RESEÑA: «FLORES PARA ALGERNON», DE DANIEL KEYES [8]

Crítica de Flores para Algernon, de Daniel KeyesNOVELA 

Flowers for Algernon
(EE.UU. 1966, 274 páginas)
Daniel Keyes
Flores para Algernon es un clásico de la ciencia ficción y sin duda alguna la obra más conocida de Daniel Keyes. En su origen, la historia fue un cuento publicado por primera vez en 1959 en The Magazine of Fantasy & Science Fiction. Por ese cuento Keyes ganó en 1960 el Hugo.Keyes trabajó en extenderlo, y en 1966 Flores para Algernon se convirtió en novela. Entonces Keyes ganó el Nebula. Dos años después Hollywood la llevó a la gran pantalla con el título de Charly, un film por el que Cliff Robertson ganó el Oscar al Mejor Actor. Esta crítica es de la novela, un libro especialmente emotivo que nunca cae en el melodrama.

SINOPSIS

Charlie es joven de 32 años con un coeficiente intelectual de 68. Aunque es feliz con su vida, Charlie siempre ha querido ser más listo, y ahora la ciencia puede tener la clave para su problema: un laboratorio de Nueva York ha logrado que un ratoncito, Algernon, multiplique su inteligencia, y Charlie va a ser el primer ser humano el probar el nuevo tratamiento. Tras una operación, Charlie gradualmente va ganando inteligencia, hasta convertirse en un genio. Pero lo que en teoría le iba a traer felicidad, la práctica le demuestra que estaba equivocado.

ANÁLISIS

La estructura de esta novela es genial, siguiendo la evolución de la inteligencia, percepción y emociones del protagonista. Está narrada en primera persona, a través de una serie de informes que Charlie tiene escribir para los científicos que supervisan su caso, y comienza con una escritura muy mala, con frases sencillas llenas de faltas de ortografías, que se va sofisticando a medida que avanza la trama y aumenta la inteligencia del protagonista. De esta forma, el lector es consciente de lo que está pasando, aunque Charlie aún no sepa qué está ocurriendo.
Reseña de Flores para Algernon, de Daniel KeyesQue el lector se adelante a Charlie en sus conclusiones es una constante en la novela, y funciona muy bien, aunque muchas veces te sientas mal. A medida que Charlie va ganando inteligencia, comienza a recordar acontecimientos del pasado, que él no sabe cómo interpretar, pero el lector sí. De esto modo se ve lo mal que lo tratan en la panadería donde trabaja, donde él estaba tan feliz, o lo malo que fue su pasado tanto en el colegio como con su familia.
Charlie se vuelve inteligente, y ya se da cuenta de todo y se siente dañado. Llega un momento en que se hace tan inteligente que descubre qué huecos y vanidosos son los académicos, que dominan un tema pero no tienen ni idea de nada más y son incapaces de reconocer sus limitaciones. Al mismo tiempo, Charlie siente florecer su sexualidad y se enamora de una antigua profesora y se siente atraído por una vecina alocada. Entonces Charlie busca su pasado, en escenas muy descorazonadoras, y se prepara para un futuro que le aterra, en escenas aún más descorazonadoras, y aprende a disfrutar del presente.
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