, pero ¿el final es feliz? Pues no. Es un dramón de los de ahí te espero. Romeo y Julieta es un drama romántico, que no es lo mismo que una novela romántica.
Luego hay quien los prejuicios llevan a sacar de la novela romántica obras como Sentido y sensibilidad, que es una novela romántica sí o sí. Pero eso de que Austen siendo un clásico escribiera romántica, como que les da urticaria a algunos.
Pero vamos al meollo de la cuestión: tú quieres escribir una novela romántica. Es más, no quieres escribir un truño, sino algo pasable. Y te preguntas cómo empezar.
¿Cómo empezar a escribir novela romántica?
Lo primero que debes hacer si quieres escribir romántica es ser un ávido lector del género. No podrás escribir de un género sin ser lector del mismo, porque incurrirás en clichés, en repeticiones de tramas supertrilladas y en personajes de cartón piedra. Así que empieza leyendo.
La novela romántica tiene muchos subgéneros, es como un amplio paraguas donde cabe todo. Histórica, contemporánea, erótica, fantástica, paranormal, de suspense, ficción médica, clean romance, LGTB, juvenil… Incluso puedes mezclarlos y marcarte un crossover entre géneros. Por ejemplo: Outlander (Forastera), de Diana Gabaldon, es novela romántica histórica, pero tiene un componente fantástico.
¿Listo?
Seguimos.
Una vez tengas una idea de qué género y qué historia quieres contar, es el momento de ponerse a estructurar la novela y diseñar los personajes.
La estructura básica de una novela romántica es la siguiente:
- A conoce a B. Tensión romántica.
- Hay un problema por el que A y B no pueden estar juntos.
- Pasa algo que parece que rompe por completo la relación.
- Final feliz.
Vamos a zambullirnos un poco en el tema. Supongamos Bridget Jones:
- Bridget está enamorada de su jefe: Daniel. Conoce a Mark y este le cae fatal.
- Daniel y Bridget empiezan a salir y Daniel le cuenta pestes de Mark.
- Mark y Bridget empiezan a caerse bien pero ella no para de meter la pata.
- Finalmente, Mark y Bridget terminan juntos tras una pelea de este con Daniel.
Con estructura y personajes, podría estar hablando siglos de cómo hacerlo bien, pero creo que en vez de explayarme en un artículo de más de 10.000 palabras y que Carlos me eche de su blog, te voy a dejar aquí recursos para trabajar esto:
- Tú puedes escribir una novela romántica, de José de la Rosa.
- Curso básico de cómo escribir una novela romántica, por la menda en La Tribu de la Romántica.
La documentación en la novela romántica
Después de una trama y unos personajes coherentes, la construcción de un escenario creíble es fundamental para que tu novela no haga agua. Y ahí es muy importante que te documentes. No hay nada peor que encontrar una escena incoherente porque el autor no se ha molestado en documentarse.
Si estás escribiendo fantasía romántica, es importante que tu mundo y tus personajes cumplan unas reglas de la magia. Si escribes histórica, debes valorar qué cosas eran posibles y cuáles no en la época en la que ambientas tu historia.
El narrador y el punto de vista
El último punto a la hora de planificar tu novela es el punto de vista. Qué personaje es el que cuenta la historia y de qué manera. Puedes usar primera, segunda y tercera persona, puedes usar un narrador omnisciente. Todo tiene ventajas e inconvenientes. Y, por supuesto, dificultades. Y también depende del subgénero. En una novela romántica juvenil, como Proyecto Bruno o Planeta Caro, el uso de la primera persona hace que el lector empatice muy rápido con los personajes y se narra desde dos puntos de vista, ampliando así la información que puedes dar. En La Sociedad de la Libélula, fantasía juvenil romántica, se usa la tercera persona porque de esa manera el narrador puede dar detalles del mundo fantástico que sería más complejo en una primera persona.
El final feliz
Lo de que la novela romántica tenga final feliz, no quiere decir que ese final sea un «y fueron felices y comieron perdices». Digamos más bien que es un final satisfactorio para el lector. Por ejemplo: Yo antes de ti, de Jojo Moyes, es una novela romántica. Y no digo más por no hacer spoilers.
Ten cuidado, no obstante, con los finales. Si tu final no es satisfactorio para el lector, no volverá a leerte. Créeme.
¿Qué pasa después de escribir mi novela?
Cuando terminas tu primer borrador, no está todo hecho, ni mucho menos. Tienes que pasar por una serie de fases de corrección (que te explico detenidamente en este episodio del podcast).
Y solo cuando hayas pasado por esas fases —autocorrección, lectores cero (si es una primera novela, te recomiendo encarecidamente un lector cero profesional), corrección ortotipográfica y de estilo— es el momento de pensar qué hacer con ella.
Hay varias opciones, que te detallo punto por punto en este artículo: autoedición, autopublicación, coedición y edición tradicional.
Elijas la que elijas, vas a tener que hacer marketing. Sí, lo siento, el tiempo en el que las editoriales se encargaban de hacerte toda la promoción ha finalizado. Bienvenid@ al siglo XXI, a la era digital y a la obligación de tener una audiencia de lectores para conseguir vender.
Pero, como decía Ende, eso es otra historia y será contada en otra ocasión. (También tengo un blog entero sobre el tema, si te interesa).
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